Carolina Durante: “Tenemos claro que la banda acabará en algún momento”

Joder, no sabíamos que preguntar a los chicos de Carolina Durante y acabamos preguntándoles de todo. 38 preguntas como balas... y salieron vivos.

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Raro será si has ido a algún festival este verano y no has visto en directo a Carolina Durante. Ha sido la banda española con más carretera rodada durante esta temporada de festivales. Y aún les queda carrete por gastar -aunque tengan clarísimo que “esto se va a la mierda”- . Les juntamos en un bar madrileño de Malasaña y la charla dio hasta para revelar secretos inconfesables.

¿De dónde sois?
Diego: Todos somos de Madrid, excepto Juan que es de Asturias, de Villaviciosa.

¿En qué barrio os criasteis?
Martín: Cada uno se crió en un barrio. Diego es de Calle Pez (Malasaña), yo vivo en Chueca.
Mario: Yo soy del castizo barrio de Chamberí –risas–.

Contadme un recuerdo de vuestra infancia.
Diego: ¡Puff!, ¿un recuerdo relacionado con la música? Joder, pues es que no sé…
Martín: El primer festival al que fui con mi padre fue uno de reggae en Tarifa y recuerdo el olor a Marihuana –risas–.

¿De qué trabajabais o estudiabais antes de empezar en la música?
Juan: De ayudante de cocina.
Diego: Trabajaba con mi padre, que tiene un par de tiendas de antigüedades y trabajaba en una de ellas.
Martín: Mi primera nómina fue de regidor de teatro, en la sala Cuarta Pared de Madrid y la nómina era de siete ‘pavos’ -risas-. La voy a enmarcar. Era el día del estreno de la obra y la mayoría de entradas eran por invitaciones.
Mario: Yo echaba un cable a mi madre en su taller de alta costura.

¿Cuál fue vuestro primer contacto con ella?
Mario: Mi padre me regaló el documental de Woodstock, un tiempo después la peli de ‘Quadrophenia’ y luego el musical de Tommy y la peli de ‘Her’. Ese tipo de cosas me estimularon bastante para que me interesara el asunto.
Martín: Tengo un recuerdo de estar escuchando un casete de Molotov, la canción Dame todo el power; y el primero que escuché entero fue uno del Club de los Poetas Violentos, ‘Madrid Zona Bruta’.

Diego Ibáñez –cantante–; Juan Pedrayes –batería–; Martín Vallhonrat –bajista–; y Mario del Valle –guitarra–. Foto: Sergio Albert

“Me gustaría escribir menos sobre amor y desamor, porque al final es lo típico” Diego Ibáñez

¿Sobre qué temas os gusta escribir canciones?
Diego: Sobre todo lo que ocurre a mi alrededor. Me gustaría escribir menos sobre amor y desamor, porque al final es lo típico.

¿Cómo grabasteis vuestro primer disco?
Martín: Lo primero que grabamos fue una maqueta bastante turbia en el Rock Palace –risas–. Grabamos dos temas bastante tenebrosos y luego ya en el Studio B de Rivas con Bernardo Calvo.

¿Cómo lo pagasteis?
Martín: La primera maqueta la pagamos de nuestro bolsillo y creo que fueron 100 euros el alquiler del estudio.
Diego: Y luego tuvimos la suerte de que nos fichó Sonido Muchacho, un sello independiente, y ya desde entonces paga Luis –el Label Manager de la discográfica–

¿Recordáis vuestra primera borrachera?
Mario: La mía fue en una fiesta de una compañera de clase a los 15 años, la típica que celebran en Latinoamérica, había mucho cava y me emborraché. Y luego me declaré a la chica de la que estaba enamorado y me dio calabazas –risas–.
Martín: La mía fue en un parque en Manoteras (Madrid).
Diego: En una fiesta que organicé en mi casa porque mi madre se había ido y fue con 13 años. A tope de copas, me cago en la puta, yo creo que bebía más por entonces que ahora –risa–.

Una locura de una noche de desfase que se pueda confesar…
Martín: Todas las fotos subidas a Tuenti y Fotolog eran una locura –risas–.

¿Hay piques en la banda?
Diego: ¡Buah! Un puñado, claro. De hecho, casi todos los días.

¿Hay alguna palabra que uséis entre vosotros? 
Diego: Todo lo que surge entre nosotros en cuanto a términos lo intentamos llevar fuera y generalizarlo. Uno de ellos es “lomo”, que significa pardillo, tolái.
Martín: A mí me dicen Calimer.
Diego: Porque se enfada mucho.
Juan: Como Calimero, porque está siempre triste, siempre enfadado.
Martín: Es que no estás todos los días con ellos en una furgoneta.

