Larga vida al meme: así es el presente y futuro de la memesfera

No es exagerado afirmar que la época que nos está tocando vivir es un meme en sí misma. Un cuadro, vamos. ¿Por qué una simple imagen con un ingenioso mensaje se ha convertido en una herramienta comunicativa tan poderosa? Hablamos con un grupo de creadores para analizar el presente y futuro de la escena meme.

Escrito por
Lectura: 13 min

La risa es el placebo de nuestro tiempo. O, seguramente, lo ha sido siempre. Ya en tiempos de Quevedo la burla y la sátira de su poesía picaresca servían durante el Siglo de Oro para dibujar lo que se cocía detrás de la corte y la sociedad. Que nos perdonen los puristas, pero lo que hacía el ilustre caballero de la Orden de Santiago es lo que hoy podemos considerar un meme. Sí, la poesía quevedesca es al siglo XVII lo que el meme es al XXI, un testimonio social que capta la realidad de su época. Salvando las distancias comparativas, la era hiperdigital en la que estamos inmersos es el escenario y hábitat de este nuevo bien cultural.

“El Siglo de Oro iba para Diamante pero Góngora nos jodió la nota media. Cojito y miope pero con mucha labia. No me da la gana ser serio”. Esta es la bio de Quevedo 2.0, una cuenta de Twitter con casi 67.000 seguidores que ejerce la memecracia con soberana locuacidad, como lo era nuestro mordaz escritor. “Las 5 de la tarde el día de Nochebuena y todavía no voy borracho. ESTO CON LOS AUSTRIAS NO PASABA”, escribe el imitador contemporáneo de Quevedo. Una buena analogía histórica para los tiempos de órdenes y no de orden que vivimos en pandemia.

Es precisamente en época de coronavirus cuando la risa y la burla memética nos ha reconfortado más. No es casualidad que en la peor crisis sanitaria de nuestra historia actual hayamos entronizado al meme casi como herramienta de introspección. “Ha ayudado mucho, al final a todos nos pasaban las mismas cosas encerrados en casa. Poder reírnos de ellas todos juntos fue importante”, confiesa el administrador de @sntfe (78,9K seguidores), una de las cuentas que, entre otras muchas cosas, sabe captar mejor que nadie el lado más reguetonero y trapero de la política española. Sobre el poder del meme en nuestro estado anímico, los creadores reconocen cierto efecto, pero sin pasarse. “Creo que algunas cuentas de memes que abordan asuntos de salud mental son muy positivas en ese sentido. Los demás nos dedicamos a hacer propaganda o a entretener, que supone siempre una distracción de la desesperanza y la frustración que ha reinado durante el último año en la mente colectiva. No creo, en cualquier caso, que seguir cuentas de memes sustituya a un psicólogo. Id a terapia”, recomienda el mememaker @neuraceleradisima (25,1K seguidores), la cuenta española de memes que mejor retrata la ridiculez política, el anticayetanismo y las concepciones rancias del marxismo.

En el libro ‘The Discursive Power of Memes in Digital Culture’ el profesor de Comunicación de la Universidad de Viena, Bradley E. Wiggins, habla del meme como un artefacto emblemático de la cultura digital. “Los individuos establecen relaciones sociales con y a través de los memes porque son interpelados por el sistema social que habitan o con el que se identifican”. ¿Quién no ha compartido alguna vez un meme en Whatsapp o redes sociales acompañado del mensaje “Soy yo literal”? He aquí el quid de la cuestión, el meme representa el estándar de comunicación de la generación millennial y centennial: son inmediatos, shareables y relatables. En una visita a Instagram o Twitter encontrarás decenas de cuentas que son capaces de poner en palabras e imagen lo que más de uno tenemos en la cabeza pero no somos capaces de sintetizar. “El meme que se siente relatable universaliza experiencias que uno creía particulares, y eso genera el deseo de compartir el meme. Eso explica en muchos casos la viralidad: el meme comunica identidades con muchísima facilidad. Así se entiende que mucha gente se tome la elección de los memes que comparte en su cuenta personal con el mismo celo identitario con el que se elige la ropa o la música”, detalla con claridad @neuraceleradisima.

