Este es el juego de mesa que evitó un embargo

El 'fenómeno Catan' arrasa en una generación nacida entre pantallas y videojuegos. ¿Tú también eres un 'catanadicto'?

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Rai-Breitenbach es un pequeño pueblo alemán de apenas 900 habitantes muy cerca del estado de Baviera. Sus verdes parajes, frondosos bosques y el imponente castillo Breugerg de estilo gótico y renacentista dibujan las postales de este municipio. Seguramente no te suene de nada, pero este idílico paisaje es el punto de origen y una inspiración para el juego de mesa más exitoso del siglo XXI. En este lugar nació y creció Klaus Teuber, el creador de juegos de mesa más importante de la historia moderna. Este alemán de 66 años, con mirada cándida, bigote pizpireto y cabellera despoblada y canosa lleva más de 30 años inventando mundos sobre tableros. Pero, sin duda, es sumamente conocido por ser el padre de Los colonos de Catan, mundialmente conocido como Catan. Si no te suena todavía, te lo acabarás encontrando en casa de algún amigo porque su crecimiento está siendo imparable.

La mente inquieta de Teuber comenzó a desarrollar juegos a principios de 1980 para sobrellevar la rutina de trabajo en la clínica dental de su padre. En 1988 publicó su primer juego, Barbarossa y los maestros del hechizo, que obtuvo el Spiel des Jahres, el máximo galardón del sector. De repente, empezó a creer que podía ganarse la vida con la creación de juegos de mesa y convertirse en un sustento para su familia, que por entonces estaba atravesando una grave crisis económica y amenazas de embargo.

Tiempo después creó el juego más exitoso hasta la fecha. Imaginó la historia de una isla habitada durante la era vikinga y se preguntó qué harían los descubridores cuando llegaran. Pensó en las necesidades básicas para comenzar a civilizar la tierra descubierta: piedra, madera, ganado, barro para construir, cosecha…

Construyó los prototipos de Die Siedler von Catan –nombre original en alemán– con parte del material de una máquina de chicles que encontró en la calle. Aunque recuerda que, por entonces, su historia no obtuvo el favor de los editores, actualmente Catan se ha traducido a más de 41 idiomas. “Es un juego muy comunicativo y pacífico. No se destruye, sino que se construye y hay que convencer a otros jugadores”, explica Teuber.

Este juego de mesa, que tiene un precio de venta de 38 euros, ha vendido más de 27 millones de copias en todo el mundo desde su primera edición en 1995. Más de 110.000 copias en España durante el último año y más de medio millón desde que recaló en nuestro país en el año 2000. Cifras nada desdeñables para un simple tablero con pequeñas piezas en plena era de la tecnología.

En España se han vendido más de 110.000 copias de Catan

Gráfico: relajaelcoco

Gráfico: relajaelcoco

Se han vendido más de 27 millones de copias de Catan en todo el mundo desde su primera edición en 1995

La dinámica consiste en que los jugadores –entre tres y seis– deben prosperar y colonizar la isla desierta a partir de los recursos naturales de los que se dispone: madera, trigo, arcilla, lana de oveja y minerales. Si consigues obtener tierras productivas y las mantienes a salvo del resto de jugadores vas sumando puntos que te aseguran tu prosperidad: si construyes un poblado te llevas un punto, dos por una ciudad, otros dos si logras la carretera más larga… Gana la partida quien alcance diez puntos antes que sus contrincantes.

Aunque haya un ganador como en cualquier juego de mesa, en Catan existe una gran diferencia y, seguramente, es el valor que le hace único: la colaboración. “Es un juego equilibrado, con unos mecanismos que podrían calificarse de mágicos. Todos los jugadores disponen de recursos, pero ninguno tiene todos los necesarios, tiene que negociar para obtenerlos; una regla específica, aparentemente invisible, reequilibra el juego si un jugador coge demasiada ventaja”, explica Oriol Comas i Comas, experto en juegos de mesa y autor del libro ‘El mundo en juegos’. “Catan cambió las cosas introduciendo un tablero modular de manera que es diferente para cada partida, dándole así mucha rejugabilidad y, a la vez, consiguió un mejor equilibro entre suerte y habilidad, que es lo que caracteriza a un buen juego de nivel familiar”, apunta también Xavier Micharet, propietario de la tienda especializada en juegos de mesa Via Lúdica.

