En apenas cuatro años ha hecho historia en la música italiana y es uno de los rostros más queridos por los eurofans. Alessandro Mahmood (Milán, 1992) quedó en segunda posición en Eurovisión 2019 con su tema Soldi, convertida en la canción en italiano con más escuchas en streaming de la historia. Pero aquello le dejó la espinita y, ahora, vuelve junto al cantautor italiano Blanco para probar suerte otra vez y alzarse con el Micrófono de Cristal este sábado en la final de Eurovisión 2022.
En medio de la vorágine de ensayos en la que está inmerso nos hace un pequeño hueco para charlar sobre su actuación, la guerra de Ucrania, de Chanel y de su visión sobre las etiquetas de género. Este amante de Pokemon y fan de Rosalía está dispuesto a conquistar—otra vez— Europa.
Te pillamos ensayando para el próximo 14 de mayo. ¿Qué es lo más duro y sacrificado de estas semanas de preparación para Eurovisión?
No, es muy guay. Sin embargo, seguramente, todas las entrevistas te quitan un poquito de energía —ríe—. Eso sí, estoy muy feliz e ilusionado de estar aquí. Es importante focalizarse en la performance y con Blanco hago muchos ensayos en el hotel. Estamos muy faltos de energía.
Tú ya eres un poco veterano, porque ya es la segunda vez que participas en Eurovisión (la primera fue en 2019) ¿Qué cambios ves entre el Mahmood de esta segunda ocasión y el de Eurovisión 2019?
¿Veterano? ¡No! ¿Por qué veterano? Si solo lo he hecho una vez —ríe—. Ahora considero que he madurado un poquito artísticamente. He escuchado mucha música diferente y he trabajado con muchos productores distintos. Eso se nota, he crecido.
¿Y estás viviendo la experiencia de forma distinta?
Ahora es totalmente diferente porque estoy en Turín, en mi casa, con Blanco. Además, la canción es totalmente diferente a Soldi.
Los artistas no cobran por ir a Eurovisión y ni siquiera los ganadores reciben un premio monetario, solo el prestigio y la proyección mediática. ¿Te salió rentable tu paso por el concurso?
Fue positivo y me dio mucha visibilidad internacional. Tuve la oportunidad de hacer lo que me gusta y con mi actuación pude darme a conocer.
En las casas de apuestas te sitúas en segunda posición, justo después de Ucrania que muchos apuntan que recibirá un gran apoyo por la guerra que está sufriendo. ¿Verías bien que ganara como acto reivindicativo?
En esta ocasión, Eurovisión puede dejar un mensaje de apoyo por parte de toda Europa. Ninguno quiere lo que está pasando en este país en estos momentos.
Uno de los favoritos
En esta ocasión juegas en casa y eres uno de los favoritos. Si no ganas tú, ¿quién es tu candidato favorito a llevarse el Micrófono de Cristal?
No sé quién se merece ganar o perder. Pero este año se puede dejar un mensaje político muy importante por lo que está pasando en el mundo ahora.
¿Has tenido la oportunidad de conocer a Chanel? ¿Qué puntuación nos darías si fueras jurado?
He visto que ella actúa con un bailarín que hizo Kobra conmigo. Tengo que decir que la performance es muy guay y tiene mérito bailar y cantar al mismo tiempo.
“Es reductivo etiquetar el amor, Brividi quiere hablar de la libertad del amor y de amar libremente”
Tu tema Brividi es una historia de amor que interpretas junto a Blanco. ¿Interpretar un tema así junto a otro hombre es una forma de dar apoyo y visibilidad al colectivo LGTBQ?
No, hablar solo de esto es algo reductivo. En realidad esta canción habla de dos vidas completamente diferentes, de dos generaciones completamente diferentes y puedo decirte que el tema es mucho más profundo. Habla del miedo que se tiene, a veces, al apartarse de alguien a quien se ama. Es reductivo etiquetar el amor, Brividi quiere hablar de la libertad del amor y de amar libremente.
Además vuestra vestimenta es de estilo genderless, ¿queréis reivindicar con vuestra actuación la eliminación de etiquetas de género?
Etiquetar a alguien, el amor, la moda o el arte en cualquier forma no es nada positivo porque restringe la libertad.