“El meme comunica identidades con muchísima facilidad. Así se entiende que mucha gente se tome la elección de los memes que comparte en su cuenta personal con el mismo celo identitario con el que se elige la ropa o la música”

@neuraceleradisima

“Permiten que mucha peña acceda a un tipo de información y/o conocimiento que, si no llega a ser por esos nuevos formatos, jamás les hubiera generado ningún interés. Hay memes simples y memes complejos, memes que te ayudan a lidiar con tus conflictos internos y otros que son solo un chiste superficial”, explica Eduardo Naudín, más conocido como @grey_trash (23,2K seguidores), creador de memes amante del vaporwave y que, recientemente, ha publicado ‘Me debes dinero’, todo un meme hecho libro. “Hace diez años un meme era un chiste cutre. Ahora es un artefacto mucho más sofisticado que casi siempre invita a la reflexión”, apunta. Este poderío se percibe claramente en los que son políticos, que se han convertido en la tribuna de opinión de la generación Z e Y. “Puede parecer trivial cuando un meme señala la pereza que nos da salir de la cama cuando fuera hace frío o cuando pone en boca de un gato las palabras cariñosas que le decimos a nuestra pareja. Pero adquiere escala política relevante cuando el significado que le hemos dado a una plantilla memética a fuerza de usarla para esas trivialidades se reorienta para darle sentido a acontecimientos políticos. Por ejemplo, usando la plantilla de Cheems & Doge para ensalzar unas opiniones políticas y despreciar otras, o cuando se usa al Wojak para hacer retratos generacionales pesimistas sobre una juventud sin futuro”, explica @neuraceleradisima que, más allá de su cuenta, también divulga y hasta enseña memes censurados por Instagram en un fanzine recientemente publicado titulado ‘Un panfleto populista’.

El meme es un gen

La evolución del meme desde que se acuñó el término hasta ahora ha ido de la mano de la propia evolución de la sociedad. Fue el divulgador científico Richard Dawkins, de la Universidad de Oxford, quien habló por primera vez del meme en 1976 en su exitoso libro ‘El gen egoísta’. Dawkins llamó a la información que se copia “el replicador” y señaló que el replicador más familiar es el gen. Pero quiso enfatizar que la evolución puede basarse en cualquier replicador y fue así como inventó la idea del meme. “La copia de los memes de una persona a otra es imperfecta, al igual que la copia de los genes de padres a hijos. Podemos embellecer una historia, olvidar la palabra de una canción, inventar una nueva teoría a partir de viejas ideas. De todas estas variaciones, algunas pasan a ser copiadas muchas veces, mientras que otras desaparecen. Los memes son, por tanto, verdaderos replicadores”, apuntaba Dawkins.

Su origen nos remonta a divertidos personajes como trollface, forever alone o poker face, entre otros. Luego surgieron memes como Bad Luck Brian, Success Kid o Facepalm, que servían para representar situaciones cotidianas. Y, con el paso del tiempo, mutó y se flexibilizó hasta lo que es hoy. Las diferentes plataformas digitales en las que se ha viralizado el fenómeno del meme dan cuenta de cómo ha pasado de ser un movimiento subcultural de Internet a un código de comunicación mainstream. 4chan, Forocoches y Reddit fueron los primeros dinamizadores de memes y, actualmente, son las redes sociales, Twitter e Instagram principalmente, las que capitalizan la memesfera.

2010 – Yao Ming / Bitch Please. Nunca una rueda de prensa deportiva fue tan rentable para Internet. La sonriente caricatura del jugador de baloncesto chino Yao Ming, ya retirado, fue sacaa de una entrevista después de un partido en mayo de 2009 y se utiliza como paradigma de estoicismo. Un meme estilo rage comic que transmite mejor que ningún otro la indiferencia de humor.

El grado de popularidad del meme actualmente es tal que, según Google Trends, son más buscados que la palabra “Jesús”

“En la década pasada —sobre todo entre 2010 y 2015— el meme, o las subculturas meme, ha servido para que ciertos perfiles sociológicos de usuarios que se encontraban a la deriva en la red encontrasen espacios en torno a los que aglutinarse y definir sus identidades”, apunta @derribosydeconstrucciones (39K seguidores) que, además de creador de memes, se ha enfocado académicamente en estudiar el meme desde dentro. De hecho, la propia cuenta surgió como trabajo de campo preliminar para su tesis. En este mismo sentido, @policiadelafecto (10.5K seguidores) señala un cambio sustancial. “Hace diez años no existía tanto el concepto de autor/a de memes. Era algo que rulaba por redes, se editaba y se volvía a rular. Ahora, el estilo y discurso que contienen ha ido tirando más hacia contenido político y teórico, aunque sigue habiendo lugar para el shitpost —post de mierda— de toda la vida”. Y @neuraceleradisima añade: “Los memes comparten con otros formatos comunicativos suponer una oferta de discurso para darle sentido al mundo, pero cuentan con la ventaja de llegar a mucha gente y ser fácilmente comprensibles por cualquiera”.

