No es necesario pagar 18.000 euros por noche para vivir como Coco Chanel. No es el Hotel Ritz de París, pero ya es posible hacer de una habitación tu hogar. Con la pandemia muchas cadenas hoteleras se afanan en presentar alternativas habitacionales para todos los bolsillos. ¿Has pensado en mudarte?
Vecinos que van y vienen. Un día son un grupo de amigos que quieren conocer tu ciudad. Otro, profesionales en viajes de negocios o una pareja de enamorados en una romántica escapada. Porque, si algo tiene vivir en un hotel, es que tus vecinos nunca serán los mismos, a no ser que también hayan escogido esta nueva modalidad de alojamiento. En los últimos meses está asentándose una iniciativa de alquileres mensuales con la que los hoteles buscan hacer frente a la crisis que la COVID-19 ha generado en el sector turístico. “Vivir en un hotel siempre ha sido considerado un lujo, algo inalcanzable para la mayoría; pero, a partir de ahora, será más barato que alquilar una casa”, explica Lucía Méndez-Bonito, CEO de B&B Hotels España, que ofertan habitaciones desde 500 euros al mes.
“Vivir en un hotel siempre ha sido considerado un lujo, pero, a partir de ahora, será más barato que alquilar una casa”
Lucía Méndez-Bonito (CEO de B&B Hotels España)
En los últimos meses, pocos sectores han sufrido tanta transformación como el hotelero. Algunos aportaron su ayuda al inicio de la crisis sanitaria, convirtiendo sus habitaciones en hospitales improvisados, pero una vez decreció la tensión hospitalaria debieron afrontar la realidad. Menos turistas y menos ocupación. Es en este punto cuando muchas cadenas hoteleras llegaron a la conclusión de que había llegado el momento de reinventarse, de transformarse en oficinas y, también, por qué no, en residencias de larga estancia. “En un principio detectamos la necesidad creciente de encontrar un lugar de trabajo tranquilo y con una red wifi que permita mantener videoconferencias a un precio asequible, por lo que convertimos habitaciones en oficinas. Ahora, queremos ofrecer una alternativa a aquellas personas que necesiten una opción de alojamiento flexible y asequible”, explica Méndez-Bonito.
Así, con un precio desde los 500 euros para estancias mensuales, vivir en un hotel es una alternativa muy atractiva en ciudades como Barcelona, con un coste medio de alquiler por habitación de 443 euros, o en Madrid, de 396 euros. “Nuestra iniciativa ‘Home For Everyone’ incluye habitaciones de diseño con servicio de limpieza, cama king size, baño privado, acceso a wifi, parking, café y té gratuitos las 24 horas del día”, recalca la empresaria.
¿Hogares de medio año?
La cadena B&B Hotels no ha sido la única en sumarse a esta iniciativa. Gallery Hotels ofrece en Barcelona y Málaga packs de 700 euros mensuales, que incluyen habitación doble exterior con desayuno, limpieza y lavandería dos veces por semana, gimnasio y piscina. “Creo que pueden convivir todas las opciones, aunque sea un porcentaje pequeño. Hemos empezado por un 10% de habitaciones bajo esta modalidad pero, según vayamos ocupándolas, seguro que ampliaremos el número. En Barcelona está teniendo mucho éxito”, explica Myriam Ortiz, directora del Hotel Molina Lario de Málaga, perteneciente al grupo Gallery.
Ahora bien, la alternativa deja de ser tan rentable si a estas habitaciones le sumamos la opción de cocina propia. Por ejemplo, en las suites de B&B Madrid Fuencarral, Felgueiras (Portugal) y Tarragona esta alternativa se eleva hasta los 1.400 euros al mes. Pero, he ahí el gran hándicap para los inquilinos, no puedes empadronarte en un hotel ni tener una seguridad de permanencia de más de seis meses. “En los hoteles hay gente que vive todo el año y tiene precio especial. Pero esta oferta a un precio tan barato la mantenemos inicialmente durante tres meses. Somos un hotel y, por tanto, nunca firmas un contrato por un año”, explica Méndez-Bonito. Por su parte, los Gallery Hotels ofrecen su pack de 700 euros para estancias de medio año con posibilidad de renovar y negociar un nuevo precio.
“Creo que pueden convivir todas las opciones, aunque sea un porcentaje pequeño”
Myriam Ortiz (grupo Gallery)
Y en tiempos de pandemia es imposible no pensar en qué ocurriría ante un nuevo confinamiento. Al no estar empadronados allí, ningún cliente podría tener el hotel como lugar de residencia ni mucho menos pasar un confinamiento en el caso de que lo cerraran. “Son cosas tan complicadas que si hay un confinamiento total y obligan a los hoteles a cerrar, haremos lo que marque la ley y no dependerá de nosotros”, explican desde el grupo Gallery. Pese a estos inconvenientes, desde este grupo hotelero aseguran que el modelo funciona y ya tienen alrededor de 15 habitaciones en Barcelona y tres en Málaga en esta modalidad. Y un número similar hay en B&B Vigo, que cuenta ya con 10 alquileres mensuales y varios clientes que llevan más de un año viviendo en varios de sus hoteles. “Además, sin necesidad de firmar ningún contrato de arrendamiento, fianzas o avales”, añade Méndez-Bonito.
Para vivir y trabajar
Si redactamos una lista de pros y contras podríamos dibujar un perfil de usuario para este tipo de estancias: personas que, por diversas circunstancias, deban pasar pocos meses en una ciudad o profesionales que deban trasladarse por trabajo o necesiten un espacio para teletrabajar. De hecho, hay hoteles como el Campanile de Alcalá de Henares que por 900 euros ofrece un pack de dos habitaciones comunicadas, una para residir y otra para usarla como despacho. Algo similar ofrecen también en el Hotel Tótem del madrileño barrio de Salamanca o los propios hoteles B&B, que por 19 euros al día permiten tener un espacio cómodo para trabajar en una de sus oficinas improvisadas.
“Las cadenas hoteleras prevén destinar hasta un 20% de sus habitaciones a este nuevo tipo de uso, ya que así los hoteles pueden ampliar y diversificar su oferta. Por la parte de la demanda, se está popularizando la tendencia del co-living —trabajar y vivir bajo el mismo techo”
Álvaro Córdoba, cofundador de Badi
Pero, entonces, ¿es una opción para tiempos de pandemia o algo duradero? Desde Badi, la aplicación de alquiler de habitaciones, piensan que esta tendencia ha venido para quedarse. “Este modelo ya se ha consolidado a nivel internacional y en España está teniendo muy buena acogida. Las habitaciones en alquiler de los hoteles complementarán la oferta de pisos de alquiler compartidos”, asegura Álvaro Córdoba, cofundador de Badi. Esta compañía acaba de lanzar Badi Homes, que facilita a grandes tenedores, como hoteles o fondos de inversión, ofrecer sus habitaciones con un precio de todo incluido. “Es una tendencia de probado éxito internacional. Las cadenas hoteleras prevén destinar hasta un 20% de sus habitaciones a este nuevo tipo de uso, ya que así los hoteles pueden ampliar y diversificar su oferta. Por la parte de la demanda, se está popularizando la tendencia del co-living —trabajar y vivir bajo el mismo techo—”, explica Córdoba.
Decía Coco Chanel que “las mejores cosas de la vida son gratis, las segundas mejores son caras, muy caras”. Bueno, puede que no tanto o, al menos, una de ellas ya es más asequible.
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