Desde su fundación, una legión de jóvenes luchadores pelea y promulga los fundamentos del deporte por medio mundo: Italia, Reino Unido, Irlanda, Francia, Bélgica, Rusia, Suecia, España y Estados Unidos cuentan con ligas nacionales de competición y tienen derecho a participar en el campeonato internacional anual que tiene lugar en Italia. “El campeón del mundo sale del torneo internacional. Para llegar ahí debes ganar tu torneo nacional y sumar los puntos totales del ranking mundial, que es un compendio de puntos por clase, estilo y valoraciones del monitor”, afirma Nerea Aparicio, instructora de primer nivel de Ludosport.
Dicha puntuación es registrada al final de cada clase por los monitores de las academias en una aplicación interna de Ludosport, una especie de red social exclusiva para Jedis y Shits denominada MyLudosport. Ahí, cada alumno puede hacer un seguimiento tanto de su rendimiento como del de sus compañeros de clase, además de retarse en duelo oficial. Además, la app también ofrece la posibilidad de acumular puntos de experiencia, combate, anotar las faltas a clase y recibir información relacionada con eventos oficiales de la academia.
Sables fuera
Los pilares de esta disciplina son sencillos: divertirse practicando deporte y promover las relaciones sociales, así como el sentido de pertenencia a un grupo. Todo ello bajo la regla básica del Se.Cu.Ri., o lo que es lo mismo, el servicio, cuidado y respeto hacia los compañeros. Es una norma inquebrantable entre aprendices y maestros que todos han de cumplir sin importar el Lado Oscuro o la Fuerza. Lo de hacer el mal se reserva únicamente para el color del sable. “Aquí todo el mundo puede aportar más allá de los rangos y categorías. Somos un único cuerpo para desarrollar este deporte”, explica Ricardo Navarro sobre su filosofía.
Pero si hay algo que identifique el estilo Jedi, es su sable de luz. Un arma única que ha marcado a toda una generación de guerreros y aficionados galácticos. Las espadas que se utilizan en Ludosport están fabricadas por la empresa italiana Polaris y su precio oscila entre los 300 y 400 euros. Aunque a primera vista no distan mucho de las espadas láser que se puedan adquirir en cualquier gran superficie de juguetes, cuentan con peculiaridades específicas propias de las peleas deportivas: el mango del sable debe pesar entre 500 y 700 gramos y está adaptado al combate con una o dos manos, mientras que la longitud máxima de la espada no puede superar los 87 centímetros. La hoja, por su parte, está elaborada en policarbonato flexible con la punta redondeada para garantizar la seguridad de los combatientes.
Inicialmente todos los Padawan comienzan con un sable de color azul. Después, según la senda elegida, cada miembro elige el color de su arma, pero aquellos que quieran ser Sith deben decantarse por el rojo –el de Darth Vader–. Los atuendos de entrenamiento y combate también son muy importantes dentro de la práctica del Ludosport. Sus alumnos tienen una ropa predeterminada según su categoría, que puede ir desde aprendiz a maestro Jedi o Sith. Paralelamente, a los instructores y maestros de estilos se les identifica por la longitud de su túnica o el color de su camiseta interior.
Elige tu camino
Más allá de la vestimenta y el tipo de arma, la pelea con sables láser se inspira en siete estilos de lucha diferentes. “Cada forma de combate tiene unas características únicas que pueden combinarse entre sí. Puede haber estilos más defensivos como el Shii-Cho, donde prima la seguridad del tirador, o estilos más ofensivos y agresivos como el Soresu. Cada alumno deberá combinar las diferentes técnicas para evolucionar en su senda de aprendizaje y alcanzar el rango de maestro”, afirma Navarro. De este modo, los nuevos aprendices podrán elegir con el tiempo y el entrenamiento, al igual que un jugador de fútbol determina su demarcación en el campo, el tipo de guerrero que quiere ser.
Durante los combates, el cuerpo del oponente se convierte en una enorme diana dividida entre las zonas no mortales, denominadas zonas IH (la empuñadura, antebrazos o las piernas por debajo de las rodillas) y las zonas mortales, llamadas OH (el resto del cuerpo). Al igual que sucede en el boxeo, la victoria se puede conseguir por puntos –sumando las veces que se alcanzan las zonas IH– o por KO –cuando se impacta con una zona OH–, en este caso, por primera sangre. Durante los torneos, los combates preliminares duran tres asaltos de dos minutos cada uno y a partir de las rondas eliminatorias los duelos pasan a ser al mejor de tres y cinco asaltos.
Tanto los nombres de los estilos de lucha, que podrían recordar al kárate o judo, como buena parte de la terminología utilizada en la disciplina, ha sido extraída y creada en base a la mítica saga galáctica. “La terminología básica está cogida de las películas, pero el nombre de las propias técnicas son de nuevo cuño. Al ser un deporte creado en Italia, se incorporan muchas palabras en este idioma”, puntualiza el rector de Ludosport Madrid. Como diría el famoso Maestro Yoda: “Si seguir el camino de la fuerza tú quieres”, por unos 60 euros al mes podrás recibir una clase semanal de dos horas de Ludosport. Y aunque no te aseguran que acabes moviendo naves espaciales con la mente como Luke Skywalker, sí pasarás un buen rato dominando el arte del sable láser.
*Artículo originalmente publicado en el número 35 de Mine. Pide tu ejemplar en papel en tienda.ploimedia.com o descarga la edición digital interactiva para iOS o Android.