¿Cómo habría sido la sociedad si en los años 90 las series hubieran mostrado diversos modelos de familia? Con esta premisa, Brays Efe (1988, Las Palmas de Gran Canaria) se ha puesto al frente de ‘Una familia absolutamente normal’, una producción de Absolut para poner en valor las familias no normativas y evidenciar que hay muchas formas de crear vínculo y construir un hogar. Un mensaje muy necesario en este Pride.
Desde ‘Friends’ a ‘Los Serrano’ o ‘Médico de Familia’ se ha representado un modelo de familia único. ¿Cuándo veías estas series te planteabas que podían existir algún día otros tipos de familia?
Es cierto que las familias han sido un entorno clásico sobre el que construir las series. Pero sí que hay ejemplos de familias diferentes en la ficción, por ejemplo, ‘Padres forzosos’ o ‘Las chicas de oro’, que tiene la sororidad de unas amigas que viven juntas con la madre de una de ellas. Hay ejemplos de familias diversas, pero pocos ejemplos de personajes queer que vivan su sexualidad y su intimidad de forma abierta.
¿Cuál es tu primer referente de familia no convencional queer?
Hay muy pocos ejemplos. Si hablamos de personajes, uno de los primeros que vi en pantalla que sentí que me representaba fue Fer, de Javier Calvo en ‘Física o Química’, o Alejo Sauras era gay en ‘Al salir de clase’. También el personaje de Diana, interpretado por Anabel Alonso, en ‘Siete vidas’ era lesbiana. Son algunos de los referentes en los que pienso, pero familias queer no tantas e igual las que vi ya son muy recientes.
Estrenas, junto a Absolut, ‘Una familia absolutamente normal’, un manifiesto a favor de los nuevos modelos de familia. ¿Cómo surgió la idea?
Me contactaron desde Pelonio y me comentaron que Absolut tenía ese proyecto y para mí es una marca que relaciono con el Orgullo por su apoyo durante muchos años a la causa. De hecho, soy fan de ‘RuPaul’s Drag Race’ y en la temporada 1, por ejemplo, uno de mis capítulos favoritos es el reto de Miss Absolut y Shannel haciendo Miss Mandarine —ríe—. Asocio Absolut al disfrute queer. Después, la propuesta fue divertida: generar una escena que pudiera formar parte de una serie que hubiera existido en los 90 y presentar un nuevo modelo de familia que estoy convencido que ya existía.
¿Qué valores perdemos como sociedad al impedir y dificultar diferentes modelos de familia?
Perdemos la humanidad. ¿Cómo voy a juzgar la relación entre dos adultos que sea la que ellos quieran? El debate está errado y es para polarizar, porque es un tema que entronca con un sentimiento muy tradicional, unido a lo religioso, que juzga. La realidad es mucho más compleja que las ideas que tenemos sobre nuestras cosas. No funciona así.
“Cuando uno va creciendo te das cuenta de que la opinión de tu familia es importante, pero lo es más la opinión que se tiene de uno mismo”
A veces la familia consanguínea no siempre te proporciona el apoyo que necesitas cuando se decide ‘salir del armario’. ¿A quién acudes?
Es terrible y dramático que tu familia no te apoye por tu identidad, pero sucede. Es una situación complicada porque, cuando uno es adolescente o niño, la aprobación de su familia es fundamental. Sin embargo, cuando uno va creciendo te das cuenta de que la opinión de tu familia es importante, pero lo es más la opinión que se tiene de uno mismo. Pero, claro, ese punto de vista no lo tienes cuando no eres independiente. Por suerte, el mundo es más abierto y hay más oportunidades de comunicarse. Quien pase por algo así, quizás puede encontrar una comunidad online de personas con las que comunicarse o teléfonos contra la homofobia o el de la Fundación Anar. Y, obviamente, crear tu propia familia queer.
Acabas de estrenar, también, ‘El fantástico caso del Golem’, donde tu personaje es heterosexual. ¿Sueles tener castings para personajes heterosexuales o tu condición sexual te ha supuesto obstáculos y prejuicios?
Soy un afortunado no solo por este papel, sino porque, en el último tiempo, aunque no hago demasiadas pruebas porque me llaman poco —ríe—, sí que algunas han sido para personajes heterosexuales. Obviamente, un actor puede interpretar todo el rango de las emociones humanas, aunque también es interesante que los proyectos tengan un discurso sobre ese tipo de decisiones.
Respecto a esto, criticaste en Twitter que en ‘Smiley’ los protagonistas fueran heteros encarnando a gais. ¿La condición sexual de los actores debe ir con el papel o, al final, es interpretar?
Desde el punto de vista actoral, es interpretar y todos los actores pueden interpretar todos los papeles. No se me hace raro que un heterosexual pueda interpretar a un personaje gay. A lo que me refería con ese tweet es a lo difícil que resulta que esos personajes terminen en un actor, no solo homosexual porque nadie tiene por qué revelar su orientación, sino menos normativo con su expresión o su físico, precisamente, en papeles que lo aceptan.
¿Se representa bien al colectivo LGTBIQ+ en los medios de comunicación y el entretenimiento o siguen primando los estereotipos?
Cada vez hay más espacios con personajes de todo tipo y hay grandes ejemplos de películas o series con una buena representación y personajes complejos. Pero, luego, hay otra parte, que es la trampa de la representación, que es hacer un personaje solo para representar algo y que no tenga profundidad y acabe siendo casi un disfraz o exageración. Dentro de la comedia, que me encanta, que haya personajes exagerados me parece genial. Pero, después, ves productos en los que todos los personajes están trabajados y son complejos y, de repente, ves un personaje no binario, por ejemplo, que esa es su única personalidad. También la igualdad es tener representación mediocre del mismo tipo, ya que hay muchos personajes cisgénero y heterosexuales escritos mal.
A las puertas de las elecciones, ¿qué nos jugamos como sociedad y cuáles son tus motivos para ir a votar en pleno verano?
Voy a ir a votar, pero estoy aún viendo si voto por correo o presencialmente. Insto a la gente a votar porque es una herramienta más para poder decidir formar parte de las decisiones y hacer que tu día a día sea un poco más como tú quieres. No es la única herramienta, pero animaría a los descreídos a que lo prueben que no pasa nada.
El Brays Efe más familiar
¿Qué significa para ti el concepto familia?
La cultura, ya sea la audiovisual, los libros o, incluso, los anuncios, nos transmiten una idea de la vida que, muchas veces, está sintetizada y es una imagen distorsionada de la realidad. Y con el tema de la familia ocurre eso. Siempre ha habido familias diversas. Como persona queer, tengo una familia elegida que es gente con la que he descubierto cosas que mi familia no podía explicarme.
¿Te consideras una persona muy familiar?
No soy especialmente familiar, aunque tengo una buena relación con mi madre, pero no —ríe—.
¿Te has planteado tener hijos en un futuro?
No es algo que me interese. Nunca lo he pensado en profundidad, pero no voy a tener hijos ni me lo he planteado seriamente. No sé, tener hijos contamina muchísimo.
Conocemos al Brays Efe delante de los focos, pero, ¿cómo eres estando en familia?
Soy como cualquier otro. Bastante tranquilo y tampoco soy de poner un árbol de Navidad, por ejemplo. Son cosas que no me nacen solas —ríe—. Y, aunque nadie es normal, soy más normal de lo que la gente pensaría.