Llegar a Marte es el gran desafío espacial de la humanidad. Conseguir superar los aproximadamente 62 millones de kilómetros de distancia –en el momento de mayor proximidad– que hay entre la Tierra y el Planeta Rojo, y afrontar con éxito todos los retos tecnológicos que implica formar una colonia humana sobre la superficie, es un hito para el que gobiernos, empresas privadas y multimillonarios están destinando buena parte de sus fondos. Magnates como Elon Musk o Jeff Bezos, dueños de Tesla y Space X el primero y Amazon el segundo, ya han iniciado su particular carrera espacial en busca de ser el primer multimillonario en llegar a Marte.
Una empresa tremendamente complicada que deja el viaje a la Luna en un juego de niños. Y es que resolver y anticiparse a todos los contratiempos que podrían ir surgiendo durante el trayecto está siendo una ardua tarea en la que muchas entidades gubernamentales y privadas ya están trabajando. Una de ellas es la agencia española Astroland, la cual ha construido una base permanente conocida como Ares Station dentro de un cueva de 1,2 kilómetros de largo y 50 de alto en el municipio cántabro de Arredondo.
Una instalación donde el objetivo es estudiar y simular las condiciones de vida que tendrán que afrontar los astronautas una vez aterricen y se instalen en Marte. Ya que, por las teorías que manejan los científicos, los tubos volcánicos del Planeta Rojo – de estructura similar a las cuevas terrestres– pueden ser uno de los pocos lugares propicios para acoger una colonia humana. Esto permitiría a los primeros aventureros marcianos descongelar el agua del subsuelo, protegerse del clima extremo o resguardarse de la radiación solar.
Con una inversión de 2,9 millones de euros, Astroland ha sido capaz de construir la Ares Station y desarrollar toda la tecnología necesaria para monitorizar las misiones desde el centro de operaciones de Santander. Una especie de Houston, ubicado en el parque tecnológico de la ciudad. Desde allí se controlan cada una de las misiones que se viene realizando de forma ininterrumpida desde julio de 2019. Más de dos años donde Astroland ha ido realizando diferentes investigaciones relacionadas con la ingeniería, la biología o la psicología. Todo con un único fin: preparar a la raza humana en su mudanza a Marte.
Pensión marciana
Por otro lado, Astroland también ha ofrecido actividades recreativas para los más curiosos como medida de recaudación. Alguien debe pagar las facturas, por muy astronómicas que estas sean. Entre su catálogo se ofrecen diferentes actividades de formación, coaching o actividades de cohesión de grupo de empresas. Además, de vivir la experiencia espacial igual que un astronauta. Por el módico precio de 4.000 euros, Astroland en colaboración con la agencia de turismo de lujo Nuba, organiza un paseo especial al interior de la cueva durante unos días.
El pack incluye varios días de preparación previa fuera de las instalaciones y dos días de completo aislamiento dentro de una de las cápsulas subterráneas. Allí, los intrépidos turistas, deben comportarse como auténticos astronautas. Entre los requisitos está que solo puedan abandonar la cápsula ataviados con trajes especiales. Y, en caso de sufrir algún accidente, un grupo de espeleólogos profesionales acude al rescate en cuestión de minutos.
De este modo, Astroland no solo potencia su rama científica sino que también da a conocer su capacidad como transmisor de tecnológica. O lo que es lo mismo, aplica sus conocimientos en nuestra día a día. Del resultado de sus investigaciones y del continuo desarrollo de su tecnología han creado ‘Cyberhut’, un hogar del futuro preparado y adaptado para proteger a sus inquilinos ante cualquier amenaza y ser respetuoso con el medio ambiente. Entre sus características encontramos que es una vivienda respetuosa con el entorno, autónoma a nivel energético y domotizada al completo para registrar, entre otras cosas, el estado de salud de sus ocupantes. Además, la agencia también ha colaborado con el Centro de Investigación Turística Spark, para desarrollar una habitación con características similares.
Previsión antes que ignición
Lo cierto es que viajar a Marte es un acontecimiento que está cada día un poquito más cerca de hacerse realidad. Se prevé que ese momento llegue en el año 2035, pero antes son muchos los estudios y pruebas que se han de acometer. De hecho, si hacemos un breve repaso por la última década, antes que el proyecto Astroland, se han desarrollado otras dos grandes investigaciones con el mismo objetivo, recrear la vida en Marte. Por un lado, la NASA simuló en 2017 la estancia en el Planeta Rojo cerca del volcán Mauna Loa de Hawai y, paralelamente, la Agencia Espacial Europea (ESA) hizo lo propio en el Parque Nacional del Timanfaya de Lanzarote. Y es que tal y como dijo el astrónomo Carl Sagan, “en algún lugar, algo increíble está esperando ser descubierto”. Entonces, ¿qué tal si comenzamos por Marte?