La sesión y entrevista tuvieron lugar en La Estupenda Café Bar. Foto: Sergio Albert

Ahora me da más palo cuando me emborracho y me pongo a hacer el notas por ahí” Mario del Valle

¿Os sentís artistas? 
Diego: Yo creo que llega un momento que sí. Me sigue dando un poco de cringe autodenominarme artista, pero si tuviese que responder diría que sí, y te pondría este emoticono 🤷‍♂
Mario: Yo no me lo planteo, porque me siento gilipollas diciendo: “Soy artista, soy artista”, –hace un gesto de burla–.
Martín: Yo estoy un poco peleado con la palabra. Todo el mundo se autodenomina creador, pero supongo que se podría decir que sí.

¿Os creéis ídolos generacionales?
Todos: ¡No!

Un ídolo de vuestra adolescencia…
Diego: Dani Martín, ¡loco! –risas–.
Martín: Josh Homme –fundador de Queens of Stone Age–.
Diego: Álex Turner, de Arctic Monkeys, y Julian Casablancas, de The Strokes.
Juan: Billie Joe de Green Day.
Mario: Rodney Mullen, el skater.

¿Os ha cambiado mucho la vida desde que lo empezasteis a petar?
Martín: Más allá de que ahora salimos todos los fines de semana a tocar, el día a día es muy parecido.
Diego: Bueno, yo duermo más ahora, no madrugo, me despierto tarde, me toco más los cojones. Me ha venido de puta madre básicamente –risas–.
Juan: Yo ahora no estoy todo el puto día en la cocina, así que bien.
Mario: Ahora me da más palo cuando me emborracho y me pongo a hacer el notas por ahí.

¿Creéis que el dinero da la felicidad?
Juan: Por supuesto.
Diego y Martín: Ayuda, claro, puedes hacer más cosas.

¿Vuestra familia os ha visto tocar en directo?
Todos: Sí.
Diego: Mi madre se emociona mucho.
Martín: A los míos les gusta, sin más, no se muestran muy efusivos al respecto. Contenidos.

¿Tenéis un ritual que se repita antes, durante o después de los conciertos?
Diego: Churrar –beber–.
Martín: Ritualizar el beberse una copa.

¿Con qué otro género musical os atreveríais?
Diego: Con lo que sea.
Martín: No sé si luego lo venderíamos o lo intentaríamos mostrar, pero en casa de Juan ponemos unos beats. Una vez versionamos una de Lory Money.
Juan: Hacemos unos traps o algo así. Diego tiene alguna cantada por ahí.

Si tuvierais que poner nombre a una lista de Spotify con vuestra música, ¿cómo la llamarías?
Diego: ‘Esto no es Indie’.

¿Qué soléis escuchar en Spotify?
Diego: Indie –risas–.
Martín: Solemos escuchar de todo, en realidad.
Juan: Yo J-Pop.
Martín: Yo cosas más tranquilitas de lo que hacemos. Tengo varias listas, depende del día.
Diego: Pero si eres el que escuchaba stoner rock, me cago en la puta.
Juan: Y el que rema en otra dirección.
Mario: Yo escucho, sobre todo, música de llorar.

¿A qué grupo os gustaría telonear?
Martín: A los Cloud Nothing
Juan: A Pignoise yo creo –risas–.
Mario: A Los Delinqüentes, lo que pasa es que no es posible porque se han separado.

“Estoy un poco peleado con la palabra ‘artista’. Todo el mundo se autodenomina creador, pero supongo que se podría decir que sí lo somos” Martín Valhonrat

¿El sitio más random donde habéis tocado?
Martín: En un barco. Fue para una película.

Un sitio en el soñáis actuar… 
Martín: En un yate, pero de verdad.
Juan: En un crucero, todo el día de esmoquin.

¿Lo primero que hacéis cuando suena el despertador?
Juan: Apagarlo –risas–.
Martín: Mirar el móvil.
Diego: Mirar el móvil.
Mario: Pegar un buchito de agua.
Diego: ¿Qué dices? Yo no puedo beber agua por la mañana.

¿Por qué habéis pedido perdón últimamente?
Diego: Por llegar tarde.
Martín: No se lo hemos pedido a nadie, jojojo.
Diego: Por enrollarme en alguna entrevista y empezar a divagar.
Juan: Por perder el Cabify que nos pusieron para la entrevista –risas–.
Diego: Joder has venido en Cabify, cabrón, desde tu casa.

