Ha rodado con grandes directores como Ridley Scott, Darío Argento o Ron Howard. Sin embargo, si buscas a Cosimo Fusco (Matera, Italia, 1962) gran parte de las entradas que te saltarán tienen que ver con su papel de Paolo, el novio de Rachel, en ‘Friends‘. Su paso por la exitosa serie fue hace ya 28 años y, aunque solo apareció durante 4 capítulos, muchos aún lo recuerdan como aquel sensual italiano que no sabía inglés. Pero el italiano tiene mucho más recorrido y, ahora, se ha convertido en un imprescindible del universo de Álex de la Iglesia con su papel de elegante demonio en ‘30 monedas‘ y de misterioso enmascarado en la reciente ‘Veneciafrenia‘. Aunque con nosotros se quita cualquier máscara y nos recibe de lo más cómodo en el salón de su casa.
Te diste a conocer por el público español por tu papel en 30 monedas y recientemente estrenaste ‘Veneciafrenia’, dirigida también por Álex de la Iglesia. ¿Es un director exigente con los actores?
Es verdad que es exigente, pero es un momento de introducción y conocimiento y, pasado esto, todo va mejor. Como todos los grandes directores, tiene un momento en el que te escruta, te mira y quiere conocerte, pero cuando gana tu confianza y empieza a comprender cómo trabajas es un viaje de tranquilidad. Yo no tengo problemas de trabajar con los grandes, mis problemas es trabajar con los pequeños.
He leído que aprendiste español gracias a 30 monedas, ¿cómo fue eso de aceptar un papel protagonista en español sin hablar nada de español?
Fue una locura y aún no hablo como me gustaría hablar, soy muy perfeccionista y querría más cantidad de palabras para expresarme. ’30 monedas’ fue una aventura no solo de trabajo, sino de vida porque me dio la oportunidad de conocer un país y una cultura que siempre he amado. Fue una casualidad. Álex estaba buscando alguien con experiencia, pero hay muchos actores italianos que hablan español y yo no. Fue un poco un juego de mentiras entre mi representante y ellos, que les decía que no había problema y que hablaba bien. Y la verdad es que aprendí español estudiando sus guiones.
Ya ha empezado el rodaje de la segunda temporada de 30 monedas, ¿cómo describirías esta segunda temporada?
Menos gótico español y más thriller internacional. La historia se expande, Pedraza deja de ser el centro y se centra en distintas partes del mundo.
“Aprendí español estudiando los guiones de Álex de la Iglesia”
La serie es una distopía sobre las fuerzas del mal. ¿Cuáles dirías que son los pecados capitales que más te influyen?
La soberbia, mira lo que está pasando en el mundo ahora. Creo que todas las cosas de la vida siempre hay que estar en el medio. La soberbia no me gusta y si pudiera introducir uno nuevo, la arrogancia que la detesto.
También participaste en ‘Ángeles y demonios’ o en el piloto de la serie ‘The Vatican’ de Ridley Scott. ¿Eres una persona de fe?
Soy más de fe que religioso, la religión es una cosa extraña pero la fe me salva la vida. Siempre digo que la fe y la locura me salvan porque, a veces, en mi trabajo tienes que tomar muchos riesgos y estar un poco loco y, al mismo tiempo, tener fe. Como dice el Padre Vergara en la primera temporada de ’30 monedas’: “Tener fe es querer tener fe”.
“La religión es una cosa extraña pero la fe me salva la vida”
Un turismo voraz (y terrorífico)
‘Veneciafrenia’ es una crítica voraz y descarnada al turismo que no respeta el hábitat ni a los autóctonos. Viviendo en una país tan turístico como Italia, ¿has tenido que lidiar con un turismo asfixiante?
Sí, pero no creo que la película buscara enseñar algo porque lo que está pasando en Venecia se sabe, el problema está y existe pero lo que queríamos hacer con la película era puro entretenimiento. Tomar una noticia, un hecho y llevarlo a un nivel de fantasía. Espero que se quede en fantasía y que nadie empiece a matar en Venecia—ríe—.
Se rodó en plena pandemia. ¿Cómo es Venecia sin turistas?