Vicio para gurús de la tecnología

El tablero de Teuber es la nueva actividad preferida de las mentes pensantes de Silicon Valley. Tanto es así que, de hecho, ya lo conocen como el nuevo golf de los ejecutivos. Ha logrado conquistar al creador de Facebook Mark Zuckerberg, que se confiesa un fanático del mismo, y al cofundador de LinkedIn, Reid Hoffmann, que lo utiliza en las propias entrevistas de trabajo. “Catan se ha convertido en el juego favorito de muchos gurús de Silicon Valley porque es un pasatiempo en el que se puede comerciar con los otros jugadores ofreciéndoles y argumentando tratos y escuchando sus contraofertas. Por este mismo motivo hay empresas de allí que incluso han introducido este juego en sus procesos de selección de empleados como una dinámica de grupo más en la que observan cómo interactúan y negocian con el resto”, señala Xavier Micharet.

“Catan toma el relevo a lo que fue el Monopoly en el siglo XX”, Joaquim Dorca, socio director de la casa de juegos Devir, empresa distribuidora de Catan en España, Italia y Portugal

Pero aquellos que aún piensen que es otro juego de mesa para frikis, tal vez cambien de opinión al saber que los actores Kristen Bell y Dax Shepard prefieren jugar una ronda de Catan en lugar de ir a la fiesta de los Globos de Oro; y que la actriz Mila Kunis es otra fanática del juego. “Quiero construir un camino y necesito troncos de madera, ¿alguno de vosotros tiene un buen tronco?”, suelta Sheldon Cooper en un capítulo de ‘The Big Bang Theory’. Sí, también sale aquí.

“Desde luego, Catan toma el relevo a lo que fue el Monopoly en el siglo XX”, apunta Joaquim Dorca, socio director de la casa de juegos Devir, empresa distribuidora de Catan en España, Italia y Portugal. Medios estadounidenses como Wired y The Washigton Post lo han denominado “The Monopoly killer” y “El Monopoly de nuestro tiempo”. Para que un novato en juegos de mesa nos entienda, Catan ha destronado al considerado mejor juego del siglo XX en un contexto actual de crítica ferviente contra el capitalismo voraz. “La gran diferencia es que si Monopoly representa la especulación, Catan lo que representa son las situaciones de win-win en términos de negocio”, puntualiza Dorca.

“Es muy dinámico, cada partida es distinta y eso te anima a jugar. Es el típico juego que cuando termina tienes ganas de jugar otra vez” Jesús Gayoso, campeón de España de Catan

Aunque las cifras de venta de Monopoly sean de récord –ha sido utilizado por más de 500 millones de personas, convirtiéndose en el juego de mesa más jugado del mundo, según el Libro Guinness–, los expertos vaticinan un futuro más próspero a Catan. “Es muy dinámico, cada partida es distinta y eso te anima a jugar. Es el típico juego que cuando termina tienes ganas de jugar otra vez”, opina el informático Jesús Gayoso Cuesta, campeón de España de Catan 2018, quien apunta, además, que desde que juega a Catan ha notado un cambio de perfil del jugador de juegos de mesa.

Las cifras del sector señalan que los juegos de estrategia modernos han acabado con el reducto masculino. “Los juegos de mesa acostumbraron a ser durante mucho tiempo, tanto temáticamente como por el tipo de exigencia de horas, un entretenimiento friki de los que no salían ni de copas ni jugaban bien a fútbol. En la última década, las mujeres, con todos los cambios sociales y culturales, empezaron a acercarse a esta afición por un tema social, porque el juego de mesa junta personas”, asegura Dorca, que concluye que este cambio social “ha doblado prácticamente el mercado y multiplicado la experiencia de forma potencial”.

Un aspecto en el que también está de acuerdo el propio creador del juego. “Aquellos que se involucran en él y se acercan a sus compañeros de equipo pueden influir en sus movimientos y así reducir el factor suerte. Esta es una de las razones por las que Catan tiene un gran atractivo especialmente para las mujeres, que a su vez es probablemente la razón de su éxito”, asegura Klaus Teuber.

