Le gusta que le llamen Nano, seas o no amigo, familiar o conocido. Pero ese apodo puede decir poco para el común de los mortales si no va precedido de las siglas DJ. Esta indivisible unión semántica es el ADN de José Luis Garana de los Cobos (Madrid, 1977), por cuyas venas lleva corriendo música y espectáculo desde hace más de dos décadas. DJ Nano encarna la historia de la música electrónica en España, charlar con él, además de agradable e inspirador, te acerca a conocer una parte de su lado más humano y sincero al otro lado de la cabina. Precisamente así se titula su biografía (‘Al otro lado de la cabina‘, Libros Cúpula), que acaba de presentar y que justifica nuestro encuentro en una de las terrazas de moda de la capital, la del Hotel Riu Plaza de España, donde es DJ residente ahora que la pandemia deja un poco bailar pero sin pasarse. La de Nano ha sido una vida con sus luces y sombras, como un buen festival —por seguir con las analogías—. Por primera vez habla de las penumbras con la misma naturalidad que verbaliza los éxitos. Una sinceridad terapéutica que nos revela quién fue Nano antes de ser DJ.
Este libro recoge 44 años de vida y dos décadas de trabajo dentro de una cabina, ¿cómo ha sido reencontrarse con algunos recuerdos y cómo has hecho para ordenar todo lo que te ha pasado en la vida, porque te ha pasado mucho?
Todo ha sido posible porque por desgracia ha habido una pandemia y me ha dejado tiempo para poder dedicarme a este libro. Para la gente que no lo sepa, el libro está escrito en dos líneas, una que es la más biográfica, y otra más histórica con el crecimiento de la música electrónica. Para la parte biográfica he tenido que hacer un gran trabajo de colocación de fechas, desde que nací hasta ahora. Ha sido un trabajo el de volver a encontrarme momentos de vida que no todos han sido bonitos, pero ha sido casi terapéutico. Durante dos años, todas las semanas nos juntábamos Miguel Ángel Bardeño—crítico musical que se ha encargado de la línea histórica y periodística del libro— y yo, al menos una vez por semana, y teníamos reuniones de cuatro o cinco horas. Hablábamos de todo, muchas horas de charla, de escritura, ha sido un trabajazo. Como te digo se ha podido hacer por la pandemia, si llega a ser en otro momento no habría sido posible, porque estoy siempre de un lado para otro.
En el libro cuentas con mucho detalle pasajes duros de tu vida. Por ejemplo, el maltrato que sufriste durante un tiempo por parte de la pareja de tu padre. Cuando surgió este proyecto de libro, ¿tenías claro que ibas a contar todo al detalle o te daba miedo que tus seguidores supieran tanto de ti?
No tenía claro si iba a contar ciertas cosas, esto ha ido saliendo. Para que se dé cuenta la gente de cómo de sincero he sido en este libro, antes de que saliera a la venta me reuní con familiares que no conocían capítulos que ahí iban a salir. Pero estoy súper contento y súper orgulloso de que este libro sea tan de verdad, que lo que ofrezco a la gente sea tan real. Mis miedos claro que existían, no todo ha sido de color de rosa, sobre todo en episodios de mi infancia, pero creo que tenía que contarlos porque este libro tiene un mensaje con final feliz.
“Para que se dé cuenta la gente de cómo de sincero he sido en este libro, antes de que saliera a la venta me reuní con familiares que no conocían capítulos que ahí iban a salir”
¿Cuál es el mensaje?
El mensaje es que hay situaciones en la vida que pueden ser muy complicadas, pero eso no significa que te vaya a ir mal en la vida, puedes encontrar tu camino si buscas tu pasión. Yo digo que a mí la música me salvó la vida, eso hizo que me centrara y pusiera el foco ahí.
¿Has pensado alguna vez qué hubiera sido de ti si la música no se hubiera cruzado en tu camino?
No lo sé, yo dejé la carrera de Publicidad en primero porque ya estaba trabajando. No sé si habría seguido con la publicidad, habría sido militar, porque desde pequeño siempre me ha gustado toda esa vida, o me habría dedicado a la delincuencia —risas—. Lo que sí sé es que no sería igual de feliz que lo soy ahora.
¿Sientes que este libro ha sido terapéutico?
Créeme que ha sido así. Nunca he ido al psicólogo y esto ha sido un poco como ir, esas charlas con Miguel Ángel han sido terapéuticas. Y te digo que me siento muy orgulloso y muy contento de haberlo contado porque cosas que me costaba recordar, ahora las hablo con una naturalidad enorme y no pasa nada. Y eso es un poco el trabajo que hace un psicólogo, dejar los miedos al lado, las inseguridades, y yo las tenía porque bloqueaba cierta parte de mi vida. Después del libro soy otro a la hora de hablar de ciertas cosas y también me ha ayudado a entender muchas otras de mi personalidad que me pueden afectar más o menos.
Te has ahorrado el psicólogo, pero has hecho un libro, ¿no?
Efectivamente —risas—.
¿Qué aspectos de tu personalidad crees que han marcado esos primeros años de vida tan desestructurados?
Una situación así en los primeros años de vida hasta la preadolescencia marcan muchísimo a las personas. Tuve unos comienzos muy desestructurados y eso me marcó de una mala manera. No había un control en mi vida como el que tiene que tener un niño y eso hace que no sepas muy bien por donde ir. Tuve la suerte que llegó la música a mi vida y tuve claro que quería dedicarme a ello. Creo que ese es un trabajo que los padres deberían hacer sobre sus hijos, ayudarles a encontrar su camino, su pasión. Más allá de “estudia una carrera, la que sea, pero hazla, cómprate una casa y cásate”. Hay personas que esa vida les vale y es maravillosa, pero a otras no. Los padres tienen que hacer un esfuerzo de conocer a sus hijos y guiarlos por un buen camino y ayudarles a encontrarse a sí mismos.
