El diario de la vida (pre)pandémica de Xoel López

Hablamos con el artista gallego Xoel López y nos desvela los pensamientos que le han asaltado durante esta nueva normalidad. Intenso y liberador, así define sus dos últimos años.

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Para este músico gallego, su 2019 no tuvo nada que ver con 2020. Y dirás, vaya novedad, para nadie lo ha sido. En su caso, la partición es más abrupta, porque en el primero lo vivió todo como para encapsular ese año en su último disco, ‘Si mi rayo te alcanzara’, y el segundo supuso parar en seco y no poder presentarlo en condiciones. Este es el diario personal de Xoel López (A Coruña, 1977), uno de los artistas españoles más reconocidos del panorama musical.

“2019 no tiene nada que ver con 2020. Yo lo veo como un viaje agradable a un año que recuerdo como mejor. Creo que hasta estoy empapándome un poco de lo que dejamos atrás gracias a tener que revivirlo para presentar el disco. El salto es más bestia pero, por otro lado, es bonito recordar una época que todos echamos de menos y queremos que vuelva”.

“2019 fue muy intenso a nivel emocional, el disco funcionó a modo de diario porque estuve escribiendo canciones durante todo el año. Hay canciones hechas de resaca, recordando el día anterior, a las cinco de la mañana, canciones de domingo gris lluvioso y de estar relajado y equilibrado. También hubo momentos oscuros, pero siempre buscando que sirvan para algo. Eso es una dinámica en mi carrera, entender esos momentos para crecer, aprender, cerrar etapas y abrir puertas”.

“Me sentía en un ciclo vital diferente y lo quise explicitar desde los cimientos del disco. Empecé poniendo a David Quinzán como parte de la composición, algo que no había hecho en mi vida porque siempre había compuesto mis canciones al cien por cien. Luego metí a Campi Campón como único productor, cuando siempre fui parte de la producción. Me fui quitando lastres y eso me dio perspectiva y aire como para poder ver el conjunto y estar siempre con un pie dentro y un pie fuera, de forma que yo tenía margen de maniobra. Delegar es parte del crecimiento y creo que es para mejor, la experiencia en ese sentido fue maravillosa”.

“En todas las entrevistas estamos hablando del contexto más que nunca. La primera parte de la composición está encapsulada ahí en 2019 y me parece un lugar perfecto al que volver. La pandemia afectó directamente a la grabación y, para mí, 2020 ha sido un año un poco ingrato y siento cierta frustración. Ahora sale el disco y no hay una gira planeada, porque todo va sobre la marcha”.

“‘Si mi rayo te alcanzara’ es mi disco más liberador en muchos sentidos, donde me explayo, me permito bailar, bajo al barro. Me permití hacer todo y creo que está un poco fuera de tiempo, porque ahora mismo si algo no tenemos es libertad. Por eso quiero pensar que este disco es como una pastilla para sentir esa libertad. Al final, la música salva y te permite viajar, ir a otro tiempo, revisitar tu vida”.

Cuando salimos de casa tras la cuarentena para seguir grabando el disco llegamos como toros al estudio de grabación, hice unas tomas de voz y fue como un rayo liberador y se nota. Esto es un poco técnico, pero resulta que el micrófono que usamos para grabar es un multiprocesador cojonudo que se supone que se mira, pero no se toca. Pues yo lo cogí como si fuera un micro de directo, me tiré al suelo, sudé, nos reímos… Creo que eso no hubiera pasado si hubiera continuado todo como venía siendo. Esa es una parte que rescato, ese momento de liberación fue un pico de optimismo”.

“Se decía mucho en el confinamiento lo de ‘puedes aprovechar para reflexionar sobre la vida’ y yo pensando ‘si me paso la vida reflexionando, lo que quiero es salir de mi casa’ —ríe—. En ese sentido, no disfruté esa parada que mucha gente sí hizo”.

“Lo de los conciertos con la gente sentada y con mascarilla o por streaming me parece un horror, creo que es algo totalmente antinatural. Ahora es importante demostrar la capacidad de adaptación que siempre hemos tenido en mi gremio. Esto es una vuelta de tuerca más hacia algo más complejo todavía, lo que estamos haciendo es casi equilibrismo. Nunca había estado tanto tiempo sin tocar en directo en mi vida”.

“Cuando vuelva todo a ser como antes nos vamos a olvidar de esto y ya está. No creo mucho en “lo que la pandemia me enseñó”. A mí lo que la pandemia me enseñó es que esto no lo quiero”.

En 2021 sí me sale ser más positivo, incluso siendo realista, me sale serlo. Tengo esperanza en la primavera y el verano que viene. Al principio de la pandemia pasé una crisis y me costó un poco adaptarme y tuve un bloqueo de creatividad, pero ahora llevo un par de meses haciendo canciones, bastante influidas por el contexto actual, claro, y, tal vez, haga un pequeño EP con eso”.


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Fotos: Mónica Figueras