Coexistencia con videojuegos

Y es que el éxito de Catan es motivo de orgullo para los responsables del sector de los juegos de mesa, que ha podido capear con dignidad la crisis económica y la amenaza digital. En 2018 facturó más de 110 millones de euros en España y cada año experimenta un crecimiento continuado. “Está previsto que crezca entre un 9% y un 12% anualmente en los próximos cinco años”, señalan desde la empresa Devir, una de las distribuidoras de juegos de mesa más importantes del mundo. “El Catan de Klaus Teuber fue un juego pionero para generar este crecimiento de la afición a los juegos de mesa y lo sigue siendo dos décadas después de su aparición”, apunta Jesús Torres Castro, autor de juegos y presidente de la Asociación Cultural Jugamos Tod@s, que organiza el campeonato de España de Catan y ha sido testigo del crecimiento de participantes en los últimos años.

“El videojuego es la versión tecnológica del juego tradicional. Y, entre los juegos tradicionales, los de mesa son un clásico. Ayudan de una manera muy visual y práctica a entender el proceso y principios de un videojuego” Belén Mainer, directora del Grado en Creación y Narración de Videojuegos de la Universidad Francisco de Vitoria

“Mientras que al Monopoly ya no se juega –pero se regala mucho, puesto que sigue siendo un símbolo de prestigio lúdico–, Catan se sigue jugando, en especial en gente que empieza en el mundo del juego no digital”, señala Antonio José Planells, profesor de introducción al diseño y narrativa del videojuego en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. A sus alumnos, futuros creadores de videojuegos que han crecido entre pantallas, les introduce desde el primer curso en el mundo de los tableros como fundamento básico para crear juegos digitales, y con los años ha notado que cada vez son más los jóvenes que llegan a la universidad con un mayor conocimiento de los juegos de mesa.

“El videojuego es la versión tecnológica del juego tradicional. Y, entre los juegos tradicionales, los de mesa son un clásico. Ayudan de una manera muy visual y práctica a entender el proceso y principios de un videojuego”, apunta en este mismo sentido Belén Mainer, directora del Grado en Creación y Narración de Videojuegos de la Universidad Francisco de Vitoria.

La coexistencia pacífica entre el juego analógico y el digital también se explica por el buen uso de la tecnología por parte del sector. “El juego moderno, los Eurogames como Catan y Carcassone, han utilizado la tecnología e Internet como una muleta, como un accesorio de lo que ocurre en el mundo real”, explica el responsable de Marketing de Devir.

Este aspecto es importante para entender por qué este juego se encuentra entre los mejores juegos de tablero para smartphone y tablet. “Las posibilidades digitales refuerzan los juegos de mesa”, explica Teuber, que confiesa que de vez en cuando se echa una partida online con otros jugadores, “pero la mayoría son mucho mejores que yo”, reconoce. Aunque cueste creerlo, esto es cierto. Otra de las claves de este juego de mesa es que “el azar está medido y todo el mundo puede llegar a ganar sin tener grandes conocimientos de Catan”, asegura el campeón de España.

Tiempo en familia y amigos

Entre las muchas cualidades que puede aportar este juego de mesa, se le debe agradecer especialmente la reintroducción de un hábito que parecía perdido entre tantos likes e inputs digitales. “Un gran logro de los juegos modernos surgidos en Alemania a finales del siglo XX fue el concepto de juego familiar, juegos con reglas entendibles por niños pero que también ofrecen diversión a personas adultas. Eso permite que la familia juegue a lo mismo. Esa fue la gran base de la explosión del negocio que surgió en Europa y de la que Catan es muy responsable”, apostilla Torres Castro, de la Asociación Cultural Jugamos Tod@s.

Un concepto familiar que también está presente en la vida de su creador. Teuber acabó dejando el mundo de los implantes dentales para dedicarse al mundo de los juegos de mesa. Actualmente, dirige la empresa Catan GmbH junto a su esposa y sus dos hijos, Guido –encargado de las relaciones con Asmodee, empresa editora del juego en países angloparlantes– y Benjamin –que crea juegos junto a su padre–. Catan no deja de ampliar su experiencia y ya cuenta con más de 14 variantes entre expansiones y tableros basados en un juego que, un día, imaginó este alemán y que salvó a su familia de la quiebra.

*Artículo original aparecido en el número 37 de Mine. Pide tu ejemplar en papel en tienda.ploimedia.com o descarga la edición digital interactiva para iOS o Android. 

Gráfico: relajaelcoco