Una cenita a la luz de las velas, rodeados de rosas mientras suena una música instrumental de fondo y rematáis con un regalo, como bombones y flores. Muy bonito y romántico todo pero,¿no te queda algo desfasado? Que sí, que el romanticismo está muy bien y San Valentín es un momento perfecto para profesar el amor que sentimos por nuestra pareja. Sin embargo, en estos tiempos abundan tantos tipos de relaciones diversas que constreñir el sentimiento amoroso a una única forma de expresión resulta bastante anacrónico. “Ese romanticismo ha estado asociado a modelos de amor romántico tradicionales bastante perjudiciales al ser asumidos como únicos y verdaderos. Por eso, en la actualidad, hay cierto rechazo hacia esos simbolismos y debemos ser capaces de transformar o incluso crear nuevas formas de celebrar una vinculación satisfactoria, responsable y consciente”, explica Roberto Sanz, psicólogo y sexólogo en Fundación Sexpol.
Relaciones poliamorosas, liberales, a distancia o, incluso, los parejas monógamas que no casan con ese romanticismo algo casposo ven como en el día de San Valentín se les restriega por la cara una única forma de amar y vivir plenamente una relación, ejerciendo así una gran presión social que llega a incomodar. “Si entendemos San Valentín como una fecha simbólica en la que celebrar la relación en que nos encontramos a gusto, la vinculación que nos satisface en estos momentos, creo que debemos ser capaces de no enjuiciar la diferencia sino acomodarla y valorarla”, comenta Sanz. De hecho, según un estudio de Bumble, una de las principales apps de citas donde las mujeres toman la iniciativa, el 66% de las nuevas generaciones piensan que debería cambiar el concepto de romanticismo clásico.
Y, obviamente, ver tantas florituras y alarde amoroso no es plato de buen gusto para quienes acaban de vivir rupturas sentimentales o se encuentran en una soltería indeseada. “San Valentín es un recordatorio no muy satisfactorio para aquellas personas que estén viviendo pérdidas y duelos. La única vía saludable de vivir esta fiesta desde un duelo reciente es entendiendo que todas las relaciones son cambiantes, inestables y están sujetas a miles de influencias”, apunta el psicólogo. “Asumiendo, en la misma medida, que una ruptura nunca es un fracaso sino un avance que debe contemplarse en positivo independientemente de en qué lado de la ruptura nos encontremos”, añade.
Asimismo, quienes disfrutan de una soltería buscada deben soportar, sobre todo en días así, constantes juicios. “El amor romántico y la monogamia han estado siempre etiquetados como elementos propios y naturales de un desarrollo social aceptable, por lo que su ausencia o rechazo han sufrido negativamente del juicio social y la incomprensión”, lamenta Sanz.
Sin embargo, según un estudio de las sociólogas Natalia Sarkisian y Naomi Gerstel, la soltería se asocia a redes sociales más fuertes y quienes tienen contacto regular con más de 10 personas tienden a ser más felices. “Es sumamente importante fomentar las relaciones más allá de la pareja. No existe la media naranja. No es posible desarrollar una vida satisfactoria relacionándonos con una única persona”, asegura el experto.
Planes por tu cuenta
Si te has identificado con lo anteriormente expuesto y estás pensando cómo rehuir el empacho romántico que nos llega este 14 de febrero, aquí tienes una serie de planes para hacer con quien tú prefieras, sin importar el tipo de relación que sea. O hacerlos por tu cuenta, por supuesto.
Un brindis DIY
En un día como hoy toca brindar, ya sea por el amor en pareja o a uno mismo. Pero para no caer en los típicos sitios empalagosos con cócteles llamados “Amor a primer sorbo” o “Pasión de San Valentín”, ¿por qué no crear tus propios combinados? Welkhome es un original club donde las copas se venden al peso y eres tú mismo el que las preparas con los ingredientes que quieras. Destilados, botánicos, frutas y especias que tendrás a tu disposición para crear ese cóctel con el que conquistar(te). Pero, además, tienes una extensa carta con croquetas, hamburguesas, tacos y ensaladas.
