¿Cómo ha conseguido Britney Spears su libertad? Estas son las claves del #FreeBritney

Un tribunal ha puesto fin a la tutela opresiva que ejercía su padre desde hacía 13 años. Recientemente se han estrenado varios documentales que repasan el drama vivido por la princesa del pop.

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No hace falta ni decir su apellido para saber de quién hablamos. Todo el mundo conoce a Britney. Al menos, a la cantante, la diva del pop y, también, al hazmerreír mundial en el que se convirtió tras su famoso “breakdown” de 2007. Al fin y al cabo, “si Britney Spears sobrevivió al 2007, tú puedes con cualquier cosa”. Un meme que circuló como la pólvora ridiculizando así la crisis que la cantante tuvo tras salir de un centro de rehabilitación de los Ángeles y que acabó con ella rapada y dando paragüazos a los paparazzis que la acosaban.

Pero lo cierto es que, aunque pueda parecer que su vida está muy expuesta, poco se sabe del día a día de la cantante y de cómo sobrellevó la opresiva tutela que desde el año 2008 ejerció sobre ella su padre, Jamie Spears. Conocido como conservatorship, se supone que esta fórmula legal buscaba evitar que la princesa del pop tomara malas decisiones financieras además de protegerla de personas que puedan ir con ella por el interés. Sin embargo, tras años de lucha por parte de la cantante, su legión de fans y varias personalidades como Lady Gaga que criticaron la injusta medida, el Tribunal Superior de California puso punto final a su tutela después de 13 años. Así ha sido la lucha de Britney por la libertad.

Con Britney ingresada y atravesando una crisis de salud mental, Jamie Spears pidió el 1 de febrero de 2008 su tutelaje temporal 

Si bien es cierto que en ese 2008 la cantante atravesaba una mala época, nadie entiende cómo 13 años después aún seguía bajo este excesivo control. Y es, precisamente, de esta incomprensión de la que se han nutrido varios documentales este año. El primero fue el aclamado ‘Framing Britney Spears’, producido por el New York Times, que, además de hablar sobre el acoso mediático y los abusos que se cometieron contra Britney tras su ruptura con Justin Timberlake, aborda esta polémica tutela. Ahora, el diario también acaba de estrenar ‘Controlling Britney Spears‘ justo cuando Netflix estrena ‘Britney vs Spears’. Ambos investigan la lucha por la libertad de la cantante y la tutela que ejerce su padre sobre ella.

Sometimiento de hierro

La caída en desgracia de Britney comenzó en 2004 cuando se casó con su bailarín, Kevin Federline, con quien tuvo 2 hijos y de quien se separó en 2007. Durante su vida de casados, su familia marcó aún más la distancia con ella y no veían con buenos ojos la relación de su hija con Federline. Pensaban que el bailarín era una mala influencia y que buscaba su dinero, al igual que pensaron del paparazzi Adnan Ghalib, quien tenía una relación muy íntima con la artista. Recién divorciada de Federline, la princesa del pop protagonizó su desafortunado encuentro con la prensa a paragüazos y, poco después, en 2008, fue ingresada en un psiquiátrico.

Britney Spears junto a su padre Jamie (izquierda), su hermano Bryan y su madre Lynne (derecha). / Foto: Chris Farina

El padre ordenó que le implantaran un DIU que a día de hoy aún lleva y le imposibilita tener hijos

Con Britney ingresada y atravesando una crisis de salud mental, Jamie Spears pidió el 1 de febrero de 2008 una curatela temporal para su hija. ¿El motivo? Protegerla de tomar malas decisiones financieras y alejarla de malas compañías. Y es que la curatela, un proceso legal que suele usarse solo como último recurso, quita al tutelado el derecho a tomar sus propias decisiones. Así, Britney perdió el derecho a decidir si tomaba o no una medicación, a poder viajar libremente o, simplemente, salir a cenar una hamburguesa e, incluso, recibir visitas. Además, con la curatela patrimonial perdió el control sobre su dinero, una fortuna valorada en más de 43 millones de euros. Su padre y los responsables que fue designando él mismo podían montar y cerrar empresas, pagar abogados con el dinero de Britney y contratar personal o emitir órdenes de alejamiento. A efectos prácticos, era como una muerte civil.

Y cuando en 2009 la tutela se hizo permanente, la situación de Britney empeoró. El padre ordenó que le implantaran un DIU que a día de hoy aún lleva y le imposibilita tener hijos con su actual pareja, el modelo y personal trainer Sam Asghari, con quien tampoco tiene permiso para casarse. Además, la sometían frecuentemente a análisis de sangre, controlaban el tiempo que podía pasar con sus hijos y decidían cuándo y en qué proyectos trabajaba. De hecho, recientemente confesó ante un juez el pasado que trabajó obligada en un espectáculo en Las Vegas entre 2013 y 2017, siempre bajo la amenaza de perder a sus hijos si no actuaba conforme debía.

