Desde el mostrador de la farmacia de Alcalá de Henares en la que trabaja, Álvaro Fernández (1987, Soria) nunca pensó que terminaría por convertirse en todo un influencer gracias a sus divertidos e instructivos vídeos. Y es que, en los últimos dos años, Farmacéutico Fernández ha atesorado ya 486.000 followers en Instagram y más de 1,2 millones de seguidores en TikTok. ¿Su secreto? Desmontar con humor y un lenguaje cercano y claro los cientos de mitos y bulos sobre salud y, en especial, sexo que abundan en internet. Ahora, acaba de publicar el libro ‘Nadie nace sabiendo‘, un manual de sexología con el que busca a ayudar a los más inexpertos y a cualquiera que haya caído en alguno de estos bulos.
Nosotros nos hemos atrevido a preguntar todo aquello que hubieras querido saber sobre sexo y fármacos. Y nos ha quedado un consultorio de lo más completo.
Después de tantas dudas respondidas en TikTok. ¿Te ha sorprendido la desinformación general de los españoles en cuanto a farmacología y sexo?
Sí. Sobre sexualidad al principio me sorprendió mucho, aunque ahora ya he perdido un poco la capacidad de sorprenderme. En cuanto a los fármacos, ya sabía que había desinformación porque llevo muchos años detrás del mostrador y sé que hay muchas cosas que la gente desconoce, incluso, de fármacos que usan habitualmente.
¿A qué crees que se deben tantos mitos y falsas creencias en lo vinculado al sexo?
Básicamente a que ha sido siempre un tema tabú y a que la educación sexual no es suficientemente buena o no tan buena como debería ser. Esto hace que se genere mucho falso mito porque, claro, como no hay información fiable cada uno se hace un poco su componenda y la comparte con el de al lado, un poco como el teléfono estropeado.
¿Hasta qué punto son peligrosos estos mitos?
Pues depende cuáles. Hay algunos que son más anecdóticos y graciosos que otra cosa, como el de que se corta la mahonesa si una mujer se pone a batirla mientras tiene la menstruación, pero otros como que en la primera relación sexual no se puede producir embarazos, pues implica sus riesgos, obviamente.
Hablando de este mito sobre la primera vez, ¿Qué otros bulos existen que pueden provocar embarazos no deseados?
Está muy extendido también lo de que durante la menstruación es imposible que se produzca un embarazo. Es verdad que es menos probable que en otros momentos del ciclo donde se es más fértil, pero no es imposible. De este tipo hay muchas. Otra es que en el agua, si tienes relaciones en una piscina, es imposible quedarse embarazada —ríe—. La marcha atrás es otro método muy poco fiable y está muy extendido que es imposible quedarse embarazada con el líquido preseminal porque no tiene espermatozoides, que no los tiene, pero puede arrastrar espermatozoides de eyaculaciones anteriores y ocasionar un embarazo.
En los últimos años surgen muchas críticas a las pastillas anticonceptivas. ¿Qué riesgos entrañan?
Esto no es nuevo, pero ahora se ha extendido y es más intenso ese debate. La realidad es que los anticonceptivos no dejan de ser fármacos y como todos ellos tienen sus efectos secundarios. Hay muchos que son ciertos y otros, no. Por ejemplo, no está demostrado que afecte a la fertilidad a largo plazo. El de los trombos sí que es cierto y aumenta la probabilidad de sufrir ciertos accidentes cardiovasculares. De hecho, hay anticonceptivos completamente desaconsejados en mujeres fumadoras de más de 35 años porque el tabaco es otro factor que hace los trombos más probables. ¿Cuál es el riesgo? No es muy elevado, lo que pasa es que es un efecto secundario que si se produce es muy grave. Pero esto pasa con muchos otros fármacos.
¿Cómo cuáles?
El Nolotil, por ejemplo, que es casi de uso habitual puede producir fallecimiento casi inmediato en determinados casos. Entonces, lo que hay que hacer es conocer el fármaco y anticonceptivo, conocer los efectos negativos que puede tener y valorar los pros y los contras en cada caso. Además, las anticonceptivos muchas veces son un recurso que los ginecólogos emplean para mujeres que tienen reglas muy irregulares, desarreglos hormonales o reglas muy dolorosas.
¿Y la píldora del día después como anticonceptivo?
