De ‘Juego de Tronos’ a ‘The Last of us’: ¿qué tiene Pedro Pascal, que todo el mundo le adora?

El actor Pedro Pascal se ha erigido como uno de los rostros más valorados de la pequeña pantalla. Intentamos darle una explicación al “boom” Pascal recorriendo toda su carrera.

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En Twitter ya han bautizado el fenómeno como “Pascalorian”, en honor a su papel protagonista en la serie ‘The Mandalorian’. Ha copado algunas de las ficciones más importantes de la última década y sus apariciones televisivas recorren las redes sociales. Más allá de las tendencias marcadas por la industria audiovisual, intentamos darle una explicación al “boom” del actor Pedro Pascal.

De director de teatro a chico Almodóvar en el último mediometraje del director manchego, pasando desde luego por sus papeles protagonistas de algunas de las franquicias más rentables de la televisión. Se ha erigido como uno de los rostros más valorados de la pequeña pantalla y, a falta de una, ahora le encontramos hasta en dos series populares que han coincidido en el tiempo: ‘The Last of us’ y ‘The Mandalorian’. ¿Qué tiene Pedro Pascal, que todo el mundo le adora?

Aunque lo situemos como el inolvidable Príncipe Oberyn de ‘Juego de tronos’ o el agente Javier Peña en ‘Narcos’, Pedro Pascal lleva más de dos décadas en el juego de la interpretación. Hijo de padres chilenos y nieto de abuelos españoles, vivió toda la vida en Texas y California desde que sus padres, simpatizantes de izquierdas y opuestos a la dictadura de Pinochet, se exiliaran a Dinamarca y posteriormente Estado Unidos.

El joven Pedro Balmaceda dejó de lado el apellido de su padre por el mismo motivo que dejó la natación competitiva: por la actuación. “Pascal” resultaba un apellido mucho más fácil de pronunciar para los estadounidenses. Tras sus estudios de teatro en Nueva York desde que se mudase allí en 1993, fue enlazando un papel sobre las tablas tras otro. Es casi un experto en la obra de Shakespeare, pues ha interpretado ‘Macbeth’ y ‘Mucho ruido y pocas nueces’ para el Public Theater de Nueva York, así como ‘King Lear’ en Broadway.

Pedro Pascal posa en el estreno 'The Last of Us', la última serie que protagoniza en HBO

Pedro Pascal en realidad se apellida Balmaceda pero dejó de lado el apellido de su padre porque “Pascal” resultaba mucho más fácil de pronunciar para los estadounidenses. Foto: Shutterstock.

Su rostro ya forma parte de la historia de la televisión de principios de los 2000, incluso cuando lo esconde detrás del casco mandaloriano. Sus primeros pinitos en la pequeña pantalla con papeles muy secundarios podemos encontrarlos en la serie ‘Buffy Cazavampiros’ (J. Whedon, 1997), ‘Sin rastro’ (H. Steinberg, 2002) o ‘Homeland’ (H. Gordon, A. Gansa, G. Raff, 2011), pero su consolidación llegó con series como ‘The good wife’ (M. y R. King, 2009), donde trabajó durante más capítulos, o como el agente Marcus Pike en ‘El mentalista’ (B. Heller, 2008).

La impactante muerte de su personaje Oberyn Martell en la cuarta temporada de ‘Juego de tronos’ quedó impregnada en las retinas de los espectadores (aunque las suyas sufrieron bastante más), y desde entonces Pedro Pascal pasó a ser uno de esos rostros a los que seguirle la pista. A su favor también jugó la inmensa popularidad que alcanzó la serie ‘Narcos’, en la que participó durante tres temporadas. Los productores de la primera serie spin off de la saga ‘Star Wars’ tuvieron muy en cuenta el personaje de Javier Peña para que interpretase a Mando, un llanero solitario en el universo galáctico que encuentra por su camino a Grogu, un bebé Yoda con altas capacidades de convertirse en peluches e imágenes de camisetas y calcetines.

Entre el tipo duro y el osito de peluche

En la actualidad ha llegado a convivir en emisión la serie ‘The Last of us’ (C. Mazin y N. Druckmann, 2023), adaptación del popular videojuego post-apocalítico que protagoniza junto a la joven Bella Ramsey, y la tercera temporada de ‘The Mandalorian’. Ambas ficciones comparten premisas ciertamente parecidas entre sí: el hombre debe proteger a un infante especial con probabilidades de cambiar el mundo. Y ambos papeles protagonistas vendrían a recoger dos características que Pedro Pascal recoge con su interpretación: el tipo duro con un gran corazón.

