La productora indie que se burla de Hollywood

Suyas son las obras de Greta Gerwig (‘Lady Bird’), Sofia Coppola (‘The Bling Ring’, ‘On the rocks’), la oscarizada ‘Moonlight’, la premiada 'Euphoria' y la supernominada 'Minari'. Te contamos el secreto y modus operandi de la distribuidora neoyorquina A24.

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A24 es la distribuidora y productora de cine en la que todo cineasta amateur querría ver sus películas. El sello no solo ha conseguido formar una identidad concreta entorno a su figura, sino que además ha desarrollado todo un estilo de vida con cada artículo que se puede adquirir en su web: desde los guiones de sus películas hasta velas, fanzines y lociones para la barba referentes a sus obras. ¿Cómo ha conseguido subirse al podio de la industria una compañía de películas indies?

El símil sería el siguiente: tratan de olfatear las trufas escondidas de la industria cinematográfica más emergente. Ese sería el secreto y modus operandi de la distribuidora neoyorquina A24. Su especialidad es detectar películas de nuevos cineastas que cuentan el mundo desde un prisma narrativo diferente y una estética muy conectada a los nativos del hipertexto y sus memes. Suyas son las obras de Greta Gerwig (‘Lady Bird’), Sofia Coppola (‘The Bling Ring’, ‘On the rocks’), Ari Aster (‘Hereditary’, ‘Midsommar’), Robert Eggers (‘La bruja’, ‘El faro’) o Barry Jenkins y su oscarizada ‘Moonlight’. Tampoco hace ascos a las series y ha puesto su firma a la exitosa ‘Euphoria’ de Sam Levinson. Y su más reciente joya, ‘Minari‘, del director Lee Isaac Chung, que se llevó el galardón del público y del gran jurado en Sundance, se alzó con numerosos premios internacionales y, hace poco, con el Globo de Oro a la mejor película extranjera, y ha conseguido nada menos que seis nominaciones a los Oscar. 

La empresa no solo ha acogido una enorme cantera de creadores prometedores, sino que ha recogido bajo su regazo productos susceptibles de ser ampliamente comercializados como pop metareferencial. Pero el sumo cuidado de su imagen también afecta a los entresijos de la propia empresa. Hablar del funcionamiento interno de la productora que lo está petando significa especular sobre un misterio difícil de desentrañar. “Durante el tiempo que estuve trabajando allí, la empresa era muy reacia a hablar con la prensa”, comenta uno de sus antiguos responsables del departamento de marketing.

Una escena de la película ‘Lo que esconde Silver Lake’ (Under the Silver Lake) de 2018. Foto: A24

¿Qué tiene A24 para que las miradas estén puestas en ella? Para comenzar, lleva casi desde su creación, en 2012, sin apenas una mancha en su inmaculada selección de films a distribuir. Su suerte en cartelera puede haber sido mejor o peor, pero la calidad técnica y narrativa que acostumbran a presentar sus imágenes es algo difícil de cuestionar. En cada una de sus películas podríamos hablar de, al menos, una secuencia grabada a fuego en nuestras retinas. Los fundadores de A24 —Daniel Katz, David Fenkel y John Hodges, ya veteranos de la industria audiovisual— parecían tener en mente, desde el comienzo, pequeñas grandes películas del indie norteamericano en las que especializarse: aquellas con grandes nombres detrás que respaldasen su inversión y les hiciesen recorrer festivales por todo el mundo. Películas estéticamente icónicas y enigmáticamente bellas, de las que podrías publicar un libro Taschen con sus fotogramas. Sin embargo, fueron otros cuerpos ligeros de ropa los que hicieron que A24 empezase a figurar en el mapa y a asentar las bases de un estilo narrativo en su catálogo.

A24 lleva casi desde su creación, en 2012, sin apenas una mancha en su inmaculada selección de films

El director Harmony Korine agrupaba en una misma juerga chabacana a Vanessa Hudgens, Selena Gómez y James Franco en ‘Spring Breakers ‘(2013). Contaba con un presupuesto de cinco millones de dólares y las ventas de entradas ascendieron hasta los 31 millones en el mundo entero, precedidas por el bombazo que supuso pasar por el Festival de Venecia. Fue en esta ciudad bohemia donde la crítica supo ver mucho más allá de la erotización del crimen. El crítico español Sergi Sánchez escribió en su día que la película era una “sátira sobre la saturación de vacío de la hipermodernidad líquida”. ¿Demasiada filosofía para tanto desmadre? Tras el éxito de ‘Spring Breakers’, es posible localizar esta pátina de despreocupación que disfraza toda una crisis sobre la vida, la identidad y el futuro en muchas otras obras de A24 como ‘Lady Bird’, ‘Moonlight’, ‘La bruja’, ‘The Florida Project’ o ‘En los 90’. Una insoportable levedad del ser que también le valió un premio Emmy a la actriz Zendaya por la serie ‘Euphoria’. La incursión que A24 realizó en la producción televisiva en 2015 generó su primer éxito internacional en HBO, siguiendo la estela trascendental de una juventud muy segura de sí misma pero también muy insegura del mundo que les rodea.

El director Harmony Korine agrupaba en una misma juerga chabacana a Vanessa Hudgens, Selena Gómez y James Franco en ‘Spring Breakers ‘(2013). Foto: A24

La incursión que A24 realizó en la producción televisiva en 2015 con ‘Euphoria’ generó su primer éxito internacional en HBO, siguiendo la estela trascendental de una juventud muy segura de sí misma pero también muy insegura del mundo que les rodea. Foto: HBO Max

Ser o no ser de A24

No es difícil jugar a pensar qué otras películas se identifican tanto con el universo de esta particular productora. El propio Twitter de la compañía bromeaba acerca de la posibilidad de que las películas de ‘Crepúsculo’ perteneciesen espiritualmente a A24, incluso, antes de que existiese. La divertida y original estrategia comunicativa es de las pocas cosas que son mejores que sus películas. En 2013, la encargada del departamento de marketing creativo, Zoe Beyer, comentaba en ‘The Content Strategist’: “No existía ninguna estrategia cuando comencé, nadie me dijo que tenía que ser graciosa. Me animaron a usar mi propia voz y ser yo misma” y, añade, “los fans de Harmony Korine, Sofia Coppola o Jonathan Glazer no se ofenderán si usamos la palabra ‘mierda’ o nos burlamos de Hollywood”. Las ramas de la compañía extienden la “experiencia A24” a través de sus podcast, blog,tienda onliney casa de subastas con objetos de sus films. Una fina línea entre el indie y lo comercial que comienza a simular comportamientos más propios de plataformas como Netflix, Amazon o AppleTV con las que, por cierto, mantiene acuerdos para estrenar sus últimas producciones.

Las ramas de la compañía extienden la “experiencia A24” a través de sus podcast, blog, tienda online y casa de subastas con objetos de sus films

La coexistencia de esta productora en el arquetípico mundo de Hollywood es, sin duda, una muestra de que la industria está mutando. Un futuro que parece estar bajo la superficie.


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