La píldora del día después yo ni la incluiría dentro de los métodos anticonceptivos, aunque lo sea. Pero no puede ser considerado un método de uso frecuente ya que no es su fin y es un recurso de emergencia. Si todo lo demás ha fallado y se te ha roto el preservativo, se te ha olvidado tomarte o ponerte el método anticonceptivo que uses de forma regular, puedes recurrir a la píldora del día después pero no puede ser algo usado de forma habitual.
Hablando de bulos y de ITS, el VIH es el gran señalado. ¿Qué estigmas toca ya desmontar?
Primero que quien tiene ya VIH tiene una esperanza de vida, algo menor, pero casi igual de quien no lo tiene porque los tratamientos han avanzado mucho. Hace unos años quien tenía VIH duraba lo que duraba y la esperanza de vida se reducía una barbaridad. A día de hoy, es una enfermedad con la que se puede vivir perfectamente si sigues el tratamiento debido. Otro mito es el de la transmisión por saliva, algo que, en verdad, es casi imposible. Pero es cierto que el VIH es, dentro de las ITS, la más conocida y se han hecho muchas películas. Si buscas información sobre el VIH enseguida te va a saltar “esto no es verdad”.
¿Y cuáles son más desconocidas e, incluso, más peligrosas?
Más peligrosas no sé, porque si tienes VIH y no te tratas es la más peligrosa, aunque ni mucho menos la que tiene mayor incidencia. Las bacterianas como la gonorrea o la sífilis están creando resistencia a los antibióticos. El Virus del Papiloma Humano es la más extendida. Es verdad que la mayoría de casos no son graves, pero es el responsable del 99% de los cánceres de útero, por ejemplo.
¿Es necesaria una mayor educación sexual en las aulas y fuera de ellas?
Es necesaria más educación sexual. Tampoco creo que tenga que ser en tu casa donde te la tengan que dar porque la educación sexual muchas veces no solo falta a los jóvenes. La educación sexual que recibieron las generaciones pasadas no es mejor que la de ahora, probablemente, fuera mucho peor. Entonces, probablemente, deba recaer en el colegio por ser lo más sencillo, pero también habrá que darles miedos. Muchas veces cualquier profesor te da la educación sexual y explica cómo poner un preservativo. Tendría que darla gente formada en la materia.
Imagino que habrás recibido dudas de todo tipo. ¿Cuáles son las más comunes y cuáles te han dejado completamente a cuadros?
Yo he perdido un poco la capacidad de quedarme a cuadros —ríe—. La primera que dije: “No es posible que me pregunten esto”, fue cuando me preguntaron: “¿Cómo es posible que una mujer hiciera pis con un tampón puesto?” Esto me dejó completamente fuera de juego y, desde eso, he perdido la capacidad de sorprenderme. En el caso de las mujeres adolescentes que es de quienes más preguntas recibo, la pregunta más recurrente es: “¿Me puedo quedar embarazada si…?” y complétalo con lo que quieras. En el caso de ellos, la pregunta es: “¿Cómo puedo durar más?” o “¿Cómo puedo tenerla más grande?”.
Y hablando de los fármacos. Como profesional, ¿qué actitudes son las más peligrosas?
Lo primero automedicarse que, en general, es peligroso porque implica que te has hecho un autodiagnóstico en el que puedes equivocarte porque, para eso, ya hay profesionales. Las resistencias a antibióticos que ya están entre las 10 prioridades de la OMS en salud son, en gran parte, por el mal uso que hacemos de los medicamentos. Mucha gente no sabe usarlos correctamente, se toma un antibiótico para cosas que no son. O si el tratamiento dura 7 días, te lo tomas 3 días y, como te encuentras mejor, dejas de tomarlo. Con el antibiótico hay que completar el tratamiento porque, que tú te encuentres mejor, no quiere decir que la infección esté superada y si no eliminas esas bacterias, les das espacio para que respiren y proliferen.
Tus vídeos en redes cumplen una importante función divulgativa pero hay quienes usan TikTok, por ejemplo, para proponer retos virales muy peligrosos como el de pinchar preservativos en supermercados. ¿Es necesario un mayor control y censura de las redes sociales?
Yo ese no lo he visto pero hay que ser cabrón—ríe—. Yo diría que sí es necesario un mayor control pero entiendo que es muy difícil de llevar a la práctica. Las redes sociales tienen un poder de difusión del mensaje brutal para lo bueno y lo malo, cualquier cosa se puede hacer viral. Cosas como lo de los preservativos ya no me parece un reto peligroso, creo que puede ser hasta un delito y un atentado contra la salud pública. El problema es que es muy difícil llevar un control y hay muchos límites de qué es un control benigno y qué es censura.