Pedro Pascal y Bella Ramsey en la premier de 'The Last of Us'

Uno de los últimos fenómenos protagonizados por Pedro Pascal es ‘The last of us’ (C. Mazin y N. Druckmann, 2023), adaptación del popular videojuego post-apocalítico que protagoniza junto a la joven Bella Ramsey. Foto: Shutterstock.

La voz grave de Pascal se encierra en una corporalidad alta y un rostro singular: sus facciones remiten a un cierto tipo de sabiduría. Sus últimos personajes han abordado la función del héroe desde la condición de “enterado”, en cuanto se refiere a conocimientos sobre el campo que habita. Mientras el controlador Mando es uno de los últimos supervivientes de su especie en la galaxia muy, muy lejana, Joel en ‘The Last of us’ ha conseguido sobrevivir a la infección pandémica gracias a su conocimiento sobre el terreno norteamericano y sus habilidades físicas.

Pascal, en definitiva, representaría el espíritu del western en ficciones que se acercan al género, cada una a su manera, y en cierta medida abarca motivos sobre el fin del héroe solitario, quien debe aprender a caminar su senda en compañía. Es difícil no encariñarse de un personaje como los que desarrolla en estas dos ficciones, porque sabe vincular su trabajo con un tipo de sentimentalismo que apela a la conexión humana.

Pedro Pascal en el estreno de la última temporada de 'The Mandalorian'.

Pedro Pascal ha deslumbrado en sus últimos estrenos atreviéndose con estilismos muy acertados que le han convertido en todo un icono de estilo. Foto: Joe Maher/GettyImages

Pascal sabe vincular su trabajo con un tipo de sentimentalismo que apela a la conexión humana.

Que se le relacione con la impuesta compañía de un bebé (aunque sea un monstruito) o de una adolescente, amplifica su parte más blanda aunque sus personajes muestren una masculinidad rígida y segura de sí misma. Siguiendo estos pasos, cabría entender el motivo por el que ha sido fichado por Pedro Almodóvar para co-protagonizar ‘Extraña forma de vida’ (a estrenar este 2023), junto a Ethan Hawke, la primera inmersión del director manchego en el género del western que narra el reencuentro de dos pistoleros.

Pedro Pascal, el rey del TikTok

Los fans que siguen al actor por medios de comunicación y redes sociales saben que toda esa armadura es de hojalata. El actor ha sabido posicionarse, más allá de la ficción, como un referente en el star system con inteligencia y ciertos aires de galán latino, pero también con una tendencia al humor —ha llegado a protagonizar diversos sketches en el programa norteamericano ‘Saturday Night Live’— y la sensibilidad por el estilo, la moda y el arte, aproximándose a la figura de un bon vivant sin llegar a la egolatría o la pretenciosidad.

Desde su colaboración en el videoclip de Sia ‘Fire meets gasoline’ junto a Heidi Klum o su colaboración como modelo de una marca de perfume en España, hasta sus recientes apariciones en la alfombra roja de sus premieres o entrevistas en programas de televisión, el rostro de Pedro Pascal ha copado los medios y los espectadores no parecen haberse atiborrado todavía. Desde el estreno de ‘The Last of Us’, las redes sociales se han llenado de vídeos de Pascal de mil maneras posibles que han alimentado el fanatismo internacional: cantando “La Bamba”, bailando con un infectado de cordyceps, riendo, hablando en español o pronunciando su nombre completo en una entrevista.

Pedro Pascal ha copado los medios y los espectadores no parecen haberse atiborrado todavía.

En 2022 co-protagonizó la película ‘El insoportable peso de un talento descomunal’ (T. Gormican) junto a Nicolas Cage que jugaba con códigos metareferenciales —Cage se interpretaba a sí mismo— y Pascal ejercía de fan acérrimo del actor. La relación que se plasma en esta película de acción y comedia juega bastante a ese derribe de la masculinidad inquebrantable que Cage representa, en pro de una fraternidad entre amigos que traspasa los estamentos sociales tradicionales. Tanto el uno como el otro se lo pasan en grande durante la película, y esa diversión traspasa la pantalla. De alguna manera, la película sabe recoger esa relación actor-espectador, en el que ambas partes se ríen de los dictámenes establecidos de lo que deber ser un hombre, y el actor sabe transmitir su goce por el momento dorado que está viviendo.

Foto destacada: Axelle/Bauer-Griffin/GettyImages.