Los gastos desorbitados de la final del Mundial de Catar que no jugará España: 1.600€ una entrada y 600€ la noche de hotel

La Selección española de fútbol ha sido eliminada del Mundial, pero si, aún así, tenías en mente ir a Catar a ver la final prepara la cartera.

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España ha quedado fuera del Mundial. Tras la inesperada eliminación, volvemos a poner el foco en los desorbitados costes para los aficionados en el ya considerado Mundial más caro de la historia. Puede que la Selección española haya sido eliminada, pero los bolsillos de los aficionados que soñaban con ver a la Roja disputar la final lo van a agradecer.

Entradas a 1.600

Ya te adelantamos que la entrada al partido decisivo va desde los 207 euros en la zona más alejada a los 1.615 euros en primera categoría.

Es importante destacar que en este Mundial hay dos tipos de entradas: unas para residentes de Catar y otras para los aficionados extranjeros. Además, se han establecido cuatro categorías de entrada por cada partido, siendo la cuarta categoría (la más barata) de acceso exclusivo para los cataeríes, y las otras tres pueden ser compradas por los aficionados. De esta forma, en el caso de los tickets para la gran final—algo a lo que la Selección española ya no puede aspirar— los precios serían estos:

  • Categoría 1: 1.615 euros
  • Categoría 2: 1.007 euros
  • Categoría 3: 607 euros
  • Categoría 4: 207 euros

Otra de las opciones que puso la FIFA a disposición de los aficionados es la venta de paquetes de entradas, para porder ahorrarse unos cuántos euros, aunque no muchos. El pack completo de 7 partidos de su equipo, de tal manera que comiencen en la primera fase y lleguen a la final, los precios oscilan entre los 4.337 euros, de las entradas más caras, a los 527 de las más baratas.

Pero este desembolso no es el único a tener en cuenta. Si a las entradas se le suma el desplazamiento y el precio de los hoteles en Catar, parece claro que este mundial no pasará a la historia por ser el más barato. Seguimos con la calculadora.

1.000 el vuelo y 100€ por dormir en una caseta prefabricada

Estos días, para ir a Doha a ver la final, un vuelo directo de ida y vuelta con Qatar Airways no baja de los 1.300 euros, aunque si estás dispuesto a escalas de más de un día, puedes conseguir los vuelos por unos 650 euros. Ni siquiera aeropuertos cercanos, como es el de Dubai, cuentan ya con billetes asequibles.

Como es evidente la final cotiza al alza, aunque para los aficionados españoles el sueño ya ha terminado y con él los gastos de un Mundial que ha sido cuestionado por los elevados precios de sus alojamientos. De hecho, tal ha sido la demanda que muchos aficionados como los de Marea Roja, grupo de aficionados que sigue a la selección presidido por David Cebollada, se han alojado en casetas de obra construidas a propósito para este Mundial en un terreno desértico por 100 euros la noche. “Es una zona muy amplia de unas 7.000 casetas con bares. Los primeros días nos alojamos en estas casetas que tuvieron un problema de logística porque no llegaron a terminarlas enteras algunas y, a veces, ni a limpiarlas”, lamenta este aficionado. En las imágenes difundidas en redes sociales, pueden verse baños sucios y con goteras cayendo sobre una tarima que no filtra y unas habitaciones desastradas.

Aficionados como David Cebollada que acudieron a Catar dos días después de la inauguración del Mundial el 20 de noviembre, pudieron hacerse con vuelos un poco más económicos al comprarlos con bastante antelación. “Los vuelos, haciendo escala en Estambul, nos salió por unos 400 euros la ida, la vuelta aún no la hemos cogido”.

Además de la villa de casetas prefabricadas dispuestas para este evento, las opciones hoteleras en Catar no son para todos los bolsillos. Muchos hoteles están inflando sus precios ante la fuerte demanda y una habitación que, antes o después del Mundial, pudiera salir por 84 euros la noche en el caso del Al Mansour Plaza, ahora cuesta la friolera de 607 euros la noche; o los 73 euros la noche que suele costar el Ibis Doha a los 409 euros la noche que deberías pagar ahora. Y si decides mirar plataformas como Airbnb,  lo más barato son habitaciones compartidas por 146 euros la noche o un apartamento entero de una habitación por 250 euros la noche.

Café 5; cerveza 18 y cóctel a 25

“Las comidas son caras para lo que es España, estos países de por sí son caros y aprovechan para subir los precios con el Mundial. Pero puedes encontrar de todo y gastarte lo que quieras. Hoy hemos comido un plato y zumo natural de naranja, por menos de 10 euros. Pero también hemos llegado a pagar por una hamburguesa y 5 cervezas 85 euros“, apunta Cebollada al recordar lo que pagaron en los bares cercanos a los estadios que han inflado precios durante estos días previos a la eliminación de la Selección Española.

