Un buen actor puede meterse en cientos de pieles, encarnar decenas de personalidades. Pero para Pablo Alamá (Valencia, 1991) el verdadero reto fue lograr ser quien realmente era, alcanzar la imagen que tenía de sí mismo. Este actor valenciano que hemos visto ya en series como ‘Madres’ quiere compartir su experiencia personal para servir de apoyo y consejo a otros jóvenes transexuales que puedan estar iniciando el mismo proceso que él tuvo que afrontar. De hecho, en su obra teatral ‘Manual para follarse a un macho con vagina‘, trata muchas de las cuestiones que suscita un hombre trans. Ahora, en ‘La noche más larga’ (Netflix) nos cautiva con un personaje profundo y emotivo. Tanto, como el propio Pablo. Pero tienen más cosas en común, una identidad que aún hoy está poco representada en la ficción.
Tras pasar por ‘Madres’ y ‘Poliamor para principiantes’, acabas de estrenar uno de los últimos éxitos de Netflix, ‘La noche más larga’. ¿Cuáles son los puntos fuertes de la serie?
Lo que más me gusta a nivel personal es la construcción de los personajes. Es una serie muy coral pero todos los personajes son muy potentes, cada uno tiene su punto especial y están muy bien creados tanto por los guionistas como por los actores. Además, me parece muy interesante cómo se crea esta cosa de no llegar a distinguirse quién es bueno y quién malo. Me parece muy curioso y acertado.
En la serie interpretas a un hombre trans encerrado en un centro psiquiátrico y también escribiste y protagonizaste la obra ‘Manual para follarse a un macho con vagina’. ¿Qué resaltarías de tu proceso de transición y qué dirías a un joven que esté pasando ahora por ello?
Es importante ser consciente de que es un proceso y toma su tiempo. Yo cuando empecé estaba impaciente y quería llegar ya al punto culmen de mi masculinidad pero, al final, eso es un proceso que diría que dura toda la vida. Entonces, aconsejaría mucha paciencia y que lo hable con gente y busque referentes que hayan pasado o estén pasando por ese proceso para tener con quien identificarse. Es importante, dentro de que somos una minoría, encontrar referentes y con quien compartir esa experiencia para quitarle hierro y ver que no es raro.
¿Qué fue lo más duro?
A nivel personal, no considero haber tenido una mala experiencia ya que siempre me he sentido apoyado y lo he encontrado relativamente fácil en el sentido de tenerlo muy claro y aceptarme con bastante rapidez. Lo que más miedo me daba era que los demás pudieran rechazarme pero, en cuanto empecé a salir del armario, no me encontré ese rechazo. Para mí, lo más difícil ha sido tener que estar saliendo del armario una y otra vez. Si tu autoestima en ese momento está un poco baja, que es como suele estar al principio de una transición así, tener que estar diciendo “soy así, acéptame”, te pone mucho más inseguro. Ahora ya no y estoy en un momento de mi vida en el que me siento mucho más seguro respecto a este tema y he construido un discurso y una identidad alrededor de esto.
“La transición de sexo diría que es un proceso que dura toda la vida”
Me hablas de referentes y, dentro del colectivo LGTBIQ+, las personas trans suelen ser las que menos representación suelen tener en la ficción. En los últimos años las mujeres trans sí han visto cómo aumentaban sus historias en cine y televisión (como La Veneno), pero no tanto los hombres. ¿Faltan referentes para los niños trans con los que identificarse?
Sí, faltan todavía muchos referentes tanto para personajes trans que sean masculinos como de personajes trans no binarios. De alguna manera, se ha visibilizado mucho más a las mujeres trans, cosa que está muy bien, pero tenemos que visibilizar todas las identidades trans y encontrar ficción que nos represente. Se está empezando a hacer y, poco a poco, se van viendo más personajes dentro del espectro trans, pero aún queda mucho por hacer.
¿En qué sentido crees que tu papel en ‘La noche más larga’ puede contribuir a la visibilización y ayudar al colectivo?
Lo más interesante del personaje de Rey en la serie es que se menciona que es un personaje trans pero, realmente, si no se mencionara no pasaría nada porque no es un tema que afecte a su trama directamente. Al final, su conflicto no es ser trans, sino estar encerrado en una prisión donde no debe estar independientemente de su identidad de género. Esto, de alguna forma, abre la puerta a que no toda la ficción que se haga en la que aparezca personas trans tenga que ir sobre el conflicto de ser trans. Eso ayuda a normalizar porque así no importa tanto si el personaje es trans, cis, su orientación sexual o qué tipo de cuerpo tenga, importa el personaje, lo que siente y lo que le ocurre. También es necesaria una ficción donde se ponga el foco en las problemáticas que podamos tener las personas trans o las personas racializadas y otras minorías, pero no solo centrada en sus conflictos.
