La primera en la frente. Roberto Encinas, jefe de desarrollo de negocio de Casual Robots –una de las empresas líderes en el sector y colaboradora de la muestra que alberga Espacio Fundación Telefónica–, nos aclara que “en la actualidad, los robots están encaminados a ser un apoyo y no una sustitución del ser humano”. Nos olvidamos del momento cervecero entonces –sniff, sniff–. De hecho, si algo hemos aprendido con la exposición ‘Nosotros, robots’ es que son unas máquinas creadas para dar un servicio al ser humano –la palabra ‘robot’ viene del checo y significa servidumbre–. Y, como toda servidumbre, no debe exigir trabajo al dueño; por eso, solo se considera robot aquella máquina que da un servicio de forma autónoma. Sí, la aspiradora que va sola por tu casa es, por tanto, un robot.
Actualmente están más presentes de lo que pensamos. Se pueden encontrar tanto en los procesos industriales para tareas pesadas y peligrosas, como en la limpieza del hogar o en la asistencia quirúrgica para las operaciones de seres vivos. Ya hay algunos que apoyan a personas con trastornos como el autismo o, incluso, robots sexuales. Pero tampoco te vengas arriba porque, aunque puedan darte una satisfacción sexual, nunca te reconfortarán anímicamente. “Los robots pueden imitar las emociones, pero no tenerlas”, recuerda Encinas. Reeti, creado por Casual Robots, es uno de estos robots capaces de simular sentimientos. Gracias a su cara flexible y a 15 ejes de movimiento en cuello, ojos y orejas, puede reproducir diferentes estados y sus sensores táctiles le permiten reaccionar al tacto. Reeti también tiene integradas unas cámaras que le ayudan a interactuar con su entorno y atender correctamente a los humanos.
“En la actualidad, los robots están encaminados a ser un apoyo y no una sustitución del ser humano” Roberto Encinas, de Casual Robots
Hablando de compañía y atención, era cuestión de tiempo que el mejor amigo del hombre tuviera su versión electrónica. Genibo, un perro robótico de la empresa coreana Dasarobot, simula emociones, aprende órdenes y reconoce a su amo gracias a una cámara integrada en el hocico. Ni siquiera el agua es un impedimento para la fauna autómata. La firma francesa Robotswim creó a Jessiko, un híbrido robótico entre pez y delfín en miniatura que puede nadar. Se acabó aquello de no tener mascota por tener que limpiarla o alimentarla.
Pero estos animales metálicos no solo sirven para hacer entretener a los humanos. En la Universidad Politécnica de Varsovia crearon unos robots abeja capaces de polinizar artificialmente. Lo que a primera vista podía parecer solo posible en el mundo de ‘Black Mirror’, va siendo cada vez más ciencia y menos ficción, pero todavía queda mucho trabajo que hacer. “Utopías y distopías se suceden y mezclan a partes iguales en la literatura y el cine. Pero para llegar a unas y a otras, aún queda un largo camino que recorrer”, admite Encinas.
“Los robots pueden imitar las emociones, pero no tenerlas” Roberto Encinas, de Casual Robots
Por ahora, los robots más usuales son aquellos que trabajan como vigilantes de seguridad, guías de museos, en puntos de acreditación e información y como maestros de ceremonias. El ejemplo más completo que ofrecen en Casual Robots es Promobot V2, un robot humanoide capaz de trabajar en puntos de venta, información y acreditación. Entre otras muchas funciones, Promobot V2 puede reconocer más de 10.000 rostros, realizar cobros con su datáfono integrado o imprimir documentos.
Pero no hay que preocuparse, los robots no vienen a robar puestos de trabajo. “Es un fenómeno imparable, pero no necesariamente va a tener consecuencias devastadoras para el ser humano en temas como el empleo o las relaciones sociales”, afirma Encinas. Así que, ¿estás listo para integrar definitivamente a nuestros compañeros del futuro en tu vida cotidiana?
Exposición ‘Nosotros, robots’
Para conocer más sobre robots, visita la exposición ‘Nosotros, robots’. La muestra reflexiona, a través de una selección de cerca de 50 robots, sobre los retos a los que se enfrenta la humanidad ante el desarrollo imparable de estas máquinas, y, además, sobre las posibilidades que ofrecen para transformar el futuro.
Hasta el 3 de febrero de 2019
Espacio Fundación Telefónica
(Calle Fuencarral, 3, 3ª planta – Madrid)
Miércoles 10:30, 12:00 y 17 horas. Sábados 10:30 horas.
Más información en: espacio.fundaciontelefonica.com