Fue raro e increíble estar rodando una película de ese tipo y ver Venecia vacía. Era algo paradójico. Cada proyecto que hago con Álex es memorable. Rodar ‘Veneciafrenia’ en una ciudad, normalmente, llena de turistas y que no hubiera nadie fue increíble pero difícil, al mismo tiempo, porque teníamos un reparto y equipo muy reducido porque toda la gente se la había cogido Tom Cruise —bromea— (Tom Cruise rodaba ‘Misión Imposible 7’ en Venecia). Terminar la película con las restricciones y limitaciones que tuvimos fue un logro.
Después de rodar esta película, ¿te has planteado tu manera de viajar a partir de ahora?
Ese turismo nunca lo he apreciado, por ejemplo, nunca he hecho un crucero. Mi única experiencia cercana la tuve trabajando en ‘Viaje al terror: La historia del Achille Lauro’ con Burt Lancaster donde estábamos en un crucero. Me gusta ir a una isla escondida, prefiero ese tipo de vacaciones. Me gusta la ciudad, Nueva York, Madrid y estar con gente y visitar sitios, pero si tengo que elegir, escojo lo otro.
Ya eres un habitual en el género del terror tanto con Álex de la Iglesia como con Darío Argento. ¿Cuáles son tus mayores miedos?
Si me preguntas hace 20 años, te hubiera dicho que nada. Pero los años, la responsabilidad y la experiencia hacen algo en tu corazón y tu cabeza. Y piensas en la muerte como esa figura con la guadaña. Pero no es la muerte lo que me da miedo, sino que cada vez queda menos tiempo para poder hacer todo lo que quieres hacer en la vida. Esas dos cosas juntas, me dan miedo.
“No es la muerte lo que me da miedo, sino que cada vez queda menos tiempo para poder hacer todo lo que quieres hacer en la vida”
La sombra de ‘Friends’
Puede que el público no lo sepa pero fuiste en la pequeña pantalla Paolo, el novio italiano de Rachel. ¿Cómo fue trabajar en una serie tan icónica?
El recuerdo es maravillosa pero también fue algo raro. Nada en mi carrera ha sido normal. Todo eran emociones muy fuertes. Cuando me pasó lo de ‘Friends’ nadie sabía que sería lo que iba a ser. ‘Friends’ se ha convertido en el fenómeno que es con el paso de los años. Cuando la hice, lo encontré algo raro, una mezcla entre la televisión y el teatro porque hay público que te mira mientras ruedas y las cámaras que te graban. Pero soy bueno y me gusta la comedia, me dejaron improvisar mucho y terminaron contentos conmigo. Y al conocer a todo el casting cuando no eran mega estrellas, pude apreciar su persona. Era, claramente, un grupo especial de gente que el destino les ha unido.
“Al conocer a todo el casting de Friends cuando no eran mega estrellas, pude apreciar su persona”
¿Este papel te abrió muchas puertas?
La verdad es que no. Tuve que esperar algunos años porque la serie, como te he dicho, fue apreciada y reconocida con el tiempo. También intenté hacer algo en Italia con mi representante pero me decía: “¿Qué es esto que me traes?”.
Al buscar sobre ti casi siempre salta algo vinculado a tu papel de novio de Rachel en ‘Friends’. ¿Te cansa que te pregunten y definan por aquello?
No, ahora lo encuentro divertido. Me gusta muchísimo y es un placer haber tenido la suerte de estar en la historia de la televisión americana.
“Me gustaría trabajar con Amenábar, Fernando León de Aranoa, Sorogoyen y Almodóvar”
Ahora que has aprendido español, ¿con qué otros directores españoles te gustaría trabajar?
Con Álex de la Iglesia, toda mi vida. Pero también me gusta muchísimo Alejandro Amenábar y el director de ‘El buen patrón’, Fernando León de Aranoa, que creo que es increíble. También con el director de ‘El Reino’, Rodrigo Sorogoyen, que es muy joven pero me gusta mucho cómo hace la dirección de actores. And of course, Pedro Almodóvar. Si me llama, estoy ahí cuando quiera.
También has dirigido y producido en tu país, ¿te gustaría rodar algo en España y con qué actores te gustaría hacerlo?
Tengo un actor muy amigo y querido, Manuel Tallafé, que también es un actor de Álex de la Iglesia. Es un actor increíble. En la serie estoy rodeado de muy buenos actores como Eduard Fernández, Manolo Solo y Alberto Bang que es un actor muy bueno y va a ser conocido. Y de mujeres, creo que todo el casting de ’30 monedas’ y las actrices con las que he trabajado en ‘Venecefrenia’.