Lo que más aumenta la cuenta es el alcohol. Medio litro de cerveza ronda los 18 euros y un cóctel 25 euros. Y olvídate también del café si no quieres pagar 5 euros por taza.

Ver la final costaría…

Con la calculadora en la mano y sin tener en cuenta los gastos de comida, ya que esto es más variable según las exigencias de cada uno, el desglose de gastos para ver la final del Mundial sería:

  • Entrada con la mejor visibilidad: 1.615 euros
  • Vuelo sin escala: 1.300 euros
  • Dos noches en un hotel 4 estrellas: 1.214 euros

Puede que ver la final de un Mundial de Fútbol no tenga precio, pero en realidad sí, concretamente 4.129 euros. 

La casa por la ventana

Y si estas cifras te han parecido desorbitadas, recuerda los 200.000 millones de euros que se ha dejado Catar para acoger al Mundial, según algunos expertos como Dan Plumley, especialista en finanzas deportivas de la Universidad Sheffield Hallam. Por su parte, la FIFA tendrá unos gastos de 1.696 millones de euros en el torneo.

Solo para construir 7 de los 8 estadios que se están usando en este certamen, el Gobierno catarí ha desembolsado 6.500 millones de euros. Un despilfarro que muchos no entienden, ya que, finalizado el Mundial, un país de 2,8 millones de personas y 11.571 km², el más pequeño en organizar un Mundial, no sabe muy bien cuánto y qué uso dará a estos espacios. Algunos se derruirán como el Estadio 974, construido con contenedores de envío, que ya empezó su desmantelamiento el pasado 5 de diciembre.

El Estadio 974 está construido con contenedores de envío y será uno de los estadios que no permanecerá después del Mundial de Catar. / Getty Images.

Entonces, si los estadios han costado 6.500 millones de euros, ¿en qué se ha gastado Catar el resto de millones? Pues, básicamente, en mejorar sus carreteras y calles, construir cerca de 100 hoteles nuevos, un nuevo sistema de metro, un aeropuerto internacional y un sinfín de recintos de ocio y restauración. Todo esto forma parte de un proyecto más amplio, conocido como Qatar National Vision 2030, que a raíz del Mundial quiere aprovechar la ocasión para abordar los problemas de infraestructura del país y modernizarlo de cara al turismo y la visión occidental. Sin embargo, según las estimaciones del propio Gobierno catarí, el país sólo recibirá 17.000 millones de ingresos.

La cifra más dolorosa: 6.500 muertos

Pero, si una cifra ha empañado este Mundial, es la de los muertos que ha dejado la construcción de todo este llamativo tinglado. Aunque no hay datos confirmados, ya que las fuentes catarís son poco fiables, Amnistía Internacional y varias investigaciones a partir de datos de los países de origen de los trabajadores inmigrantes como India, Nepal, Sri Lanka o Pakistán cifraron en 6.500 el número de trabajadores fallecidos. La organización ha tenido acceso a varios certificados de defunción de trabajadores en los que consta como muerte por causa natural o insuficiencia cardíaca pero sin más especificación.

Según la investigación de Amnistía Internacional, 6.500 trabajadores han muerto como consecuencia de los trabajos realizados para el Mundial de Catar. / MARIANA SUAREZ/AFP via Getty Images).

Por su parte, las autoridades cataríes y la propia FIFA han cambiado de versión en cuestión de días. Si antes de la inauguración del evento su versión mantenía que solo tres personas habían fallecido por causas relacionadas con los trabajos en las infraestructuras del Mundial y 37 no relacionadas directamente, ahora su versión cambia y la máxima autoridad de la organización del torneo, Hassan Al-Thawadi, reconoció en una entrevista a la CNN que esta cifra asciende a entre 400 y 500.

A todo ello, hay que sumar la represión que el país árabe ejerce contra las mujeres y el colectivo LGTBQ+, con penas de hasta 10 años de cárcel por ser homosexual. Sin embargo, pese a que en los estadios y por la calle se han prohibido el uso de banderas LGTBIQ+ o cualquier tipo de muestra de apoyo a la igualdad, según los aficionados españoles con los que hemos hablado no están teniendo tantas restricciones a la hora de vestir, por ejemplo. “La gente va con pantalón corto, las chicas van con tirantes y todo es tan normal como en España. La seguridad aquí es asombrosa y, además, se han llegado a perder móviles y la gente los devuelve. Si no te metes con nadie, nadie se va a meter contigo. Esto es la fiesta del fútbol”, asegura este aficionado que regresa a España contento por haber vivido la experiencia, pero con la cartera un poco menos llena.