¿Cómo es la cultura club en Madrid? El colectivo underground Brrrrrap nos lo cuenta

Brrrrrap, un colectivo de artistas y productores que nacieron de la unión de varios blogs amigos, sabe que para montar una buena fiesta la música electrónica y el cachondeo son un must.

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Su nombre es indispensable en los carteles de cualquier fiesta de música electrónica que se precie y por las juergas que organizan han pasado referentes de la música electrónica como Mumdance, L-Vis 1990 o TekiLatex. Ahora, el colectivo Brrrrrap, un pilar indispensable de la cultura club madrileña y responsable de muchas de las fiestas underground que se organizan en la capital, volvió a las salas después del parón pandémico con motivo del festival True Music Studio Boiler Room x Ballantine’s que durante el mes de enero hicieron mover el cuerpo a lo loco a los presentes.

Hemos hablado con Pablo Gijón —a.k.a. Nadsats—, uno de los creadores del colectivo junto a Blastto y Don Fuegote, sobre el mundo de la noche, la escena electrónica española y cómo la cultura club sobrelleva estos tiempos de pandemia.

¿Cómo definiríais Brrrrap a alguien completamente ajeno al mundo de la fiesta?
Es un colectivo que busca traer sonidos que, normalmente, no serían los típicos de toda la vida. Nosotros, desde el principio, queríamos intentar adelantarnos a lo que está sonando actualmente y cosas que nos gustaban a nosotros que tampoco son muy mainstream ni oyes en la radio todos los días. Lo definiría como “bakalao negrata del futuro”, es decir, música electrónica y del futuro.

“BRRRRRAP lo definiría como bakalao negrata del futuro, es decir, música electrónica y del futuro”

¿En qué momento decidís asociaros varios artistas y productores para montar todas estas fiestas?
Yo pinchaba antes con otro chico y colaborábamos en una web y, luego, Blastto también tenía una web de música de bass, Bassjam. Luego estaba Don Fuegote con Sudando Graves, Topanga kiddo que escribía en medios como Playground y After Disaster que estaban con nosotros en Neonized. Éramos todos amigos de aquí de Madrid y, al final, íbamos a alguna fiesta, empezamos a hacer streamings y pensamos en montar algo todos juntos. Así, montamos una web donde compartir contenido, música, sesiones y vídeos para, desde ahí, hacer una fiesta con toda esa música que poníamos en la web.

¿Y cuánto tardáis desde que os juntáis hasta la primera fiesta?
En 2011 empezamos a hablar de juntarnos todos, la web la lanzamos en 2012 y, aunque hacíamos alguna pequeña, como fiesta ya más estable desde 2013.

“El club en España no se ha considerado como cultura y se ha visto como fiesta y un foco de problemas”

¿Qué supone para vosotros la cultura del club?
No voy a decir que es como todo, pero es el punto de reunión y el momento en el que, después de toda la semana, desconectas, ves a tus amigos, quemas energía y te recargas. De hecho, ahora con la pandemia y todos los cierres mucha gente ha notado ese momento de reseteo, recargar pilas y pasártelo bien. Al final, un club es un sitio donde te lo pasas bien.

¿A la noche de Madrid o Barcelona le hace falta más cultura del club como tiene Berlín?
Berlín es otro rollo porque culturalmente siempre ha tenido un apoyo desde las instituciones y como Londres, que en España nunca ha habido. Esa es la diferencia, que aquí no se ha considerado como cultura y se ha visto a la fiesta un foco de problemas. Igualmente, aquí hay un montón de salas y discotecas, pero es verdad que en Berlín igual tienes una sala que lleva 20 años y en Madrid, por ejemplo, hace 15 años había x salas y ahora hay otras.

Como decías, muchos asocian el mundo de la música electrónica y tecnho a las drogas, por ejemplo. ¿Es necesario eliminar los prejuicios que la gente puede tener?
No hay que decir que tal música es para tal tipo de gente. Hay que estar más abierto y no pensar que una fiesta de electrónica va a ser problemática, va a haber peleas y drogas. Habrá de todo, gente que se drogue y gente que no. Por ejemplo, el reguetón antes era un rollo de música que te ponían en los garitos de pachangeo y era música tonta y absurda pero, ahora, hay sitios más grandes como Razzmatazz que se basan en ello y gente que renegaba al principio ahora lo escucha.

Por vuestras fiestas han pasado artistas de la talla de Mumdance o TekiLatex. ¿Cómo es una fiesta con estos artistas? ¿Cuesta mucho lograr que vengan a Madrid a pinchar?
Hay de todo. Gente de este tipo de música con menos visibilidad y que igual en España han pinchado en el Sónar pero no han venido nunca a Madrid y quieren venir. Por ejemplo, L-Vis 1990 que para nosotros es un súper referente y vino encantado. El 95% de las veces esta gente cuando viene aquí a pinchar son encantadores y todo es súper fácil. Al final, mantienes un poco relación de amistad al haber conexión y el mismo rollo. Nunca ha habido nadie que hayamos dicho qué subido.