Britney Spears en una imagen tomada en 2008. / Foto: Maury Phillips

Una lucha sin cuartel

Desde el primer momento, Britney asumió que la tutela iba a ser una realidad, pero se negó a que fuese su padre quien la ejerciera. Intentó tener su propio abogado, Adam Streisand, pero no se lo permitieron, desde entonces, está representa por Samuel Ingham, el letrado nombrado por el tribunal. En estos 13 años no se le ha permitido cambiar su defensa ni tampoco cambiar de tutor, pese a pedirlo, ya que su progenitor presentó informes en los que algunos médicos alegaban que Britney sufría demencia. Algo que choca a todo el mundo ya que la artista en estos años lanzó 4 discos e hizo varias giras de conciertos, además de participar en la serie ‘Cómo conocí a vuestra madre’ tan solo dos meses después de comenzar su tutela. ¿Cómo alguien supuestamente tan enfermo puede trabajar tanto?
El único momento en el que Britney logró un poco más de libertad fue durante su relación con Jason Trawick que consiguió compartir la tutela con Jamie Spears. Durante esta época fue cuando Britney Spears comenzó también como jurado de Factor X y gozó de cierta capacidad de decisión, aunque lejos de tener la que cualquier persona independiente tendría. Pero tras la ruptura, la situación volvió a ser la misma.

Britney Spears posa con una muñeca que le hicieron. / Foto: Getty Images / Handout

Un hashtag convertido en símbolo

Durante 11 años de tutela, Britney acató todo lo que su padre decidía bajo amenazas de no volver a ver a sus hijos. Pero en 2019, la cantante dijo basta y canceló conciertos y se negó a volver a trabajar mientras su padre le siguiese tutelando. Se retiró de la escena pública y pronto saltaron las alarmas de sus fans, aunque los más acérrimos llevaban años en rebelión ante la creencia de que su padre la tenía prácticamente secuestrada y explotada laboralmente. De hecho, pese a todos los ingresos que ha estado generando, Britney vive con una asignación mensual de 1.680 euros, mientras que su padre recibe un sueldo de 13.432 euros por tutelarla. Además, el documental de ‘The New York Times’, ‘Controlling Britney’, ha desvelado que el padre, a través de una empresa de seguridad, monotorizaba a su hija y espiaba todas las conversaciones telefónicas que tenía tanto en privado como en público, incluyendo las que mantenía con sus parejas, que debían firmar contratos de confidencialidad, y con sus propios hijos.

Un tribunal ha revocado la tutela de su padre y Britney Spears ya puede tomar sus propias decisiones tras 13 años de curatela paternal

Pero eso fue hasta este 29 de septiembre, cuando un tribunal revocó la tutela de su padre y ya puede tomar sus propias decisiones tras 13 años de curatela paternal. Y es que, para evitar la batalla legal con su hija, Jamie Spears renunció el pasado 7 de septiembre a la tutela a cambio, según el abogado de Britney, de casi 2 millones de euros y se ofrecía a ayudar a buscar a un nuevo tutor. Eso sí, hasta el pasado 12 de noviembre, Britney tuvo a un contable designado por la jueza como tutor transitorio de sus finanzas. Pero, ahora, ya puede decir que es libre.

Britney Spears y su novio Sam Asghari en una premier en Hollywood en 2019. / Foto: Kevin Winter

Britney vive con una asignación mensual de 1.680 euros, mientras que su padre recibe un sueldo de 13.432 euros por tutelarla

Con todo esto el hashtag #FreeBritney se ha convertido en un estandarte mundial para reclamar justicia para la cantante y lograr que no cambie de tutor, sino que se libre de él. Desde el estreno del documental ‘Framing Britney Spears’, el hashtag se ha utilizado en más de 260.000 tuits y hay más de 540.000 publicaciones en Instagram sobre ello. Además, muchas personalidades como Miley Cyrus, Paris Hilton o Sarah Jessica Parker han apoyado a la artista públicamente. Y es que, además de ver injusto todo lo que está sufriendo la cantante, muchos consideran que ha sido un claro caso de machismo y una evidente opresión patriarcal. ¿Por qué, por ejemplo, Justin Bieber o Sean Penn nunca han perdido el control de sus finanzas pese a sus múltiples polémicas? Lo que está claro es que, pese al meme, Britney no sobrevivió a 2007, al menos, desde un punto de vista civil y social.

Carne de documental

‘Framing Britney Spears’

Esta producción analiza el ascenso y la caída de la princesa del pop y deja en evidencia a más de uno como la periodista Diane Sawyer que, durante una entrevista, no dudó en machacar a la cantante que entre llantos pidió parar la entrevista pero tuvo caso omiso. Y, desde entonces, los medios fueron creando al juguete roto que conocemos hoy en día.

‘Controlling Britney Spears’ (Hulu)

Es el segundo documental que New York Times estrena centrado esta vez en la tutela parental y en las prácticas abusivas que Jamie Spears ha cometido en contra de su hija. En el documental se entrevistan a personas cercanas a la cantante como Felicia Culotta, ex asistente de la artista durante muchos años y Alex Vlasov, ex asistente ejecutivo.

‘Britney vs Spears’ (Netflix)

A través de informes confidenciales y entrevistas exclusivas a personas muy cercanas a la artista, la nueva producción de Netflix indaga en todos los entresijos entorno a la lucha por la libertad de Britney Spears: “Solo quiero recuperar mi vida”.

‘The Battle for Britney’ (Prime Video) 

La BBC también quiso sacar su propia visión del conflicto con este documental que, al igual que los otros, busca entender por qué Britney Spears lleva tantos años bajo la tutela paternal y no logra que ningún juez la libere de ella.