La tarta de cumpleaños de croquetas de Rosalía ha sido el toque gourmet que le faltaba a este suculento bocado español. Si no te gustan, eres un bicho raro. Las croquetas, sean de unos ingredientes u otros, gustan a todo el mundo. Esos bocados crujientes con un fondo cremoso y llenas de sabor hacen babear a cualquiera y más en esta época del año cuando apetecen tanto para comer como para cenar o, incluso, picotear con una cervecita o vino. Y si encima pensabas que solo existían las clásicas de pollo, jamón o bacalao, te vamos a revelar todo un mundo.
Aquí tienes algunos de los mejores sitios donde hartarte. Eso sí, una vez empieces te va a costar parar, ¡tra, tra!
Boqueat (Madrid)
Un lujo para el paladar es lo que son las croquetas del local madrileño Boqueat. Toda una innovación en el mundo de la croqueta con sabores raros, pero que muy raros. Puedes probar elaboraciones de espinacas, cabrales, hamburguesa o chipirones, pero también otras mucho más bizarras como la de gin tonic o la de chocolate con trufa de chocolate en una capa de oreo triturado. Además, las acompañan con salsas muy originales como la de mahonesa de algas, ali oli de mostaza y una espectacular de tomate y vainilla.
O Croque (Vigo)
En Galicia saben bien lo que es una croqueta espectacular y en este establecimiento llevan 10 años preparando recetas tan curiosas como la croqueta de mejillones y albariño, aceitunas, la de huevos fritos con chorizo o la cremosa de gazpacho. Aunque la más solicitada de su carta es, sin duda, la croqueta de queso cabrales con reducción de vino de Oporto. Y encima también tienen servicio de catering y se pueden pedir para llevar.
Croquetea (Valencia)
Pollo al curry, calamares en su tinta, morcilla y pasas, carrillada y sepia con cebolla son algunos de los sabores de las croquetas que ofrecen a domicilio en esta tienda valenciana. Puedes elegir tu pack con croquetas variadas de tamaños especiales a petición del cliente. Puedes encargarlas fritas o bien llevártelas congeladas y hacerlas cuando prefieras. Sea como sea, ya te decimos que estarán de lujo.
Croq & Roll Croqueteria (Barcelona)
Las croquetas también pueden tener alma rockera. Este restaurante situado en el barrio de Gracia lo deja claro con unas elaboraciones tan sabrosas como la croqueta de queso gorgonzola con pera o la de berenjena asada con miel y queso provolone. Todo ello al ritmo del rock&roll y maridado con una excelente selección de cervezas artesanales.
Echaurren (Ezcaray, La Rioja)
Y si lo que quieres es una croqueta como las de siempre, tradicional y sin demasiadas florituras pero con un sabor intenso e increíble, no dejes de pasar por la cocina de este hotel riojano para probar su croqueta de jamón, pollo y huevo duro en una cremosa bechamel que te hará chuparte los dedos. La receta original fue elaborada por Doña Marisa Sánchez y ahora su hijo, Francis Paniego, sigue preparándola con el mismo esmero.
Lautxo (Bilbao)
Un lugar tan experto en tapas de calidad como es Bilbao también debía tener un espacio dedicado a la croqueta. En Lautxo, una casa de comidas para llevar con larga tradición, las preparan de distintos tipos como las más típicas de bacalao, pollo, y otras más especiales con puerros, chorizo o gambas y setas.
La vaquería montañesa (Madrid)
En un espacio impresionante como una antigua vaquería reformada y con una decoración chic y cosmopolita, los dueños de este restaurante madrileño apuestan por carnes y verduras ecológicas pero siempre con una elaboración vanguardista, como hacen con sus croquetas de bogavante o las que preparan con ossobucco de ternera.
Croquet Arte (Zaragoza)
El nombre no engaña. En este local aragonés preparan unas croquetas que son puro arte. Desde unas croquetas de salchichas con mostaza o unas de salmón ahumado con mostaza hasta algunas recetas más gourmet, como la de ternasco (esa carne de cordero tan tierna y con denominación de origen), de carabineros o la de borraja con gulas. Vamos, una forma original de probar algunos de los ingredientes más típicos de la gastronomía aragonesa.
Catacroquet (Barcelona)
La Ciudad Condal tiene muchos rincones para probar croquetas excelentes, pero en este se llevan la palma con sus croquetas de huevo trufado o las de chistorra con pimentón. Un bistrot que nace con la voluntad de fusionar los sabores más tradicionales con propuestas mucho más arriesgadas que las que estamos acostumbrados.
Croqueta y presumida (La Coruña)
El concepto de esta tienda está pensado para que escojas las croquetas que más te gustan y te las lleves para disfrutarlas donde prefieras. Ya sea la de chuletón, la de jalapeños, la de cecina o la de centollo, todas son elaboradas con un rebozado artesanal muy crujiente y una bechamel suave y cremosa. Y para los más golosos tienen unas rellenas de crema de chocolate para volverse loco.
La Gastro de Chema (Madrid)
¿Una fusión entre las clásicas patatas bravas y las tradicionales croquetas? Sí, en el restaurante de Chema Soler es posible probar dos de las tapas más típicas de nuestro país juntas. Pero, además, este cocinero valenciano tiene muchas más originales como la de puerro con queso de cabra y pimientos, la crocheta de pincho moruno, la de pulpo a la gallega y hasta la de perrito caliente. Y si vienes aquí, no te vayas sin probar la de sobrasada y chocolate, en serio, está de rechupete.
Oído cocina gourmet (Toda España)
Y si alguno de estos restaurantes te pilla lejos de casa, no te preocupes que en esta empresa reparten por todo nuestro país. Hay muchos que dicen que las croquetas de Cristina Comenge son las mejores del mundo, pero no seremos nosotros quienes afirmen tal cosa sin que las hayas probado antes, pero al menos sí son de las más variadas. En su carta encontramos croquetas de cocido madrileño, marisco o bacon y queso parmesano. Además, las reboza con panko, un pan rallado japonés que les da un toque mucho más crujiente y absorbe menos aceite.