Desmitificamos la música clásica con el director de orquesta Pablo Heras-Casado

No usa frac ni batuta y está considerado el director de orquesta español más importante de nuestro tiempo.

Escrito por
Lectura: 2 min

Pablo Heras-Casado (Granada, 1977) lleva más de 20 años de carrera y, entre sus proezas, está haber dirigido a las filarmónicas más importantes del mundo y ser el principal director invitado del Teatro Real de Madrid. A la música no hay que entenderla, hay que sentirla. Así nace ‘A prueba de orquesta’, un libro que repasa algunos de los momentos más importantes de su carrera y sus reflexiones respecto a los mitos de la música clásica.

“Esto no es entretenimiento, no es una cosa de sentarte y olvidarte de todo. La música clásica te hace pensar, te hace sentir y te obliga a implicarte en ella. Requiere de un esfuerzo por parte del espectador. Es como el teatro o el buen cine, no debemos banalizarla. También es cierto que los artistas debemos acercar la música a todo el mundo. Somos comunicadores. Al final, la estética anterior al siglo XX, la rigidez de las formas y el cliché académico no ayuda a acercar nuestro arte al público de ahora”, cuenta el director.

Por y para la música es casi la totalidad de sus días. Esto requiere de un esfuerzo físico e intelectual casi sobrehumano. “En esta profesión cuenta mucho tu experiencia y conocimiento. Cuanta más capacidad tengas para comunicarte con los músicos de la orquesta, mejor. La cantidad de trabajo y estrés te obliga a mantenerse en forma. Tengo colegas directores que con 80 años viajan por todo el mundo. Las esperas en los aeropuertos sin llamadas las aprovecho para estudiar. Además, puedo estudiar 25 obras diferentes”, explica.

El director granadino experimenta todo tipo de emociones en el escenario. “Dirigir una orquesta, mantener el control y explotar para que llegue de la manera más potente al público es una sensación única que te hace sentirte más vivo que nunca”. Y añade, “tan importante como dedicarse a un proyecto estable en una gran filarmónica, es viajar a diferentes lugares para trabajar con otros artistas, sonidos y públicos. El equilibrio es lo ideal”, asegura Heras-Casado quien, a sus 40 años, es de los pocos que conserva el apodo de joven y talentoso maestro.

*Artículo original aparecido en el número 36 de Mine. Pide tu ejemplar en papel en tienda.ploimedia.com o descarga la edición digital interactiva para iOS o Android. 

Foto: Espasa