¿Dirías que a la hora de encarnar a Rey tu condición de persona trans te ha ayudado a entenderlo?
Hay una parte que sí. A nivel psicológico es un personaje trans que entra a una cárcel, se le da la oportunidad de decidir a qué modulo ir y decide ir al de hombres porque es un hombre pero, evidentemente, esto lo puede poner en peligro. Entonces, en ese aspecto, ponerme a mí en el lugar como persona trans de qué haría yo y qué módulo elegiría, sí que me ha ayudado. Luego, en otras tramas que tiene el personaje de venganza, ahí ya he tenido que inventármelo un poco y hacer un trabajo aparte.
“Siempre me ha preocupado que pudieran encasillarme en roles de hombres trans”
¿Te preocupa que profesionalmente te puedan encasillar únicamente en roles de hombre trans?
Esto es algo que siempre me ha preocupado y cuando empecé con mi actual representante le planteé si salir del armario profesionalmente ya que me preocupaba que, al final, todos los papeles a los que pudiera acceder fueran de personas trans. Estuve dándole muchas vueltas y, al final, decidí salir del armario y descubrí que es cierto que me llaman para personajes trans pero también me están llamando para personajes cis. Al final, depende más de tu perfil que de tu identidad. Los castings en ficción se hacen de una forma donde el perfil y la apariencia importa muchísimo. Sí que me preocupa un poco, pero voy viendo que es un miedo que tengo yo pero que no se corresponde con lo que me está ocurriendo.
Haber entrado en una plataforma como Netflix, ¿te da cierta seguridad profesionalmente?
No tengo ni idea porque la profesión de actor es muy inestable y nunca sabes qué puede darte. Sí que creo que puede darme más oportunidades pero, al final, las oportunidades son castings en los que estás compitiendo con más gente. Ya no depende tanto de ti como actor sino de que encajes en el proyecto y gustes. Sí que me han salido más castings pero, al final, es una profesión muy inestable.
“Muchas personas trans no tienen acceso a personajes cis. Qué menos que, cuando haya un personaje trans, darles la oportunidad de interpretarlo”
Históricamente, papeles de hombres trans en cintas como ‘Boys don’t cry’ o ‘Conociendo a Ray’ han sido interpretados por mujeres cis como Hilary Swank o Elle Fanning. ¿Qué opinas de que papeles de personas trans hasta prácticamente poco recayeran en personas que no lo eran?
Como actor puedes interpretar a cualquier tipo de persona, igual que puedes interpretar a un asesino sin ser un asesino. Pero sí que es cierto que, teniendo en cuenta cómo funciona el mundo y que las personas trans tienen menos acceso al mundo laboral que las personas cis, hay muchas personas trans que no tienen acceso a interpretar papeles de personas cisgénero. En el mundo de la actuación esto se acentúa si una persona trans no tiene cispassing, es decir, no aparenta ser una persona cis. Entonces, qué menos que cuando haya un personaje trans darles la oportunidad de interpretarlo. Es más una cuestión de equidad y de ampliar oportunidades a un colectivo que no suele tenerlas, es lo más ético.
Ya escribiste tu obra ‘Manual para follarse a un macho con vagina’, ¿te gustaría que historias personales como la tuya tuvieran un hueco en la ficción televisada? ¿Te verías escribiendo guiones?
Soy una persona con muchas inquietudes no solo artísticas y escribir es una de las cosas que me gusta hacer. Hasta ahora lo he hecho un poco por pasión y hobby, pero es cierto que con la obra de teatro es la primera vez que escribí algo más profesional. Así, a bote pronto, me encantaría escribir guiones para ficción pero no sé si me siento capaz. Eso sí, creo que sí sería interesante ver este tipo de historias más personales siempre que sea una persona del colectivo del que se está hablando quien escriba la historia. Es decir, si la película trata sobre una persona trans, me parecería interesante que quien lo escriba o lo dirija pertenezca al colectivo, ya que la mirada cambia y, seguramente, tenga mucha más sensibilidad.