En el fondo del mar, a unos 10 metros de profundidad, también existen los museos. Ahí podrás encontrar curiosas esculturas que la naturaleza ha mimetizado. El artista y escultor Jason deCaires Taylor ha creado impresionantes colecciones submarinas que te dejarán sin palabras, pero también te harán pensar en cuidar más el lugar en el que habitas. Un hombre sentado frente a la televisión con una hamburguesa en sus piernas y el mando en una de sus manos es el hogar de cangrejos que se esconden de sus depredadores. Un grupo de niños cogidos de las manos y formando un círculo ahora están cubiertos de coral. Dos personas haciéndose un selfie en medio de un cardumen; éstas y otras figuras se pueden apreciar en sus seis museos marinos repartidos por todo el mundo.
Inició este movimiento en 2006 creando esculturas para sumergirlas en el mar y así crear arrecifes artificiales, pero pronto se convirtieron en exposiciones. Se estima que en los últimos 10 años se han dañado más del 40% de los arrecifes en el mundo, motivo por el cual el escultor decidió crear arte que salve el planeta. A este tipo de expresión artística se le llama ‘Eartworks’ o ‘Land Art’ y Jason es considerado uno de sus exponentes. El primero de sus museos submarinos fue el Underwater Sculpture Park en Granada –país caribeño– y tiene 65 esculturas hechas a mano. El segundo es el hermoso museo Subacuático de Arte (MUSA), localizado en Cancún, México. Este último es considerado el museo acuático más grande del mundo, ya que tiene 400 piezas repartidas por 150 metros de las profundidades del Caribe Mexicano.
Además de éstos, ha creado otros como el Alluvia en Canterbury, Inglaterra (2008), Ocean Atlas en Nassau (2014), en Bahamas, el The Rising Tide en Londres y el Museo Atlántico en Las Coloradas de Lanzarote (2016). Este lugar de preservación bajo las aguas canarias ayudará a incrementar la biomasa marina y a favorecer la reproducción de las especies de la isla. Para ello, Jason deCaires realiza las esculturas con un ph neutro que ayude a la conservación del ecosistema marino, el cual se ha visto severamente afectado a raíz de los huracanes y los cambios de temperatura. Otro de los objetivos de la creación de estos sorprendentes espacios es prevenir que los buzos no dañen más los débiles arrecifes naturales de coral y puedan explorar tranquilamente. Si quieres contemplar este bello paisaje, date prisa porque las esculturas serán devoradas por el paso del tiempo.
*Artículo originalmente publicado en el número 34 de Mine. Pide tu ejemplar en papel en tienda.ploimedia.com o descarga la edición digital interactiva para iOS o Android.