Ni más ni menos que casi 50 años ha tardado la Academia de Cine estadounidense en pedir disculpas a la actriz Sacheen Littlefeather por su vergonzoso trato y actitud discriminatoria. La organización de los célebres premios Oscar llega 50 años tarde para intentar enmendar los deleznables gestos y abucheos que la actriz sufrió cuando acudió en nombre del actor Marlon Brando, quien rechazó la estatuilla que le habían concedido por su papel en ‘El padrino’. Littlefeather criticó en su discurso de 1973 el trato que su pueblo sufría por parte de la industria cinematográfica y, aunque recibió algunos escasos aplausos, la mayoría de asistentes abucheó a la actriz e, incluso, John Wayne intentó agredirla, según confesó en 2020 la actriz. Así es como su vida y carrera se vio marcada por un speech de 60 segundos que vieron en directo 85 millones de personas.
Era 27 de marzo de 1973 y en el Dorothy Chandler Pavilion de Los Ángeles se celebraba la 45ª edición de los Óscar en la que ‘El Padrino‘ era la clara favorita y terminó alzándose con 3 estatuillas, entre ellas Mejor Película y Mejor Actor. Sin embargo, todos estaban expectantes ya que Marlon Brando, el actor que daba vida a Vito Corleone, no estaba entre los asistentes y debía recoger su premio. Fue la actriz Sacheen Littlefeather, que en aquel momento tenía 26 años, la encargada de salir a rechazarlo. Brando no quiso recoger su estatutilla por el trato vejatorio que los nativos americanos recibían en la industria y los recientes acontecimientos de la ocupación de Wounded Knee, unos altercados violentos ocurridos en Dakota del Sur ese mismo año entre agentes federales y nativos americanos.
La actriz subía vestida con el atuendo típico del pueblo Apache al escenario y, tras rechazar con timidez el premio, comenzaba un conciso discurso pactado con el actor por el que algunos incluso comenzaron a hacerle el tomahawk chop, un gesto ofensivo para los nativos que simula un hacha con el brazo. “Soy apache y presidenta del Comité Nacional de Imagen Afirmativa de los Nativos Estadounidenses. […] Marlon Brando rechaza este generoso galardón y esto se debe al maltrato de los indios estadounidenses en la actualidad”, comenzaba la actriz entre aplausos y abucheos. “Pido no haber sido una molestia esta noche y que en el futuro nuestro entendimiento sea con amor y generosidad”, finalizaba mientras muchos le increpaban su actitud desde las butacas. Incluso los presentadores de la gala, Raquel Welch y Clint Eastwood, hicieron bromas y burlas racistas al respecto. Y Michael Caine, copresentador de la gala, criticó a Brando por “dejar que una pobre chiquilla india se lleve los abucheos” en vez de dar la cara él. Por su parte, la prensa trató de desacreditar a Sacheen Littlefeather asegurando que no era una activista nativa, sino una actriz mexicana.
Durante años se olvidó la que fue la primera declaración y protesta política en la historia de los premios, pero ahora la Academia ha querido asumir su culpa y reconciliarse con su pasado. “El abuso que has soportado por tus declaraciones ha sido inmerecido e injustificado. La carga emocional que has tenido que sobrellevar y el precio que ha supuesto para tu carrera en nuestra industria es irreparable. Durante demasiado tiempo, el coraje que mostraste no ha sido reconocido. Por ello, ofrecemos nuestras más sinceras disculpas y nuestra sincera admiración”, se lee en la carta firmada por el presidente de la Academia, David Rubin. Y la respuesta de la actriz ha estado cargada de ironía: “Los indios somos gente muy paciente. ¡Tan solo han sido 50 años!”.
Vetada en el séptimo arte
Pero, ¿quién era Sacheen Littlefeather? Marie Louise Cruz nació en California en 1946, tenía ancestros apaches por parte paterna y descendía de un linaje francés y holandés por parte materna. De pequeña sufrió abusos sexuales, estuvo desantendida por sus padres que padecían enfermedades mentales y padeció una fuerte tuberculosis que la hizo vivir largos periodos en el hospital para recibir oxígeno. De joven comenzó a trabajar como modelo y actriz en películas del género western como ‘El juicio de Billy Jack’ y un par de películas sin acreditación como ‘San Francisco, ciudad desnuda’.
Tras su discurso —resumido a 60 segundos por orden de la Academia, pero que ocupaba ocho páginas en total que después leyó a la prensa—, los medios de comunicación la criticaron y la industria le dio la espalda. Grabó cuatro películas más en la década de los 70 como ‘Nube de fuego’ 0 ‘Caza al sol’ y luego fue relegada al olvido.
Trabajó con Teresa de Calcuta y ayudó a pacientes con sida en cuidados paliativos
Pero si por algo se definió en su vida fue por su activismo. Fue miembro del grupo Indian of All Tribes y participó en la ocupación de la isla de Alcatraz en 1969. En esta ocupación, que duró 19 meses, participaron 89 nativos americanos que exigían que el terreno de la isla fuera devuelto a los indios americanos. Y es que, según el Tratado de Fort Laramie entre los Estados Unidos y la tribu Lakota, todas las tierras federales abandonadas o en desuso deben ser devueltas a los indios que una vez vivieron en ellas y, desde 1963, la penitenciaría de Alcatraz estaba cerrada. La actriz continuó haciendo activismo y se convirtió en un referente del pueblo nativo americano. Además, en 1988, trabajó con Teresa de Calcuta y ayudó a pacientes con sida en cuidados paliativos y cofundó el Registro Nacional de Artes Escénicas Indias Americanas en 1979.
Durante toda su vida, la activista tuvo una salud delicada. Con 29 años, sus pulmones colapsaron por la tuberculosis que había sufrido de niña. Estuvo mucho tiempo enferma y descubrió que con un enfoque holístico mejoraba notablemente. Obtuvo una licenciatura en salud y nutrición holísticas con la que trabajó como consultora de salud para las comunidades nativas americanas. En la actualidad, Sacheen Littlefeather tiene 75 años, continúa viviendo el norte de California y recibe quimioterapia a causa del cáncer de pulmón que padece. El próximo mes de septiembre, participará en un mesa redonda en el Museo de la Academia donde se reflexionará sobre la visión de los indios americanos en el cine. Sin duda, ella sabe de lo que habla y el tiempo le ha acabado dando la razón.