Lo que otros festivales deberían aprender del Sónar

Una de las condiciones más diferenciales que alberga un evento de la envergadura de Sónar es su cita paralela que agrupa a creadores, ‘start-ups’, expertos y makers. Durante este año pudimos ver nuevas aportaciones sobre inteligencia artificial, reciclaje con perspectiva musical y piñas que creaban sonidos.

Sonar+D también se sumó a la celebración del 25º Aniversario para explorar el futuro de la creatividad, tomando el pulso a los próximos 25 años de la música, la tecnología, el conocimiento, y la Red. El congreso reunió a cerca de 5.000 profesionales provenientes de 65 países. En esta edición destacaron organizaciones como la NASA, MIT Media Lab, Google Magenta, The Long Now Foundation, Mozilla o Bandcamp.

Una de las eminencias participantes en esta nueva edición de Sónar+D fue la doctora Susan Rogers, especialista en psicoacústica y cognición musical. Durante su ponencia trató de responder a la gran pregunta: ¿Qué es la música? Rogers, que en la actualidad imparte clases en Berklee, defendió que no puedes utilizar la ciencia o la tecnología para crear música, porque la música es arte y nace de la emoción, por tanto no puede surgir de la racionalidad de una máquina.

Los alumnos del Máster de Interaction Design del IED Barcelona experimentan a través de BitBump cómo la vida real y la vida virtual están cada vez más entrelazadas. El proyecto tiene como objetivo repensar el soporte, consumo y distribución de música mediante la impresión 3D de vinilos, la personalización de las portadas y la ampliación de la experiencia musical con la tecnología blended reality de HP.

Sonar+D no es sólo un espacio de inspiración, sino también de exhibición para miles de estudiantes. Aquí una muestra del trabajo realizado por unos alumnos del Grado en Diseño (Mención en Diseño de Interacción) de ELISAVA denominado Quiz Machine, una pequeña instalación que muestra en tiempo real los datos sobre el uso de los social media, y a su vez, las personas participantes recogían a modo de souvenir un ticket impreso por una máquina con la información relacionada con la red social que más utilizan. Sus creadores aseguran que “se trata de una obra colectiva que muestra la abstracción de una realidad representada por una serie de datos”.

La experiencia vivida con Google Magenta en el Sónar+D te introduce en el proyecto de investigación que explora el papel del machine learning dentro del proceso de crear are y música. Dentro de este proyecto se dio a conocer MusicVAE, un modelo que proporciona a músicos y compositores maneras de mezclar partituras musicales de la misma manera que un artista mezcla colores en su paleta.

No creas que la gente estaba echándose una cabezada. Esta era la estampa que te encontrabas si entrabas en el espacio 360º by Mediapro, el escenario dedicado al trabajo audiovisual fulldome. Una experiencia inmersiva donde los asistentes estaban rodeados de imagen y sonido 360.

El intercambio de ideas y conocimiento es el motor de Startup Garden, que se convierte en un gran punto de reunión para inversores, empresas, start-ups y profesionales.

Otra cita destacada en la primera jornada del Sónar+D fue la ponencia de Nicole L’Huilier (derecha) y el dj y productor Marc Marzenit (izquierda). En ambos lados del Atlántico y sin saber el uno del otro desarrollaron sendos proyectos que intentaban responder a los siguientes interrogantes: ¿Tiene sentido el arte fuera de la Tierra?, ¿Cómo será la cultura humana en el espacio? Nicole L’Huilier (investigadora y artista en MIT Space Exploration Initiative ) presentó durante la jornada del jueves el Telemetrón, un instrumento musical experimental hecho para interpretar música y explorar posibilidades poéticas en condiciones de gravedad cero. Por su parte, Marzenit explicó el proyecto The Zero Gravity Band, una creación sonora-lumínica que investiga herramientas para crear arte en el espacio, sin las restricciones de las leyes físicas impuestas por el planeta Tierra.

Ya están de camino al exoplaneta GJ273B las piezas musicales que 38 artistas han preparado con motivo del proyecto Sónar Calling.  Este exoplaneta es potencialmente habitable y se encuentra a 12’4 años luz de la Tierra, por lo que en el caso de que hubiera inteligencia extraterrestre contestarán dentro de 25 años. ¿Cabe esperar una respuesta de GJ273B?

Los festivales de electrónica se ven obligados a reinventarse y diversificar los estilos musicales que albergan. Durante la 25º edición del Sónar se pudo comprobar no solo por su cartel, sino también por su público. Con cada nueva edición, el público millennial se va anteponiendo al respetable erudito de la música electrónica.

La reinvención de la que hablábamos tuvo dos nombres principalmente. Uno de las grandes sorpresas de la 25º edición del Sónar fue Rosalía, la joven barcelonesa que ha fagocitado los atavismos del flamenco. Su nuevo proyecto vino a sentenciar su indiscutible dominio del panorama musical actual. Custodiada en todo momento por un fantástico elenco de bailarinas, Rosalía se presentó como la nueva diva española.

Otro de los grandes nombres de Sónar 2018 fue Niño de Elche e Israel Galván. El cantaor y el bailaor flamenco presentaron un espectáculo conjunto de lo más transgresor y visceral que podrás ver en un festival.

Del 12 al 17 de junio tuvieron lugar 150 actuaciones dentro de una programación de lo más heterogénea y adaptable a todo tipo de público. En la imagen, el productor barcelonés ‘Undo’.

El festival Sónar de Barcelona ha batido este año su récord de asistencia, con un total de 126.000 visitantes, 3.000 más que el año pasado. Según la organización, gracias esencialmente al aumento del interés por los conciertos diurnos y un incremento de público español.