Puede que no lo sepas, pero existen muchos tipos de burbujas. No, no hablamos de la inmobiliaria ni la que formaste con tu familia durante el confinamiento. Hablamos de las pequeñas pompas que se degustan, refrescan y te trasladan a un planazo con amigos en una terraza veraniega. La sumiller María José Huertas llegó a describir como “burbuja crujiente” la que enfrasca Solán de Cabras con gas. Desde aquel momento, la marca ha acogido la definición como una seña de identidad para describir un agua que busca desmarcarse del resto. La suavidad y elegancia de sus burbujas la convierten en una opción fresca para servirse en combinados, o incluso simplemente acompañada por una rodaja de limón.
Así lo comparte el ilustrador Ricardo Cavolo, quien ha tenido carta blanca para ilustrar esas burbujas crujientes que ahora lucen en distintos escaparates de la ciudad de Barcelona. Junto con el dibujante, Solan de Cabras ha ideado un plan de ocio para este verano: un recorrido por algunos de los locales de los barrios más emblemáticos de Barcelona – Gótico, Born y Ensanche –, en una suerte de yincana veraniega ilustrada. “En mi trabajo me interesa meter la narración, la historia, algo que leer, que contar, algo que puedas desentramar”, comenta Ricardo. “Se me ocurrió la idea de que cada burbuja contenga una historia, como esas bolas de la feria que coges con unas pinzas y dentro hay un juguete. En cada una hay una situación que me sirve para hablar del lifestyle de la marca: historietitas de amor, amistades, alguien que se encuentra pensativo…”.
Las icónicos retratos de cuatro ojos de Cavolo cobran movimiento en un sorprendente salto al azul en su estilo pictórico, teniendo en cuenta el protagonismo de los pigmentos más cálidos en la gran mayoría de sus trabajos. Parece que no le ha importado adaptarse para este proyecto a ese corporativo azul Klein, debido a su familiaridad con la bebida. Cavolo confiesa que “cuando te gusta un producto es mucho más fácil colaborar. El tiempo que tardas en investigar qué es lo gastas en explayarte y ver cuál es la mejor manera de mostrarlo. El agua con gas me resultaba un concepto fácil. De hecho, en la sencillez también reside el secreto de un producto así“.
No solo el azul —y algún toque de amarillo— remite a un estado de ocio veraniego, sino que también llega a recordar a un estilo de vida puramente mediterráneo: “Barcelona es la ciudad que conozco habiendo vivido aquí cuatro años”, aporta Cavolo cuando explica su inspiración más directa para estas piezas. “Era un poco lo que tenía en mente, además de los viajes que he hecho a distintas playas de la Costa Brava, a Tarragona o a las Islas Baleares. En mi cabeza era como generar un anuncio de televisión y cada burbuja sería un plano que se movería internamente“.
Cada local exhibirá en su escaparate la particular visión e interpretación de la burbuja crujiente de Solán de Cabras con Gas que Cavolo ha diseñado a través de intervenciones efímeras, del 28 de junio al 2 de julio, con animaciones inmersivas en 3D. Si estás en Barcelona, pasea observando los escaparates, una burbuja crujiente ilustrada te refrescará sin darte cuenta. Este itinerario artístico creado por Solán de Cabras con Gas anima además a recorrer algunos de los puntos emblemáticos e imprescindibles de Barcelona como la Catedral de Barcelona, el Barrio Gótico, la Plaza de Cataluña, la Casa Batlló o La Pedrera-Casa Milà.
Ricardo Cavolo lleva ya 12 años dibujando con una de las señas de identidad más reconocibles del panorama español actual. A lo largo de su carrera ha ilustrado libros infantiles, clásicos de la literatura, murales, libros más personales, y ahora se atreve a conceptualizar un estado líquido como es el agua con gas. Sobre su experiencia más significativa en el arte, humildemente responde: “Te sonará moñas, pero con lo que me quedo es con seguir trabajando año tras año, porque es muy difícil. Si sigo haciendo lo que más me gusta hacer, todo suma. No puedo quitar ni el proyecto más pequeño que he tenido en mi carrera porque todo ha ido ayudando. Me quedo con seguir siendo capaz de hacer esto”. Chin chin por ello.