El ecoturismo es una manera de viajar más consciente y menos nociva. Tiene en cuenta las repercusiones futuras en materia económica, social y, sobre todo, medioambiental para intentar ser lo más beneficioso para los lugares que se visitan. Además, como marca la Organización Mundial del Turismo, debe contribuir a regenerar áreas en decadencia y preservar el patrimonio cultural y natural.
Si eres de los que huye del turismo asfixiante y los viajes irrespetuosos con el medioambiente, revisa la siguiente lista de destinos ecofriendly.
1. Bosque Nuboso Monteverde (Costa Rica)
El país centroamericano es un referente en esto de turismo ecológico. De hecho, fue el primero en crear su propio sello de calidad para empresas turísticas: la Certificación para la Sostenibilidad Turística. Más del 25% de su territorio está dedicado a parques nacionales y tierras protegidas como esta reserva biológica en la Sierra de Tilarán y próxima a Monteverde que alberga más de 400 especies de aves, 100 especies de mamíferos y más de 2.500 tipos de plantas. Es un ejemplo de ecoturismo por la protección y buen hábitat que ofrece a todos los animales. Cada año, lo visitan más de 70.000 turistas y sus responsables del Centro Científico Tropical se encargan de inculcarles el respeto por la naturaleza.
2. Islas Azores (Portugal)
Cada una de las 9 islas que componen este archipiélago europeo son un ejemplo de biodiversidad y respeto al entorno, ya que solo el 5% del territorio se encuentra edificado. Parajes vírgenes y protegidos que promueven el respeto por los océanos y la fauna y flora autóctonas que hicieron que en 2016 fueran escogidas por QualityCoast como el destino turístico más sostenible del mundo. Además de ser uno de los mayores santuarios de ballenas con avistamientos de 24 tipos de cetáceos, sus islas apuestan por las energías verdes y, en concreto Graciosa, es un terreno autosuficiente gracias a la energía eólica y solar y las baterías inteligentes. Asimismo, las islas de Graciosa, Corvo y Flores han sido declaradas Reserva de la Biosfera y el Plan Regional del Agua garantiza un uso racional de este recurso limitado.
3. Menorca (España)
También España tiene destinos muy verdes. Desde Noja en Cantabria que tiene protegida el 75% de su superficie hasta la catalana Berguedà que incentiva la economía local, tiene un gasto eficiente de agua y electricidad y gran variedad de espacios naturales. Pero, sin duda, Menorca es la que más destaca en términos de sostenibilidad, marcándose 2030 como fecha tope para que el 85% de la energía consumida en la isla provenga de fuentes renovables. Además, tiene espacios como Malbuger Nou que fomentan el agroturismo ecológico, una excelente preservación de los monumentos y la cultura talayótica que aspira a ser Patrimonio de la Humanidad.
5. Los Esteros del Iberá (Argentina)
Argentina tiene una gran variedad de opciones para el ecoturismo como el Área Natural Protegida Península Valdés, destacada por su gestión colaborativa para promover un turismo respetuoso, o el Parque Nacional Tierra del Fuego en Ushuaia que promueven un contacto con la naturaleza pleno. Pero si uno sobresale es este humedal en la provincia de Corrientes, el segundo más grande del planeta con más de 4.000 especies acuáticas y terrestres de animales. Hay muchas actividades sostenibles como paseos en canoa, senderismo, bicicleta o rutas de avistamiento. Además, tienen una amplia variedad de opciones de alojamiento sostenibles que van desde las hosterías hasta el glamping.
6. Pontevedra (España)
No todo el turismo ecofriendly tiene que ser en espacios naturales y reservas ecológicas. También las ciudades pueden promover unas vacaciones más conscientes y limitar el turismo masivo. La ciudad gallega es un ejemplo de ello, ya que, tras varias rehabilitaciones, ha creado muchas zonas peatonales y quitado el tráfico del centro de la ciudad potenciando, a su vez, el transporte público y los carriles bici, además de mejorar la gestión de los residuos, recuperar entornos litorales degradados y una fuerte apuesta por las energías renovables. Todo ello, le ha valido varios galardones como el Premio Internacional de Dubái de la ONU en 2015 o el Premio a la Seguridad Urbana de la Unión Europea de 2020.
7. Isla Amami Oshima (Japón)
Esta isla semi tropical de Japón, a medio camino entre las islas Okinawa y Kyūshū, es una muestra del compromiso japonés con el turismo ecofriendly. Patrimonio Natural Mundial junto a las islas de Tokunoshima e Iriomote, aplica políticas sostenibles para que todas las actividades que se realicen en su entorno, desde el submarinismo o los paseos en kayak hasta los chapuzones en cascadas como la de Materiya-no-Taki, estén controladas y sean respetuosas con el medioambiente.
Cómo ser un green tourist
1. Elige un destino poco saturado.
Para evitar una alta masificación que agobia a los autóctonos o desgastar los parajes naturales, intenta escoger lugares que, en la época que vayas a visitarlos, estén poco frecuentados. Otra opción es viajar en temporada baja. Además de ayudar al medioambiente, tu viaje será mucho más barato, cómodo y evitarás largas colas.
2. Respeta la cultura y la tradición local.
Interésate por las costumbres del país al que vas a ir, pero, además, infórmate de las normas y leyes para no infringir ninguna y tampoco caer en actos que puedan ofender o incomodar a los nativos. Asimismo, participa de su cultura y gastronomía para lograr que el turismo se convierta en un altavoz y una promoción de sus tradiciones.
3. Muévete de manera ecofriendly.
Lo que más emisiones de CO2 genera es el tráfico aéreo que supone el 2% de las emisiones totales. Por ello, siempre que sea posible, intenta moverte en tren o coche eléctrico, alternativas mucho más interesantes a nivel de sostenibilidad. Una vez en el lugar de destino, anímate a caminar, usar el transporte público, la bicicleta o el patinete eléctrico. Ten claro que con estos medios conocerás mejor la ciudad.
4. ¡No se toca nada!
Uno de los principales problemas del turismo es su manía de palpar todo. Desde las esculturas o los principales monumentos hasta llevarse piedras, plantas y demás elementos de entornos naturales. Debes dejar todo como lo encontraste.
6. Contribuye a la economía local.
Los productos locales son un sustento fundamental para la economía de muchas comunidades y poblaciones. Por ello, para compensar el impacto que tu presencia puede ocasionarles, intenta consumir en la mayor medida posible comida local y comprar en comercios autóctonos. Visita tiendas de artesanos y mercados locales para hacerte con tus souvenirs.
7. No ensuciar es un must.
Parece una obviedad, pero a muchos se les olvida la importancia de no tirar basura en los lugares que visitan. Llévatela contigo o deséchala en los lugares correspondientes.