Consejo de Miranda!: Que le den a las baladas, el (des)amor veraniego se supera con electrónica

Con desparpajo, alegría y electrónica, el grupo argentino celebra sus 20 años de carrera y nos recarga las pilas para la vuelta a la rutina.

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Podríamos decir que son los Fangoria argentinos o los Pimpinela del pop y el dance, aunque lo cierto es que Miranda! no necesita comparaciones. Después de 20 años haciendo música, el grupo argentino es todo un referente en Latinoamérica y, si en este lado del charco no te suenan demasiado, ya deberías tenerlos en tu radar para amenizarte el fin del verano. Juliana Gattas y Ale Sergi, con quien hemos tenido la oportunidad de charlar, saben muy bien cómo animar cualquier sarao. Con su nuevo disco, ‘Souvenir‘, nos demuestran que las letras tristes también pegan con alegres ritmos electrónicos y que los amoríos veraniegos se pasan mejor moviendo el cuerpo. Ya estás tardando en en meterlos en tu playlist.

La primera pregunta es casi obligada en estas fechas. ¿Qué tal las vacaciones?
Bueno, no tuvimos vacaciones, pero en verdad tampoco hubo tanto trabajo porque no hubo giras. Entonces, hemos sacado algo de tiempo igualmente. No estuvimos tan agobiados por la producción ni la promoción del álbum porque esta vez por la pandemia mundial aún no ha habido posibilidad de hacer un tour de presentación.

¿Cómo soléis superar la depresión post vacacional?
A mí no me da depresión después de las vacaciones, al contrario. Siempre tomo un tiempo de vacaciones que me carga de energía para volver a mi actividad que, la verdad, la disfruto mucho, así que no tengo ese problema.

Usáis la música electrónica para hablar de amor y desamor. ¿Es una concepción distinta a la de las baladas?
Son formas de verlo. Yo creo que también hay unas cuantas canciones de baile, de música electrónica bailable, que hablan de amor y desamor. Básicamente, nosotros sentimos que nuestras canciones, más allá de la electrónica y del dance, son canciones pop. Y en el pop esa es una temática bastante abordada en las canciones, así que tampoco nos creemos tan originales en eso. Tal vez lo que haga la diferencia sea que, a veces, son letras bastante tristes y las músicas son más alegres, y entonces hay como una cosa opuesta.

Ahora que estamos en época de amores veraniegos, ¿qué ritmo pega con uno de estos romances fugaces?
Me parece que con romances fugaces pega, sí. O también un poco de reggae… Depende. Aunque me parece que la música en esto va más allá del estilo. Más allá del género musical, también la letra tiene mucho que ver, sobre todo si quieres unir una canción a una sensación personal tuya.

¿Qué canciones os han marcado más en vuestros romances y desamores?
Unas cuantas, pero te podría decir que, ligadas directamente a un romance o a un desamor específico, no recuerdo una canción puntual. Lo que pasa es que sí recuerdo las canciones que yo escuchaba en la época de esos amores o desamores. Es básicamente la música que he escuchado toda mi vida. Pero ahora te diría que sí me acuerdo de Miro la vida pasar de Fangoria, una canción que me acompañó muchas veces, tanto en amores como en desamores y en cualquier otro tipo de situación.

“A estas alturas ya tampoco nos preocupa sorprender más o menos en cada trabajo”

20 años no es nada

Tras 20 años creando música, ¿cuál es la fórmula para no dejar de sorprender con vuestros trabajos?
La fórmula es que a estas alturas ya tampoco nos preocupa sorprender más o menos en cada trabajo, lo único que nos interesa es disfrutar del proceso de hacerlo nuestro. Al disfrutar del proceso, suponemos que alguien más lo va a escuchar y que también va a sentirse de la misma manera que nosotros. Con eso creemos que la misión esta cumplida.

¿Sentís que la conexión España-Latinoamérica es uno de los grandes motores de la industria musical a nivel global?
Yo siento que la conexión entre cualquier país es fundamental para el desarrollo de la música en sí, más allá de la industria. Me parece que es bueno tener contacto con expresiones musicales que están lejos de tu casa, pero que a la vez muy cerca estéticamente. Hay muchas cosas que nos son comunes a todos y que las podemos compartir velozmente, ahora que las comunicaciones están mucho más desarrolladas.

En ‘Souvenir’ incluís Entre las dos con Javiera Mena, un romance lésbico secreto. ¿Faltan más canciones LGTBIQ+? 
Creo que ni faltan ni sobran canciones sobre ningún tema, en verdad cada uno que escriba de lo que guste, no me parece que haya que hacer determinado tipo de canción porque faltan. Si te hacen falta a vos, las haces.

Ya dijo Carlos Gardel aquello de que 20 años no es nada, pero a vosotros os ha dado tiempo a hacer mucho. ¿Algo de lo que os arrepintáis? 
Bueno, “20 años no es nada” lo dijo Gardel hace un montón de tiempo –brome–. Ahora en 20 años pasan tantas cosas… Creo que si yo desapareciera 20 años del mundo y volviera, realmente estaría completamente perdido. Si miro hacia atrás y pienso en todos los cambios que hemos experimentado en estos últimos 20 años, realmente me parece increíble, casi que asusta. Y no nos arrepentimos de nada. Algunas cosas han salido mejor, otras no tanto, pero todo hace a nuestra carrera. Todo lo que hemos hecho siempre ha sido de corazón, por sostener, mantener y ejercer nuestra pasión por la música y el espectáculo.

¿Qué metas tenéis en mente ahora? 
Como metas nuevas, ahora ya de a poquito podemos seguir presentando ‘Souvenir’, ojalá pronto presentándolo en vivo. Aquí en Argentina se vuelven a abrir algunos espacios para conciertos con aforos más reducidos, creo que en España ocurre lo mismo, entonces estamos saliendo a tocar de nuevo. Justamente salir del país es lo que se nos está complicando ahora, vamos a intentar hacerlo para dar conciertos en la medida que podamos, esa sería nuestra meta. Tenemos muchas ganas de tocar estas canciones en directo, sobre todo de subir al escenario y reencontrarnos con la gente, porque ya se está haciendo muy largo esto. Se extraña muchísimo ese contacto…

Foto: Gallo Bluguermann