Juegos sexuales en pareja (o a solas)
El romanticismo está genial pero regalarte un momento de placer con tu(s) pareja(s) o de forma individual. Tanto para innovar en el ámbito sexual en tus relaciones como para autoconocerte y explorar aspectos del disfrute sexual que desconocías, los juguetes sexuales son una forma perfecta para acariciar el placer. En tiendas online como PlátanoMelón o Amantis tienes una amplia variedad de juguetes para todo tipo de relaciones así como para experimentar en aspectos fetichistas como el BDSM.
Mimar(se) a todo tren
El selfcare y las rutinas de belleza son un must indispensable en nuestro día a día si queremos lucir perfectos. Por eso, aprovecha San Valentín para darte un capricho y regálate algún cosmético nutritivo y redensificante que te haga verte como nunca. Bulldog, Siwon o Barbazul son algunas de las mejores marcas de cosmética masculina que puedes encontrar, gracias a su relación calidad precio. Eso sí, a la hora de comprar recuerda definir bien cuál es tu tipo de piel y recuerda que la base de un buen cuidado es siempre una limpieza profunda del rostro, una buena hidratación y una correcta protección solar. También puedes realizarte una sesión de selfcare con tu pareja o amigos y, si queréis algo más tradicional, pues regalaros un día de spa en espacios como los de Hammam Al Ándalus en Granada, Córdoba, Madrid o Málaga que tienen packs especiales para San Valentín.
Expertos catadores
¿Quieres pasar de dummy a profesional gastronómico? Entonces, lo mejor es que te animes a realizar catas junto a profesionales para degustar los productos que más te gusten. Ya sean quesos, chocolates, vinos, aceites o cervezas, seguro que cerca de ti tienes un sinfín de catas a las que apuntarte con amigos o parejas. En Madrid, Helen Chocolate, directora de la Escuela de Chocolate de Madrid, realiza catas de chocolate y de quesos con chocolate. Y la bodega barcelonesa Can Roda realiza visitas y catas de vino o vermut. También, si visitas la Almazara San Francisco, en Jaén, podrás catar algunos de los mejores aceites de la región.
Piérdete en estas páginas
El amor ha sido objeto de cientos de obras literarias, pero ¿te has parado a reflexionar sobre cómo están cambiando las relaciones hoy en día? San Valentín es el momento ideal para plantearte qué tipo de relaciones quieres en tu vida o qué forma de amar se adapta mejor a ti. Por eso, si lo que te apetece es quedarte tranquilo en casa y desconectar del bombardeo incesante de romances en anuncios, redes sociales y por la calle, aprovecha para recrearte en alguna lectura bastante instructiva como ‘Sexamor: Todas las respuestas para la vida sexual y amorosa’ de Silvia Sanz o ‘Mañana tendremos otros nombres’ de Patricio Pron. ‘Mal comportamiento’ de Mary Gaitskill es otra lectura que no podrás soltar mientras viajas por la más pura lujuria sin ningún tipo de sentimentalismo. Asimismo, puedes acercarte a las biografías de personajes inspiradores, como la obra ‘Sontag. Vida y obra’, en la que Benjamin Moser nos acerca la apasionada y tormentosa vida profesional y amorosa de la escritora Susan Sontag.
Una noche liberal
Si tu pareja y tú tenéis una relación liberal, estáis en una relación poliamorosa y queréis experimentar o, simplemente, os apetece tener vivencias nuevas; aprovechar el día de San Valentín para asistir a algún club de swingers o liberal es de lo más original. Y no, no pienses que son lugares sórdidos porque, en Madrid, por ejemplo, el 70% de estos locales se sitúan en las zonas más elitistas y caras como el club swinger 100Momentos en pleno barrio de Goya o el club liberal Edén Parejas en la zona de Manuel Becerra. En Valencia, por su parte, cerca de la Marina Real, tienes el club liberal Flamingo’s.
Un ramo atípico
Sabemos que regalar un ramo de flores es el culmen del romanticismo tradicional y lo más típico que puedes hacer este San Valentín. Sin embargo, puedes darle una vuelta de tuerca con algún ramo original, surrealista y personalizado como los que preparan en Orquídea Drácula. Felipe Carvallo es el responsable de esta floristería poco convencional en la que su pasión cinematográfica toma forma en plantas y elaboraciones florales que parecen hablar por sí mismas. Encontramos jarrones y plantas inspirados en series como ‘Twin Peaks’ o en cintas de culto como ‘Gremlins’ o ‘Eduardo Manostijeras’, y ramos elaborados con piezas de Lego.