Ahora todo son bromas, celebraciones y cachondeo, pero todos sabemos que desde el 1 de enero la vuelta a la rutina puede ser de lo más demoledora. Aunque la cuesta de principio de año se convierte en un suave paseo si es con Silvia Abril (Barcelona,1971). La actriz catalana, que en febrero estrenará ‘Bajo el mismo techo’, sabe cómo arrancar una carcajada hasta en las peores situaciones y, por eso, recibe al 2019 con el buen rollo de siempre.
Muchos empiezan el año con el objetivo de ir al gimnasio, ¿algún propósito para este?
Quiero vivir un poquito más la vida y trabajar un poco menos –ríe–. Este año ha sido una locura de trabajo y el 2019 quiero que esté más repartido.
Otros deciden dejar de fumar, ¿tienes algún vicio que te plantees abandonar?
Mira, quiero dejar de tirarme tanto por el suelo. De hecho, ya hay una rodilla que me está empezando a pasar factura. Quiero crear un personaje que deje de tirarse por todas partes.
Si en “el reloj de antaño como de año en año” hicieras balance de lo bueno y malo, ¿qué sería?
Me han pasado muchas cosas buenas. Ha empezado una nueva etapa en Madrid y estoy redescubriendo una ciudad que conocía muy poco y recuperando amigos. En el terreno laboral también han pasado cosas maravillosas y voy a presentar por primera vez un concurso. Y en cuanto a malas, he perdido a la madre de una buena amiga mía que también perdí hace unos años.
El programa que presentarás este año será ‘Juego de juegos’, que tiene muchísimo éxito en Estados Unidos, ¿te has enganchado a la versión estadounidense de Ellen DeGeneres?
Pues no porque no la entiendo y tengo muchos problemas con los idiomas –ríe–. No, es broma. La vi para saber qué es lo que ella hacía y luego no supe hacerlo. Ellen es muy irónica y muy fina trabajando y yo soy una cabra que tira para el monte. No he querido imitar a Ellen porque no nos parecemos, entonces he hecho mi propio personaje de presentadora.
¿Qué crees que va hacer funcionar al programa?
Pues que lo presento yo, básicamente. Esto va a hacer que triunfe y vais a flipar mucho –ríe–. Ya veremos cómo lo recibe la audiencia, pero yo me lo he pasado en grande y estoy deseando grabar una nueva temporada.
“Quiero crear un personaje que deje de tirarse por los suelos”
También has publicado ‘Como a mí me gusta’, un libro sobre recetas saludables. ¿Crees que muchos famosos publican libros porque su rostro vende de por sí?
Si mi imagen va a ayudar a que lleguen más allá todas las recetas que propongo en el libro, bienvenida la popularidad y bienvenida mi imagen. Lo que intento mostrar en el libro son recetas saludables que lo único que te van a aportar es salud. No engaño a nadie, es una práctica que llevo conmigo misma desde hace años.
La ortorexia es la obsesión por consumir alimentos saludables, ¿en qué momento crees que la vida sana se nos puede ir de las manos?
No hay que volverse loco. Yo tengo una niña que va a fiestas de cumpleaños y que se puede comer una hamburguesa fuera de casa, pero intentaré llevarla a un lugar donde sepa que la carne que va a comer es buena. Tomo todas las medidas posibles, pero no soy una enferma.
¿Publicarías otro libro?
Sí, sobre todo, de vida sana. Estoy muy a favor y nos toca cuidar el medio ambiente porque planeta solo hay uno, somos muchos y los recursos se acaban. O nos ponemos muy seriamente a consumir con un poco de sentido común o esto se acaba.
Has pasado por ‘MasterChef’ y por ‘Tu cara me suena’, ¿te verías entrando en ‘GH VIP’ o ‘Supervivientes’?
En un reality de irse tres meses a ‘Supervivientes’, no. Y en ‘GH VIP’ tampoco me veo.
Sin duda, el 2018 ha tenido bastante protagonismo el debate sobre los límites del humor tras la polémica de Dani Mateo y la bandera. Como cómica, ¿alguna vez has tenido miedo a hacer alguna broma y liarla?
Nunca pienso demasiado, me podía haber pasado perfectamente. Lo que me flipa es que haya levantado tantas ampollas. A mí no me ha pasado nunca y no sé cómo habría reaccionado, pero me imagino que Dani lo habrá pasado fatal y no querría estar en su piel. Creo que nos estamos volviendo un poco locos. Dani hizo esa broma en el contexto de un programa de humor. Este señor no tiene porque ser juzgado por esto, ¡qué locura es esa!
De hecho, aunque el anuncio de Campofrío que protagonizas se grabó antes de la polémica de la bandera, el spot se centra en el humor y sus consecuencias. ¿La sociedad actual está llena de “ofendiditos”?
Sí, creo que tienen más canales de expresión los “ofendiditos”. Twitter es un peligro, esto de que nadie sepa quién eres es un arma de triple y cuatriple filo. Por eso, yo hago caso relativo. Los haters están siempre ahí porque es muy cómodo salir y rajar sin que nadie sepa quién eres. Hay que hacerles un caso relativísimo y darles la importancia que tienen. Si aplicáramos más el sentido común todo iría mucho mejor.
“Una sociedad del siglo XXI no debe permitir que sucedan casos como el de Laura Luelmo”
De todo los hechos ocurridos en 2o18, ¿el auge de Vox se puede considerar una mala broma?