¿Quiénes diríais que lo están petando y van a romper fuerte en la escena underground española?
No voy a decir que nosotros seamos ya mayores, pero ahora hay gente más joven como Ego-trip de Granada que producen o el colectivo sevillano Breaking Bass que llevan bastante, tienen un sello y publican un montón de cosas. Luego, está Chico Blanco y 8kitoo que están haciendo ahora streaming, además de unas fiestas, Mareo, y se están moviendo bastante. También citaría a Öpera de Las Palmas, Lowkeymoves de Barcelona. Y de Madrid, la escena que hay alrededor de Radio Relativa, Chica y Fiesta x Fiesta. Y claro, Dembooty que son nuestros amigos con los que estuvimos en el Boiler Room x Ballantine’s  y que son Umami, Brava y CRKS290, que están ahora a tope y se lo están currando.

“En Madrid ha vuelto el ocio nocturno bastante fuerte y han abierto un montón de salas que están haciendo fiestas. Si sigue así, se podrá volver a lo de antes”

Sin duda, el negocio de la noche ha sido el más perjudicado por las restricciones durante la pandemia.  ¿La cosa volverá a ser como antes?
Yo ahora vivo en Las Palmas y creo que ha sido de los sitios con más restricciones. De hecho, hubo un momento en octubre y noviembre cuando ya habían abierto todo el ocio nocturno, en las Islas Canarias y en Murcia eran los únicos sitios donde seguían habiendo restricciones. En Madrid, por ejemplo, que es de donde soy y donde más contacto tengo, ha vuelto el ocio nocturno bastante fuerte y han abierto un montón de salas que están haciendo fiestas y si sigue así, se podrá volver a lo de antes. Y lo que he visto es que cuando volvió el ocio nocturno estaba todo petado.

¿Hasta qué punto se ha visto dañada la cultura del club?
Las salas más grandes se han mantenido, pero salas más pequeñas y pequeños promotores un año y pico sin hacer nada, al final, si no te dedicas a ello a nivel profesional pues… Yo creo que las restricciones ha provocado que haya un poco menos de oferta en cuanto a promotores y gente haciendo fiestas, ya no tanto de salas.

Los parkings de las discotecas fueron los epicentros de la fiesta durante los 90, a veces, casi más que el propio interior. ¿Qué tiene este enclave que atrae tanto? ¿Se ha perdido esta tradición de ‘parkineo’?
En realidad, atrae tanto porque es el momento que estás de fiesta y sales a tomar un respiro y fuera tienes el momento de hablar con los de al lado y estar como de chill out pero sin estarlo. Es un momento de tranquilidad, escuchando tu música y sigues de fiesta pero en otro ambiente. Y sí, se ha perdido porque ya no hay tantos garitos que estén en la periferia. En Fabrik, por ejemplo, yo creo que sigue habiendo pero, a lo mejor, ya no hay tanta fiesta en polígonos y zonas fuera del núcleo urbano como había en los 90 y a principios de los 2000. Aunque también te digo que, salvando las distancias, el momento de salir fuera de la sala, por ejemplo, en Siroco que es a donde voy, cuando salgo a fumar y toda la calle  está llena de gente, para mí es un momento equivalente. Aunque es una putada para los vecinos, todo hay que decirlo.

“Ninguna música se puede decir que es mejor la de antes o ahora, es distinto”

La movida madrileña o la valenciana con su mítica ruta del Bakalao son ya algo mítico en la historia española. Aunque ahora la gran fiesta se trasladó a Ibiza, sobre todo. ¿Había interés político en arrinconar a la fiesta en una isla y desterrarla de la península?
No tanto ya por los políticos sino por el turismo. Empezó a estar de moda, el turismo se atrajo a Ibiza y se explotó y se le dio publicidad. Y lo de la ruta del Bakalao, ya de libros y cosas que he leído, porque ahí yo tenía 10 años, creo que tuvo mala publicidad porque ya derivó mucho en rollo drogas, accidentes al ser todo con coche para arriba y abajo y se asoció a demasiados días de fiesta, gente joven, accidentes, etc. La ruta del Bakalao empezó siendo de una forma y terminó siendo más agresiva. La gente era más agresiva y se denigró, hubo mala prensa y empezaron a cerrarse salas.

¿Podría volver a darse toda aquella movida en la actualidad? ¿La música actual tiene que envidiar algo a la de esa época?
Ninguna música se puede decir que es mejor la de antes o ahora, es distinto. Seguro que hay un sonido que había hace 20 años que se ha seguido usando o se ha recuperado. Y sobre si se podría recuperar creo que no, porque el tipo de consumo es distinto y, seguramente haya gente que salga un viernes y vuelva un lunes a su casa, pero tanto como para llenar una sala de mil personas no sé dónde. Aparte que es más caro ahora estarte tres días por ahí que lo que era en la época.

Los mix de BRRRRRAP