2011 – Forever alone. Sin duda, uno de los memes más conocidos y ubicuos de la historia. Siver para representar el rechazo social y tiene su origen en el Rage Guy, personaje de cómic popularizado en foros como 4chan o la plataforma Tumblr. Una burda caricatura que, a pesar de su penoso trasfondo, consigue crear chistes realmente hilarantes.

El grado de popularidad del meme actualmente es tal que, según Google Trends, son más buscados que la palabra “Jesús”. Una devoción que no ha escapado al interés de las marcas y partidos políticos que se han apuntado a la fiesta de la memecracia. “Las empresas contratan a gente que sabe manejarse en el mundillo de la creación de contenidos digitales y memes para que les gestionen las redes sociales. En España tenemos tres ejemplos que son bastante interesantes: KFC, Jumpers, y Desatranques Jaén —probablemente el más querido por el público—. Creo que esta dinámica va a ir a más, pero no se va a quedar exclusivamente en la profesionalización del meme, sino en el uso y conocimiento del meme como valor complementario a la creación de contenidos online que, a día de hoy, tiene un peso brutal en el mundo de la publicidad”, afirma el creador de @derribosydeconstrucciones. A nivel político, los partidos también se han apuntado al carro. “La extrema derecha, por ejemplo, lleva ya muchos años usando los memes en sus cuentas o haciéndolos circular. Es peligroso, pero como cualquier unidad de discurso, entiendo que poco a poco el usuario estará más hecho a los memes y será más complicado ‘colarle’ este tipo de cosas”, opina @sntfe. Peligroso y hasta ridículo dicen los creadores. “Los memes que publican los partidos suelen ser malísimos, hechos por responsables de comunicación que no dominan el código y creen que parecerán jóvenes y desenfadados haciendo memes. En general, me parece que el uso que dan la mayoría de partidos políticos a sus redes sociales oscila entre producir aburrimiento o vergüenza ajena”, critica @neuraceleradisima.

“La extrema derecha, por ejemplo, lleva ya muchos años usando los memes en sus cuentas o haciéndolos circular. Pero poco a poco el usuario estará más hecho a los memes y será más complicado ‘colarle’ este tipo de cosas”

@sntfe

“Es normal que, desde los ejércitos a los grupos terroristas, de las empresas más grandes del país al frutero de tu esquina, todo el mundo empiece a utilizar memes. Es la tendencia que estamos viendo”

Iago Moreno (sociólogo por la Universidad de Cambridge)

“Nuestra generación está acostumbrada a apropiarse de elementos culturales, de trastocarlos un poco. Es normal que, desde los ejércitos a los grupos terroristas, de las empresas más grandes del país al frutero de tu esquina, todo el mundo empiece a utilizar memes. Es la tendencia que estamos viendo”, opina Iago Moreno, sociólogo por la prestigiosa Universidad de Cambridge e investigador “de movidas digitales”.

La escena meme

Siendo conscientes del poderío que ha adquirido el meme en nuestro imaginario, ¿se podría hablar de la existencia de una escena meme? Los creadores hablan. “Creo que sí que hay cierta escena y está ayudando a que surjan proyectos y colaboraciones”, apunta @sntfe. “Sin duda y, sobre todo, está aportando variedad. Ahora mismo un formato de meme nace y muere más rápido que nunca por la cantidad de cuentas que están generando contenidos”, señala @policiadelafecto. A este respecto, @grey_trash apunta y advierte que “somos lo que comemos, si tu dieta digital se limita al consumo del Dandy de Barcelona, ‘Sálvame Deluxe’ e influencers millonarios vas a terminar fofo intelectualmente. Y muy frustrado con tu realidad”. Por su parte, @malacarasev (88,3K seguidores) afirma irónicamente: “¿La hay? ¿Pero al estilo trap? No sé si existe, pero por si acaso me tendré que poner mi gorrita en la coronilla y colocarme la riñonera”. Una escena, en esencia, que se dirige a una generación que necesita de representación. “Hay una escena con creadores que están ayudando a visibilizar temas importantes más allá de lo humorístico, o valiéndose de lo humorístico para señalar temas importantes. Pienso en el caso de @culomala, señalando las miserias de las relaciones que ocurren en sociedades patriarcales, o de @feminismoen8bits, denunciando el machismo en la industria del videojuego. Más allá de las inquietudes de cada uno, todas las personas que pertenecemos a la escena memética nos valemos de referencias compartidas que se vuelven comunes, precisamente, por inspirarnos entre nosotros”, señala @neuraceleradisima.