¿Qué canción de Taburete os gusta?
Diego: La mejor es Sirenas.
Juan: Yo es que sólo escuché esa.
Martín: Yo también.
Juan: Y la del fútbol para mofarse un poco y eso –risas–.

¿Cuál es el “no” más rotundo que habéis soltado?
Martín: Cuando Diego propuso versionar a Rosalía.
Diego: A veces, cuando estoy en casa, propongo ideas muy locas. Cuando voy algo fumado o borracho todo me parece mucho mejor de lo que es. Entonces, hay mogollón de notas de voz por el grupo de ideas absurdas y malísimas de las cuales al día siguiente digo “¡pufff! esto no molaba tanto como ayer”.
Martín: Era la de J Balvin y Rosalía, la de Brillo.
Mario: La letra decía: “Estoy brillando con Jarfaiter”. Decías de querer hacerlo en versión punk, todo rápido.
Diego: Joder, seguro que quedaba ‘to guay’.
Martín: Recuerdo, literal, escuchar el audio y ponerle “NO” –risas–.

¿Lo peor que os haya dicho un hater?
Martín: A Juan le han llamado “jovencito chicano confuso”.
Juan: Pero eso mola.
Martín: Tampoco he visto nada demasiado ingenioso como para destacar.

“Que se va a ir esto a la mierda lo tengo clarísimo y lo pienso constantemente. Por eso mismo intento disfrutar de lo que está viniendo, porque sé que esto se acaba” Diego Ibáñez

¿Qué calificativo emplearíais para definiros?
Martín: Ruidosos.

¿Qué palabra o etiqueta detestáis?
Martín: No detestamos mucho, en general.
Diego: La verdad es que nos da igual, no es que digamos: “Ohh, se está metiendo conmigo”. Si se meten con nosotros pues vale.

Una barbaridad que haya hecho un seguidor/a por vosotros…
Diego: ¡Venir a un concierto! Es broma. Madrugar para ir a la Fnac a pillar el disco.
Mario: Además, seguramente será el primer disco que habrán comprado en su vida.

¿Os mola el fútbol?
Diego: A tope.
Martín: A mí sí.
Mario y Juan: A mí no.
Diego y Martín: Somos del Real Madrid.

¿Qué tatuajes tenéis?
Diego: Esta pregunta está buscada –risas–. Tengo uno en las lumbares que pone “¡Siu!”, que es el grito característico de Cristiano Ronaldo al marcar un gol. Y lo hice por una apuesta. Soy muy fan de Cristiano Ronaldo.
Martín: De hecho, el otro día firmando discos algunos los firmaba como CR7 –risas–.
Diego: Porque estábamos firmando mil y estaba hasta los cojones, tenía que hacer algo diferente.
Martín: Yo tengo varios, llevo dos calaveras en griego, una rosa y un búho. Juan no tiene tatus, que no se puede.
Juan: No, si ya me cachó mi viejo. Es que mi padre no lo sabía hasta hace poco.
Martín: Y Mario y Juan llevan el mismo tatuaje en la pierna que pone 100% RAD.
Mario: Pero eso mis padres no lo saben.
Diego: Toma pillada –risas–.

¿Qué pregunta echáis en falta que os hagan en las entrevistas?
Martín:Es raro querer que te pregunten algo.
Diego: Te voy a decir la que no nos mola en absoluto, la de “¿ahora ligáis más?”.

¿Os veis viviendo de la música muchos años?
Juan: Pues ojalá, ¿no?
Diego: Tenemos claro que esto se va a acabar en algún momento porque, hoy en día, todo mola durante muy poco tiempo. Ahora la peña está diciendo que el disco está muy guay y dentro de dos años, cuando saquemos el segundo, dirán que el primero era el que molaba y este es una mierda. Pues ya está.

¿Pensáis en el fracaso?
Diego: Sí, a diario.
Martín: Se puede ir todo a la mierda y no lo consideraría un fracaso.
Diego: Que se va a ir esto a la mierda lo tengo clarísimo y lo pienso constantemente. Por eso mismo intento disfrutar de lo que está viniendo, porque sé que esto se acaba. Lo tenía claro nada más montar el grupo.
Martín: Pero no pronto, ¿eh?
Diego: ¡Ya estoy llorando, loco!

*Artículo original aparecido en el número 37 de Mine. Pide tu ejemplar en papel en tienda.ploimedia.com o descarga la edición digital interactiva para iOS o Android. 

Fotos: Sergio Albert; Localización: La Estupenda Café Bar