Tu hijo Travis algún día leerá el libro, ¿tienes sentimientos encontrados por que conozca aspectos de tu vida que no son agradables?
Mi hijo ahora va a cumplir 9 años y tengo una relación muy estrecha y cariñosa, muy de amor, muy potente. A mi hijo le voy a ser totalmente sincero siempre, es importante. Por supuesto siempre sabiendo que es mi hijo y yo soy su padre en la parte educativa, pero no tengo ningún sentimiento encontrado, es mi vida y encantado de que mi hijo la conozca. El día de mañana leerá el libro, pero antes de que lo lea ya lo sabrá por mi boca seguro.
“Tuve la suerte que llegó la música a mi vida y tuve claro que quería dedicarme a ello”
DJ y empresario
Tu carrera se caracteriza por lograr el respeto en el sector de la música electrónica y ser un DJ reconocible por el público en general, sea o no seguidor de este género. Esto solo ocurre con djs de talla mundial como David Guetta o Steve Aoki, ¿por qué crees que pasa esto?
No te sabría explicar el porqué. Es verdad, que en nuestro mundo no es fácil traspasar, llegar a lo mainstream. Aunque la música electrónica siga siendo un nicho enorme, sigue siendo un nicho. Hay personajes que son grandísimos artistas que mueven miles de personas y sin embargo no están en un programa de televisión, por ejemplo. Creo que he tenido una suerte muy grande de rodearme de un equipo muy bueno siempre y eso lo tuve muy claro. Un artista llega a donde llega, pero luego necesitas a un gran equipo. Eso también empieza a ser la tónica habitual en muchos artistas de la electrónica, pero hace años no.
¿Te sientes a veces más empresario que DJ?
No, tengo una parte muy empresarial que me gusta, pero me siento sobre todo DJ. Lo que pasa que como DJ también tengo la necesidad de ofrecer un tipo de espectáculo, de hacer las cosas como yo creo y eso está dentro de la parte empresarial.
Te defines como una persona que se pasa la vida pensando y ahora estás metido en un proyecto nuevo que te estará haciendo pensar mucho, como es la obra de teatro que tienes entre manos. Cuéntame en qué va a consistir.
Es otro de los proyectos que ha venido gracias a la pandemia. En la cuarentena tuve unos días de bloqueo y no sabía muy bien por dónde tirar, pero tuve la suerte de que rápidamente mi cabeza siempre está inventando. De pronto se me ocurrió escribir un guión y tuve una idea, que la expuse a mi equipo y han puesto las piezas para que esto se lleve a cabo. Es una obra de teatro musical, con música electrónica, que va a contar todo los años 90. Va a ser uno de los proyectos de mi vida. Ya estamos con lecturas de guión y estrenaremos a finales de año o principios del año que viene. Tengo la suerte de estar rodeado de un equipazo de profesionales que en el momento que les conté la historia y se la presenté, se enamoraron igual que me enamoré yo y está siendo la bomba.
No hemos hablado mucho de la pandemia, pero quien te siga ha comprobado que un DJ no tiene que parar de hacer cosas aunque no haya festivales o conciertos, ¿cómo has sobrellevado este año de parón y cómo percibes la vuelta poco a poco a los escenarios?
La pandemia para mí ha sido un reseteo absoluto. He tenido tiempo para pensar mucho cómo quiero trabajar a partir de ahora, porque en mi caso llevo muchos años metido en una maquinaria de no parar. Este tiempo de parón me ha dado tiempo para pensar cómo quiero hacer esa salida. A qué me quiero dedicar más, dónde pongo más el foco. Ha sido un momento durísimo, no sólo en lo económico, sino también en lo mental, parar de hacer lo que llevas haciendo durante 25 años. Creo que la gente tiene unas ganas de alegría que lleva contenida mucho tiempo. Va haber mucho movimiento, pero también creo que va a venir una crisis económica importante. Me encanta el mensaje positivo de “esto va a ser la leche, todo el mundo a las calles”, pero no va a ser tan fácil.
“La pandemia para mí ha sido un reseteo absoluto. He tenido tiempo para pensar mucho cómo quiero trabajar a partir de ahora, porque en mi caso llevo muchos años metido en una maquinaria de no parar”
¿Cómo se presenta el verano a nivel laboral?
A nivel DJ tengo todo el verano lleno y no sabes la alegría que me da, porque no lo tenía claro. Voy a estar en toda España, de momento internacional no estamos cerrando nada. Trabajo hay mucho, todo con medidas.
Para acabar, quiero que me des tu opinión sobre la valoración de la música electrónica en España. En 2020, por primera vez en nuestro país un DJ, que fuiste tú, acudía a un evento institucional con los Reyes como representante cultural. ¿Por qué vamos tan tarde a la hora de reconocer la música electrónica como elemento cultural, como lo es el teatro o el cine?
Fue un encuentro con diferentes personalidades de la cultura española, creo que nunca había pasado que al lado de un director de cine, un actor, un cantante o un diseñador de moda haya un DJ. Lo viví con una emoción enorme, no solo por el hecho de estar ante los Reyes, que impone y es una cosa muy bonita, sino porque venimos de que hace muchos años la electrónica era un mundo de oscuridad y turbio. Hay gente que lleva trabajando para que la música electrónica sea mucho más que gente que va a tomar éxtasis a una pista de baile. La comunicación hacia la música electrónica no ha sido la correcta, se han centrado en esa parte turbia y oscura y hay mucho más. Hay una parte musical y cultural brutal y no ha sido hasta que la electrónica ha sido mainstream absoluto en el mundo cuando se ha empezado a poner foco ahí.