2015 – Drakeposting . Nadie está a salvo de convertirse en un meme, ni siquiera las celebrities. Si no que se lo digan al cantante Drake, que ya siendo un artista consagrado se convirtió en meme por el videoclio de Hotline Bling , que a día de hoy tiene casi 1.700 millones de visualizaciones. En concreto, fueron sus curiosos movimientos y caras de circunstancia en el minuto 1:20 de la canción los que sirvieron para crear el drakeposting, unas de las plantillas de meme más utilizadas.

“Es difícil hablar de una profesionalización de los memes cuando no se remunera o compensa de alguna manera a los mememakers de contenido más allá de la propia exposición. Hay más visibilidad que nunca, pero sigue siendo un mundo bastante precario”

@policiadelafecto

Hay unanimidad en cuanto a la existencia de una escena meme como evidencia cristalina de que el meme ha alcanzado la categoría de movimiento cultural. Pero, ¿y qué hay de su profesionalización? “Es difícil hablar de una profesionalización de los memes cuando no se remunera o compensa de alguna manera a los mememakers de contenido más allá de la propia exposición. Hay más visibilidad que nunca, pero sigue siendo un mundo bastante precario”, opina @policiadelafecto. “Se están dando pasos para que ocurra pero, al final, para profesionalizar algo tiene que haber un salario. Las cuentas de memes a veces podemos lucrarnos con una promoción o haciendo una sección para una revista, pero el 99% de nuestro trabajo es sin remunerar. Por ejemplo, Instagram no paga nada y allí habré subido más de 1.800 memes gratis”, cuenta @sntfe. La misma opinión tiene el administrador de @malacarasev que, además, apunta: “Intento que siga siendo un hobby porque si no pierde frescura, potencia y realidad. Los memes deben seguir partiendo de la base de la sociedad. Como con el flamenco, si quieres cantar bien tienes que haber pasao fatiga”. Y @neuraceleradisima precisa que “se puede hablar tanto de especialización como de profesionalización, pero siempre con un carácter muy relativo. Hay especialización sí, porque la creación memética más visible ya está dejando de ser anónima para nuclearse en torno a una escena de creadores. Pero, a pesar de esto, lo cierto es que la creación y reapropiación de memes sigue estando muy descentralizada y amateur”.

2019 – La mujer que le grita a un gato. La imagen de la mujer llorando y gritando pertenece a un momento de la segunda temporada del reality estadounidense ‘The Real Housewives of Beverly Hills’. Y el gato que come verduras se llama Smudge y tiene 1,4 millones de seguidores en Instagram. El montaje fue realizado por la usuaria de Twitter identificada como @Missingegil bajo el título: “Estas dos imágenes juntas me hacen perder la cabeza”.

“El hecho de que se genere una escena permite que, a su vez, se forme una plataforma para que los creadores de contenidos tengan una oportunidad”

@derribosydeconstrucciones

Si ahora el meme está viviendo su época dorada, ¿qué futuro le espera? ¿La escena que ahora llamamos memesfera debe idealizarse como si fuese un fenómeno único e irrepetible? “Esto me recuerda un poco a la escena del mundillo youtuber de hace unos años. Aunque no vaya a solucionar nada, el hecho de que se genere una escena permite que, a su vez, se forme una plataforma para que los creadores de contenidos tengan una oportunidad. No podemos pretender que los contenidos digitales vayan a consumirse de la misma manera por todas las generaciones. Pongo un ejemplo, ahora todo el mundo está haciendo podcast, cuando hace diez años era algo que solo consumían los frikis y hipsters de turno”, concluye @derribosydeconstrucciones.

Cómo será el meme en una década no lo sabe ni Fernando Simón. Sea como fuere, ¡larga vida al meme!

Si quieres aprender más sobre el universo del meme, participa en nuestro quiz de Instagram: ‘Cuando tú vas, yo meme”

Artículo aparecido en #Mine39, que puedes descargar GRATIS la edición digital interactiva (iOS y Andorid) o pide el número en papel a través de nuestra web www.tienda.ploimedia.com y recíbelo en casa.