‘Misión Perseverance’: hemos vuelto a llegar a Marte, ¿ahora qué?

Otro 'rover' de la NASA ha logrado aterrizar en la superficie de Marte. Ya hay cinco vehículos recorriendo el Planeta Rojo, ¿qué van a hacer?

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La NASA lo ha vuelto a hacer. El rover Perseverance consiguió el pasado jueves posarse con éxito sobre la superficie de Marte tras un viaje de más de siete meses y 480 millones de kilómetros espaciales. Un éxito para la ciencia y la tecnología que coloca a la raza humana un pasito más cerca del Planeta Rojo. De este modo, son ya cinco los rovers que han conseguido aterrizar con todos los tornillos en su sitio en el suelo marciano. El aterrizaje, que pudo seguirse por streaming a través de los diferentes canales de la NASA, vuelve a reavivar el interés por la conquista espacial y la llegada del ser humano a Marte, prevista –pandemia mediante– para el 2030.

Sin embargo, hasta la llegada de ese esperado momento, los investigadores de la NASA siguen devanándose los sesos para que todo vaya sobre ruedas, nunca mejor dicho, en el Perseverance. Durante los dos próximos años –tiempo que está previsto aguanten sus baterías– el vehículo espacial buscará signos que indiquen si allí hubo vida en algún momento. Para ello, se le ha dotado de numerosos instrumentos de alta tecnología que incluyen varias cámaras de alta resolución, un brazo robótico parecido al de su hermano mayor Curiosity o una estación meteorológica. Esta última, por cierto, made in Spain.

La estación será clave para estudiar la composición de la atmósfera marciana y probar tecnologías de ultimísima generación, como la producción de oxígeno a partir de dióxido de carbono mediante un aparatejo llamado MOXIE, o la demostración de que en Marte se puede volar gracias a un pequeño dron llamado Ingenuity acoplado al chasis del rover. Además, Perseverance tendrá la capacidad de tomar muestras de rocas y conservarlas hasta que otra misión no tripulada sea capaz de recogerlas y traerlas a la Tierra. Un reto mayúsculo que ya está siendo abordado en el proyecto Mars Sample Return y pretende acometerse en esta década.

Ensayo y error

Lo cierto es que el hecho de que Perseverance esté con todas las ruedas en su sitio ya es todo un éxito en sí mismo. Tan solo llegar a Marte y atravesar su fina atmósfera es un desafío que para las diferentes agencias espaciales ha supuesto un fracaso una y otra vez. Para esta ocasión, los científicos de la NASA han tenido que dotar al rover de inteligencia artificial que le permitiera tomar decisiones instantáneas en el momento del aterrizaje y durante la misión.

La distancia que separa a ambos planetas hace que la información tarde 11 minutos en llegar de un punto a otro. Por lo que en caso de querer enviarle alguna instrucción concreta al vehículo el resultado podría ser nefasto. De ahí, que el rover tenga que apañárselas él solito en caso de que surja cualquier imprevisto como puede ser una tormenta, un obstáculo o la reparación de parte de su equipamiento.

Si ya te alucina que Siri sea capaz de recordarte el cumpleaños de tu mejor amigo o que Tesla cree coches capaces de ir por la carretera sin salirse, imagina el enorme abanico de posibilidades que abre esta misión. Como decimos, un reto mayúsculo del que solo han sobrevivido cinco rovers a pleno rendimiento desde que la humanidad se ha propuesto llegar a Marte. Un hecho, marcado como histórico cada vez que se produce y que, en esta ocasión, ha sido celebrado en buena parte del mundo.

Touchdown confirmed

El astronauta Buzz Aldrin, uno de los primeros hombres en pisar la Luna con el Apollo XI junto a Neil Armstrong, celebró desde su casa y a través del streaming de la NASA, el éxito de la misión.


Y ciudades estadounidenses como Nueva York, San Francisco, Los Ángeles o Cleveland iluminaron con luz roja algunos de sus principales monumentos para celebrar la llegada del vehículo espacial a Marte.


Dirigentes nacionales como Joe Biden, Emmanuel Macron o Pedro Sánchez, también aprovecharon la llegada de Perseverance al Planeta Rojo para recordar el poder de la ciencia, la colaboración entre países y, por qué no decirlo, sacar pecho –cada uno a su modo– de la incidencia patria en el proyecto. Según Planetary Society el coste total de la misión habría ascendido hasta un total de 2.224 millones de euros. Una cifra astronómica en el sentido más literal del término que ha requerido de la participación de Estados Unidos, Francia, Italia, Noruega y España.

¿Y ahora qué?

Una vez Perseverance comience a rodar y a probar todos sus instrumentos, es la siguiente pregunta que hay que formularse. Que la humanidad haya sido capaz de elaborar artefactos tan complejos y sofisticados es una hazaña enorme y que haya sido capaz de llevarlos hasta Marte con éxito lo es más aún. Pero sin lugar a dudas, nada se igualará al momento en que la primera mujer u hombre pisen el suelo marciano.

En esa dirección, la NASA asegura que para 2030, contaremos con los conocimientos y experiencia suficientes como para llevar una expedición humana hasta el Planeta Rojo y vivir allí durante una misión de dos años. Una empresa complicadísima que no está exenta de riesgos ni competencia –solo este mes de febrero, más allá de Perseverance, han llegado a la órbita de Marte dos misiones más; una china y otra india–. Aparte de las agencias espaciales nacionales, poderosos magnates como Elon Musk o Jeff Bezos aspiran a lograr la campaña de marketing más grande de todos los tiempos: ser los primeros en colonizar Marte.

Por el momento, lo único cierto es que se habla de previsiones más que de confirmaciones. El alto coste de liderar una misión así requiere de mucha planificación y colaboración a todos los niveles. Aun así, esta década promete ser movidita en lo que a viajes espaciales se refiere. Por el momento, hay previstas –que no confirmadas– en torno a 11 misiones al Planeta Rojo. Las agencias espaciales rusa, china, india, europea, japonesa y estadounidense, más empresas privadas como Space Xya buscan pista de lanzamiento en busca del planeta vecino.

De ellas, aparte de la tripulada por la NASA en torno al 2030, destaca especialmente la encabezada por Space X, propiedad de Elon Musk, donde ya trabajan en el desarrollo de la nave StarShip y el cohete que la impulsará, el Super Heavy Falcon. Y, aunque por el momento, las pruebas son más mediáticas que otra cosa, el propio Musk ha declarado que su equipo estará listo para mandar personas a Marte en 2026. Todo un hito sin precedentes que podría cambiar para siempre la historia de la exploración espacial. Bienvenidos a la carrera hacia el Planeta Rojo, ¿cuál es su apuesta?