Ojalá fuera una mala broma, pero lo triste es que no lo es. Parece ser que es una tendencia a nivel mundial y a mí me parece terrible.
Tal vez hay mucha gente que no sabe que estudiaste cuatro años de derecho antes de lanzarte a ser actriz, ¿al final no te hacían mucha gracia los juzgados?
¡Qué fuerte, eh! Es que yo me fui a hacer Derecho siguiendo un poco el rebaño de mis amigas. Yo sentía la vocación y me encantaba hacer teatro, pero no sabía que podía dedicarme a ello y me fui a hacer Derecho por amor a mis amigas.
Y hablando de leyes, casos recientes como La Manada hablan de la ambigüedad del sistema judicial y su poca mano dura. ¿Qué opinas tú al respecto?
Yo creo que ante la violencia de género hay que reformar las leyes para proteger a la mujer y castigar los delitos sexuales y referentes a la violencia de género porque es un tema muy serio en el que están muriendo muchísimas mujeres. Una sociedad del siglo XXI no debe permitir que sucedan cosas como cuando encontraron el cuerpo de Laura Luelmo. Entonces, si la sociedad no evoluciona para que no hayan monstruos de este tipo, las leyes tienen que ponerse a proteger a la sociedad. Soy muy drástica y creo que hay que tomar medidas muy serias, pero lo más importante está en la educación.
¿De los menores?
Sí, la ley de protección al menor también es importantísima porque cuando un niño es tratado con amor y no sufre maltrato ese niño no maltratará ni abusará. Es algo que desde la infancia hay que cuidar. Por eso es tan importante que nuestros menores y los que tienen la mala suerte de nacer en familias desestructuradas tengan en el Estado redes de protección. Son futuros adultos y futuros seres humanos y hay que vigilar mucho esto.
“Me apetecía mucho hacer a Paulina de la Mora de ‘La casa de las flores’ y me han dejado hacerla”
Has cerrado 2018 con un especial navideño de ‘Homo Zapping’. ¿Te queda algún personaje por parodiar?
Me lo he pasado en grande grabando. Pero todo lo que quiero lo hago –ríe–. Me apetecía mucho hacer a Paulina de la Mora de ‘La casa de las flores’ y me han dejado hacerla. Y, además, se me ocurrió imitar a Inma Cuesta en ‘Arde Madrid’ y me dijeron: “claro que sí, vamos a hacerlo”. También hicimos el de ‘El cuento de la criada’ que me parecía super parodiable.
Un 2019, de cine
Ahora, en febrero, estrenarás ‘Bajo el mismo techo’ junto a otro genio del humor como Jordi Sánchez. ¿Cuál es la anécdota más graciosa que recuerdas del rodaje?
Pasaron muchas cosas. Pero, sobre todo, me encantó el día que me tocó trabajar con la sierra mecánica porque me vine arriba y liberé muchísima adrenalina. Maté, metafóricamente, muchas cosas y eliminé a muchas personas de mi vida con esa imagen. Con Jordi me lo paso muy bien trabajando y se suceden las anécdotas.
La película trata con humor sobre lo difícil que a veces es convivir y la importancia de llegar a un acuerdo. Parece una representación satírica de la relación entre el Gobierno y Cataluña, ¿no?
No creo que la película fuera por ahí para nada –ríe–. Otra cosa es que la vida se parece a muchas situaciones que podemos reconocer. Lo que muestra el filme, hablando de eso, es la delgada línea que separa el amor del odio y corrobora que realmente del amor al odio hay un paso. Lo difícil es aplicar amor cuando te sale rabia y odio, pero creo que es una ejercicio que deberíamos hacer todos. Hay que ser menos impulsivos, pasarlo todo menos por lo emocional y dejar reposar las cosas. Yo adoro la palabra empatía y me encanta hacer el ejercicio de ponerte en el lugar del otro para poder entender por qué actúa así contigo.
Entonces, ¿el rodaje te ha enseñado mucho?
A mí esta película me ha enseñado muchísimo. De hecho, he pensado separarme de mi marido aunque él no lo sabe, ¿te imaginas? Ya sé cómo hacerlo bien y voy a aplicarlo –ríe–.
“No hemos empezado a practicar la gala de los Goya, pero cuando nos subimos al escenario nos ponemos el chip”
Además, este 2019 presentarás los Goya junto a tu marido, Andreu Buenafuente, ¿practicáis mucho en casa?
De momento aún no hemos empezado a ensayar la gala, pero cuando nos subimos al escenario nos ponemos el chip y lo hacemos.
Y hablando de presentar junto a Buenafuente, ¿cuáles son los pros y los contra de trabajar con tu pareja?
Los contra son que él no soporta que se lo digo todo. Soy muy mandona y él no lo soporta. A favor, que le puedo decir todo lo que pienso y es fácil porque ya nos conocemos. Lo que pasa que cuando acaben los ensayos y nos vayamos al hotel a dormir nos lo llevaremos con nosotros. Pero estoy encantada, no podría ser mejor compañero para presentar la gala de los Goya.
¿Y merece la pena lo que pagan para luego las críticas que se reciben?
Pues, seguramente, no. Pero como yo no he pasado por ahí, me lo echo un poco todo a la espalda, porque con esa premisa ya no habría presentador de los Goya nunca. Yo, al menos, no pienso demasiado en eso.
Para terminar, ¿un deseo para este 2019?
Me hago mayor y ahora ya pido salud. Salud para todos, pero porque el 2018 me ha enseñado que la salud es algo que hay que tomarse muy en serio.