Las 10 mejores rutas senderistas para patearte España este verano

Da igual que seas de playa o montaña, estos senderos van a cautivarte y desearás perderte horas en ellos durante tus escapadas veraniegas.

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“Caminante no hay camino, se hace camino al andar” y si el poeta Antonio Machado viera estas rutas defendería sus versos mucho más. Porque España guarda rincones sorprendentes en los que desearás perderte y desconectar del bullicio urbanita, te traemos algunos de los recorridos más impresionantes para que este verano disfrutes de la naturaleza y, de paso, te pongas en forma.

Además, Sergi Ramis, autor de ‘España a pie. Más de 40 rutas senderistas‘ nos da sus recomendaciones y preferencias a la hora de hacer estas rutas. ¿A qué esperas para calzarte las deportivas?

Las caras de Buendía (Cuenca)

Este recorrido conquense es uno de los más peculiares de nuestra geografía con sus característicos rostros tallados en la piedra. “Estas esculturas talladas en la roca son una sorpresa artística muy imaginativa mientras se discurre por un agradable bosque. El final, junto a la calavera gigantesca, es impactante”, señala el escritor. Este original proyecto artístico se ha desarrollado en el bosque cercano al embalse de Buendía, en la parte más occidental de la provincia de Cuenca, y es una caminata sencilla y asequible para cualquier senderista. “Propongo partir del pueblo de Buendía para alargar la ruta un poco y así conocer la localidad y los campos circundantes, entre las aguas por la Peña Alta”, aconseja Ramis.

Parque Natural Cabo de Gata – Níjar (Almería)

Este Parque Natural Protegido andaluz es uno de los pocos territorios vírgenes que quedan en el litoral mediterráneo, tan profusamente edificado y alterado. Además de ser un espacio natural puro con el que conectar con la fauna y flora mediterránea, posee una mezcla de paisajes sorprendentes en las 5 horas de ruta pese a que, en general, nos encontramos en un entorno desértico. “Lo más sorprendente es enfrentarse a un paisaje litoral sin urbanizar. El paseo por unas playas vírgenes a la vez que nos aupamos a un entorno desértico en la retaguardia de la ruta”, recalca el periodista amante de los viajes. “En este recorrido encontramos desierto, playa, vegetación mediterránea del roquedo intermareal e, incluso, aprovechamientos humanos tradicionales como el molino del Collado de los Genoveses”, enumera.

Valle de Otal y Ordesa (Huesca)

El valle de Ordesa, catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es uno de los paisajes pirenaicos más bellos del país. Así, recorrer el valle de Otal desde San Nicolás de Bujaruelo brinda la oportunidad de sumergirse de lleno en ríos, glaciares y extensos herbazales. “Además, es fácil tener encuentros con marmotas y también contemplar los buitres leonados sobrevolando el recorrido. Si estamos atentos podremos dar con algún rebeco en las laderas”, indica el experto. El inicio de la caminata en el puente de San Nicolás de Bujaruelo es espectacular y permite unas fotografías de lujo. “Luego tenemos unos bosques de riberas y remansos de los ríos Ara y Otal que embellecen la excursión, además de las altas cumbres pirenaicas que nos rodean”, recuerda.

Garajonay (La Gomera, Santa Cruz de Tenerife)

La gran ruta circular del Garajonay, con una duración de 5 horas y 40 minutos, es el gran protagonista del paisaje de La Gomera, abarcando el 10% de la superficie de esta pequeña isla. “El sendero está perfectamente señalizado durante todo el recorrido y los desniveles nunca son fuertes, por lo que la puede afrontar cualquier persona en buen estado de forma”, asegura el escritor. Durante el recorrido, con el que logras acceder al pico más alto de la isla, atraviesas una selva de troncos torcidos y musgo y vegetación frondosa que, con su aire fantasmal te hará creer que estás en una suerte de ensueño. “Lo mejor es siempre hacer una breve parada tras cada hora de caminata. Tenemos puntos estupendos en el Alto de Garajonay, en la ermita de Lourdes, en El Cedro, en el Reventón Oscuro y en el Mirador del Morro de Agando”, recuerda.

Buitrago de Lozoya (Madrid)

Sin duda alguna, Buitrago de Lozoya es una de las localidades más cautivadoras de la Comunidad de Madrid. Su entramado medieval es de los mejores conservados y cada uno de los caminos que se alzan sobre el embalse de Puentes Viejas es único y ofrece una experiencia inolvidable. “Lo que me hace considerarlo una de las poblaciones más bellas de Madrid es que está rodeado por su muralla medieval, a orillas del río Lozoya, y el conjunto armónico de su casco histórico”, confiesa Ramis. Pero además de la riqueza natural y la fauna que podemos admirar como buitres negros, águilas imperiales y abejarucos, la ruta posee un gran valor cultural. “Durante la ruta pasaremos frente al llamado palacio de Osuna, una villa de estilo italiano. También junto a los restos de un búnker de la Guerra civil de 1936-39”, añade.

