La conocimos en su faceta más alegre y dicharachera. Alba Reche (Elche, 1997) conquistó a los espectadores durante su paso en 2018 por ‘Operación Triunfo‘ gracias a su franqueza y simpatía. Después de dos discos (‘quimera’, 2019; ‘la pequeña semilla’, 2021), ahora presenta un nuevo EP, ‘Honestamente triste’, una especie de diario en el que ahonda en algunos de los capítulos más oscuros de su biografía rescatando relaciones tóxicas, abusos y situaciones de maltrato. Un trabajo desgarrador pero, al mismo tiempo, reparador.
Presentas tu EP, ‘Honestamente Triste’. Dices que este EP es muy de cama y gato, yo añado ¿y de clínex?
De clínex también en el momento que considere cada uno. Te diría que la que más es así es Esa también fui yo.
En tiempos de reguetón y donde prima la música alegre y festiva. ¿Te apetecía que nos cortásemos un poquito las venas?
No hay que renunciar a nada. Soy fan del reguetón y la música alegre pero también soy fan absoluta de la música de llorar. ¿Por qué no hacer las dos cosas? Simplemente, a veces, te toca tomar la decisión de elegir cuál eres.
“Gracias a mi equipo no tengo miedo a escuchar las opiniones y mostrar las mías”
En él tratas temas muy duros. ¿Llamarlo ‘Honestamente jodida’ te parecía demasiado directo o brusco?
Maybe, sí —ríe—. Quizás, sí, pero como así estamos todas, pero preferí ser más discreta y poner este que tampoco está mal. Es un proyecto que cuando lo escuchas entero tiene sentido y, al verlo en directo, entiendes por qué se han elegido esas canciones. Gracias a mi equipo no tengo miedo a escuchar las opiniones y mostrar las mías.
¿Tú eres de las que se recrean en la pena y suman con canciones tristes, soledad y luz tenue o cortas por lo sano y sales de marcha?
Depende. Eso creo que se ve en este EP. Sincera es como el cortar y salir. Luego hay otros temas en los que como que se remolonea un poquito más con la tristeza. Entonces, depende de qué tipo de tristeza esté viviendo.
Son bastantes los concursantes de ‘Operación triunfo’ que afirman haber tenido que recibir ayuda psicológica tras su paso por la academia. ¿Tan cebado es aquello o es que no os preparan para lo que viene fuera?
Creo que por muy buena fe que tenga el programa, que estoy segura que la tiene porque convivimos con compañeros profesionales increíbles, al final, es una situación muy difícil de controlar. El hecho de volver a una vida cotidiana cuando hay unos cambios tan grandes, creo que absolutamente todo el mundo necesitaría un acompañamiento profesional para ayudarle a ser consciente de la situación que está viviendo y ofrecerle las herramientas que necesita.
“La música es arte-terapia y escribir me sirve para decir cómo me siento”
¿Hacer este disco ha sido una forma de catarsis y ahorrarte la terapia o has hecho doblete con disco y psicóloga?
Yo soy de doblete siempre —ríe—. Es algo que me viene muy bien. Y sí, al final, la música es arte-terapia y escribir me sirve plenamente para comunicarme y decir cómo me siento.
Relaciones tóxicas
El tema Esa también fui yo (quiero acordarme) es, sin duda, uno de los más descarnados en el que narras un abuso en la adolescencia. Un tema que requiere de mucho coraje para mostrarlo públicamente. ¿Tuviste claro desde el primer momento querer contarlo?
No, no lo tuve nada claro. Sentí que tenía que decirlo porque era lo que necesitaba decir, pero no lo tenía nada claro.
¿Sacas todos estos fantasmas en forma de canciones porque ya los tienes superados?
Posiblemente, la mayoría sí, pero otros me acompañaran de por vida. Pero lo suyo es aceptar que están, que para empezar no está mal.
En la época de las redes sociales, ¿te preocupa que este asunto y tu experiencia se hagan trending topic?
No me preocupa mucho, pero sí me causa bastante respeto el hecho de banalizar estas cosas porque yo lo digo en una canción y me gustaría que se quedara ahí para la gente que le gustase escucharlo y lo necesite. Pero me gustaría no tener que explicar cosas de más porque creo que ya están explicadas en las canciones pero me temo que, en el momento en el que estamos, todo el mundo puede escucharlo y puede opinar públicamente. Pero espero siempre que se mire y se trate con un respeto y una delicadeza que creo que es la que se merece.
También con Daniel Sabater presentas el tema Como si no importara sobre el maltrato en una relación tóxica y la dificultad de salir de ahí. ¿Habría que formar a los más jóvenes para detectar este tipo de situaciones y frenarlas a tiempo?
Eso sería una utopía maravillosa. Me encantaría que todo el mundo tuviese una clase de ciudadanía en el colegio en el que nos enseñasen las primeras herramientas a la hora de sociabilizar y respetar al prójimo que creo que están muy bien tenerlas en cuenta, tanto para los más jóvenes como para los mayores. Es un proceso que nunca se deja de aprender y, depende de la situación y la relación que tengas, tendrás un montón de dudas.
¿Dirías que el amor o las relaciones de pareja es lo que más condiciona tu tristeza o felicidad?
No. Soy una persona muy emocional y le doy el valor al amor de cualquier tipo de relación sea de amistad o, incluso, laboral. Entiendo muy bien mis relaciones y de manera muy sensible, entonces, no te diría que es lo único que me afecta ni lo que más me afecta. Me afectan muchas cosas por igual.
Al final del videoclip de Como si no importara, te vemos sonreír de forma irónica, ¿qué quieres transmitir y hacia dónde te gustaría enfocar próximos proyectos?
Me río de manera irónica, pero es como de enfado y de morderme los labios para decir todo eso. ¿Seguramente vengan otro tipo de cosas? Totalmente. Pero espero que en ‘Honestamente triste’ haya cerrado hacia otra etapa totalmente distinta.