Cuando Sergio Sanz (La Roda, Albacete, 1993) empezó a barruntar la idea de su propio restaurante, nunca se imaginó que empezaría a tomar forma en plena pandemia global, con todo el mundo encerrado en sus casas y en medio de una cuarentena que estaba haciendo estragos en el sector de la hostelería. Pero así fue como echó a andar hace ya un año Homie, un delivery de alta cocina asiática cuya demanda se ha extendido a la misma velocidad que las gotículas respiratorias de alguien que tose.
Sin trabajo y viviendo de prestado en casa de un amigo, el aburrimiento y el entusiasmo fueron los dos principales ingredientes del primer menú cocinado por Sergio en las cocinas de sus dos primeros socios en esta aventura, Nacho Gil y Stéfano, dueños de un restaurante de Madrid. Y es que fue, precisamente, en su pequeño local de comida italiana tradicional donde empezó todo. En plena cuarentena, con las calles y los corazones vacíos, le propusieron a Sergio cocinar un menú a la semana de comida japonesa para enviar a domicilio. Como puedes estar imaginando, sagaz lector, todo se hacía de estraperlo. Persianas bajadas, buena música, saber hacer y muchos favores. “Al principio repartíamos con salvoconductos que me hacía un amigo”, nos cuenta entre risas. Así se daban situaciones tan bizarras como conducir por un Madrid desolado y pasar un control policial con una caja de dumplings y sushi recién hecho. “Compramos unas cajas isotérmicas especiales para mantener en perfecto estado el pedido, las metíamos en los coches y repartíamos”, recuerda Sergio.
De aquella época queda que Homie sigue siendo un proyecto construido con la ayuda de amigos, pero actualmente su profesionalización está permitiendo que siga creciendo a cotas inimaginables. “Empezó siendo un menú exclusivo a la semana de 50 unidades y ahora se puede pedir por carta y hay un menú degustación”, nos explica desde el interior del que fuera su búnker particular situado en las cocinas de un antiguo restaurante en el centro de Madrid. Recientemente ha cambiado a otras cocinas, pero la dinámica es la misma: alta cocina y buen rollo a espuertas.
“No hay mejor materia prima en el mercado que el atún rojo que utilizamos, el salmón es de calidad superior y noruego; el arroz es de grano corto español; todos los pescados, microbrotes y la frutería que trabajamos son de los mejores proveedores”
Sergio Sanz, creador de Homie
El amor de Sergio por la cocina japonesa se remonta a su estancia en las cocinas de 99 Sushi Bar y Yugo The Bunker —restaurante con estrella Michelín—. De hecho, trabaja con los mismos proveedores de materia prima que estos ilustres restaurantes. Una de las grandes razones por las que es justo admitir que Homie no es un delivery más. “No hay mejor materia prima en el mercado que el atún rojo que utilizamos, el salmón es de calidad superior y noruego; el arroz es de grano corto español; todos los pescados, microbrotes y la frutería que trabajamos son de los mejores proveedores”, describe orgulloso.
“La elaboración es lo más artesanal y casera posible, hacemos nuestros propios dumplings, se elaboran uno a uno; utilizamos el gluten lo menos posible; hacemos nuestras propias salsas; intentamos que el sushi esté fresco a la hora de la distribución. No almacenamos, sino que producimos y vendemos”, aduce sin complejos.
All you need is love
El equipo o, mejor dicho, la familia Homie la completan cinco amigos. “María, que se dedica a redes sociales; Patricia que coordina marketing; Carlos, que hace merchandising con su impresora 3D; Luis, que es el chico de la limpieza; y Mauricio, que es el sushiman”. Cuando tocan los días de menú —de jueves a domingo— todos se ponen a una a empaquetar y preparar con mimo cada packaging —de material reciclado y plástico reutilizado—, que no solo incluye comida, sino también llaveros e imanes y hasta una playlist semanal. “Es muy importante que cuando se reciba en casa llegue lo más parecido posible a como lo he sacado y como quiero que acabe, por eso marcamos los puntos de regeneración al microondas, para que la gente le dé el último toque en su casa sin tener que mancharse las manos”, explica Sergio, mientras nos cuenta que acaba de cerrar exclusividad con Glovo para el reparto. O sea, que lo de pedir favores a amigos ya pasó.
“Entrar en Homie implica escuchar música mientras comes, te invita a besar a tu pareja, a follar… Está para disfrutar y estimularte, no es solamente comida”
Del delantal de Sergio cuelga una chapa que dice All you need is love, que además de ser un tema de The Beatles —como ves, la música en cada detalle—, también funciona como reclamo que sintetiza la propuesta de valor de este pequeño proyecto personal. “Homie era la manera en la que mi ex novia me llamaba, era un apodo cariñoso que utilizaba para expresar que se sentía en casa. Tenía claro que quería que fuera el nombre de mi futuro restaurante, porque es lo que quiero que sienta la gente cuando vive la experiencia Homie”, apunta.
Si los inicios de este exclusivo delivery se gestaron en medio del silencio de una ciudad en cuarentena, lo que emana hoy es mucha música y entusiasmo. “Entrar en Homie implica escuchar música mientras comes, te invita a besar a tu pareja, a follar… Está para disfrutar y estimularte, no es solamente comida”, cuenta Sergio mientras nos deleita con el menú que puedes ver en la fotogalería. Puro rock and roll, te lo aseguramos.
Puedes pedir a domicilio en: homiebysergiosanz.com y en la app de Glovo
(solo reparten en Madrid)
Precio medio del menú: 25-30€ por persona
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