Bosques de Begur e Illa Roja (Gerona)

Si no sabes decantarte entre playa o montaña, la costa gerundense conecta sin transiciones los bosques mediterráneos de Begur con las playas. Así, puedes descender de un tranquilo y apartado bosque a una solitaria playa de aguas cristalinas y arena blanca. “Las playas más espectaculares de este recorrido son Illa Roja, Sa Riera y la zona de escollos de Sa Punta Negra”, indica Ramis. Gran parte de la ruta son territorios vírgenes y has de tener en cuenta que los descensos son bastante resbaladizos por la arena de granito. Eso sí, la excursión merece la pena y lograrás unas instantáneas que envidiará todo influencer. “Las mejores fotografías podemos tomarlas en el acantilado superior antes de bajar al arenal de Illa Roja; en la playa de Sa Riera; en el mirador Carmen Miranda, donde tenemos una panorámica  del archipiélago de las Medas; y en el bosque de alcornocales que atravesamos al iniciar el itinerario”, recomienda.

Cruz del Gorbea (Álava)

Es la cima más querida por los vascos y un must para todo alpinista del norte de España que se precie. Lo más característico de ella es que en la loma se alza una gigantesca cruz de hierro que resguarda a la Virgen. Lo mejor es realizar esta escapada en verano, ya que en invierno las fuertes nevadas pueden dificultar el tránsito. “En invierno la dificultad es mayor, pues la última ladera de acceso suele acumular nieve y es bastante inclinada. Deberemos ir con una equipación acorde a cada época del año y desistir si aparece una niebla muy densa que nos lleve a caminos equívocos”, aconseja el experto. “Lo mejor de esta ruta es el hayedo previo a la cima, las campas de Arraba y la propia cumbre, donde siempre hay un ambiente muy festivo porque montañeros de todo el País Vasco acuden allí”, añade.

Las “Possessions” de Deià (Mallorca)

Mallorca es archiconocida por sus sorprendentes calas pero esta joya mediterránea también tiene muchos rincones de bosque, montañas y acantilados que ofrecer. La sierra de Tramuntana es la cadena montañosa más importante de la isla en el centro de la cual se halla Deià una bella localidad donde vivieron algunos de los intelectuales mallorquinos más importantes. “Esta excursión mezcla las sensaciones de recorrer el bosque de la Serra de Tramuntana con la visita al cementerio de Deià, donde está enterrado el escritor Robert Graves y la possessió de son Marroig, donde una época vivió el archiduque Luis Salvador de Austria”, comenta Ramis. “Mi tramo favorito es el paseo por el bosque mediterráneo de la Serra de Tramuntana, donde hallamos enormes ejemplares de encinas”, añade. Ya te avisamos de que el templete de mármol de Son Marroig te hará viajar en el tiempo.

Corredoiras de Samos (Lugo)

Son lugares casi oníricos, bosques fantasmagóricos y con un embrujo que te atrapa desde el primer instante. La ruta se inicia en la localidad de Triacastela y, tras atravesar bosques cargados de leyendas de meigas y pueblos tradicionales de granito, termina en el imponente monasterio de Samos. “Son bosques antiguos con ejemplares grandes que presentan alfombras de hojas en las corredoiras, los caminos tradicionales utilizados por la gente del campo. Es imposible no recordar el rico folclore gallego cuando se pasea por esta tierra lucense”, asegura. Y es que casi 7 horas de caminata dan para mucho y desde el inicio ya dejarás volar tu imaginación. Eso sí, pese a lo largo que es, resulta bastante fácil de recorrer. “El camino es muy sencillo, sin grandes desniveles, y muy gratificante por el entorno boscoso y rural más clásico de Galicia”, afirma el viajero.

Serranía de Cuenca

Aunque la gran mayoría de estas rutas son sencillas y fáciles de asumir, si nunca has practicado el senderismo, seguramente, prefieres que tu primera incursión sea con un experto y, a poder ser, en grupo. Si para el fin de semana del 17 y 18 de julio no tienes todavía plan, Solán de Cabras, en colaboración con National Geographic, te han preparado un recorrido único y espectacular por la serranía conquense. Acompañado por un experto de National Geographic realizarás esta expedición para conocer el origen de una de las aguas embotelladas más apreciadas de España. La iniciativa busca poner en valor el cuidado del manantial de Solán de Cabrás y, además, presentar el documental ‘Custodios del agua’.