Desde que se estrenó el 31 de agosto, ‘Pasaba por aquí’ encabeza el Top 10 de visualizaciones de España, y a nivel global, permaneciendo varios días en el puesto número 1. Además, la cinta ha fascinado a la crítica y son muchos los usuarios que la han comentado en redes como TikTok. Algo entendible una vez que ves este nuevo thriller de terror que, casi desde el comienzo, se desmarca de muchas de las reglas de este género tan exprimido.
Plagada de giros inesperados, una presión angustiante, algún que otro sobresalto y todo ello sin necesidad de escenas sangrientas ni situaciones típicas del género, el nuevo estreno de Netflix rompe moldes y demuestra que en el thriller aún quedan cosas por explotar.
Suspense sin protagonista
La cinta empieza con Toby, interpretado por George MacKay de ‘1917’, y su amigo que son unos grafiteros que, a modo reinvindicativo, se cuelan en casas de banqueros, políticos, abogados y demás figuras poderosas para pintar su eslogan ‘pasaba por aquí’ (I came by, en inglés) en el interior de sus hogares y demostrarles que también ellos son vulnerables. Sin embargo, al más puro estilo de ‘Psicosis’ con el personaje de Marion Crane, todo cambia cuando asalta la casa del juez Héctor Blake y descubre un escalofriante secreto. A partir de ahí, todo va virando de uno a otro personaje, convirtiendo la cinta en una historia coral de búsqueda de justicia y un trabajo en equipo para destapar el misterio. Sin duda, una propuesta más original que el clásico patrón de protagonista indagando que termina hallando la verdad.
Una crítica al poder
La nueva película contrasta dos ambientes muy marcados de la ciudad londinenses, la clase media baja y las altas esferas urbanitas marcadas por sus influencias. De hecho, como muestra la cinta, una de las formas que el asesino tiene de acceder a sus víctimas es valerse de su posición social, su puesto laboral y realizar falsas promesas. Asimismo, el juez logra esquivar a la justicia varias veces gracias a sus contactos y amistades en la policía. Y es que la historia no se limita únicamente a escenas de suspense y tensas y a un misterio por resolver, sino que, además, nos hace reflexionar sobre los límites del poder y la vulnerabilidad de los inmigrantes. Una crítica amena pero necesaria.
No deja de sorprenderte
En cada escena, hay un giro de guion que te deja boquiabierto. Aunque la película visita varios lugares comunes del género y algunas situaciones pueden parecerte algo previsibles, ya te advertimos que nada deviene como puedas imaginarte. Cuando crees que alguien está a punto de caer en las garras del despiadado depredador, sobrevive y, por el contrario, cuando piensas que cierto personaje es intocable en la historia y la costumbre cinematográfica te dice que debe sobrevivir, muere. Así que, puedes tener por seguro que la película no te dejará indiferente y, cuando menos te lo esperes, pasará algo que te descoloque por completo.
Aterradora (y con buen gusto)
Es un thriller de terror pero, a diferencia de lo que hacen la mayoría de cintas, no recurre al gore ni a escenas extremadamente violentas. De hecho, apenas verás sangre en las escenas y ninguna de las muertes que se van sucediendo aparece en pantalla. Porque con unas interpretaciones tan viscerales como las que muestra y una sucesión de acontecimientos bien hilada, la película no necesita recurrir al horror más básico para estremecerte. En más de un instante se te escapará algún grito o retrocederás impactado más por lo imprevisto de la acción que por ver cosas desagradables en pantalla. Y eso, en una época en la que la sangre abunda, se agradece.
Retorcida sencillez
Y, sin duda, lo más pavoroso de la historia es la simplicidad con la que cada acontecimiento se va sucediendo y, sin necesidad de planes muy elaboradas, el asesino va logrando librarse prácticamente de cualquier sospecha. De una forma muy básica y mundana logra eliminar el rastro de los cadávares y eso dota a la historia de un realismo y crudeza pavorosos. Asimismo, la historia no inventa nada nuevo y es bastante fácil de seguir, pero logra un enfoque original y una manera de narrar los hechos que no está tan manida. Porque en el cine muchas veces menos es más y esta nueva producción de Netflix lo deja demuestra.
Tensión hasta el final
Si algo logra la cinta, es mantener la tensión desde el principio e in crescendo. Desde el hallazgo impactante en el sótano del juez hasta el final, la historia va pasando por situaciones cada vez más perturbadoras y que te van acelerando el pulso a un ritmo frenético. Desearás justicia, querrás que todo se solucione de la manera más favorable, pero, como hemos dicho, en esta película nada sale nunca como imaginas.