1. Por el hotel donde se esconde
Diseñado por el interiorista Lázaro Rosa-Violán, con 111 habitaciones y suites y dirigido a un público cosmopolita, Bless Hotel Madrid apuesta por un diseño vanguardista que le convierte en una de las mejores opciones de la capital. Además, su ubicación –en plena calle Velázquez– y su amplia oferta gastronómica hacen que alojarse en él sea un lujo al alcance de muy pocos.
2. Por el menú degustación
“Para los paladares más atrevidos”, así lo describe el propio Berasategui. Su precio es de 95 euros por persona y se compone de 9 platos más aperitivo –un ‘bombón de brandada de bacalao’ para chuparse los dedos– y unos petit fours al final –teja de almendras, trufa de chocolate y menta y gominola de mango y chocolate de almendra garrapiñada–. Si te va el vino, también puedes acompañarlo de un maridaje –por 55 euros– de la mano de la sumiller Cristina de la Calle. ¿Lo mejor del menú de Etxeko? La ‘ensalada tibia de perdiz escabechada’, el ‘risotto de guiso de calamares en su propio caldo’ y el ‘pichón asado con hueso de pasta fresca cubierto de setas al cebollino y crema trufada’.
3. Por el mejor plato de la carta
Hemos probado la ‘yema de huevo de corral bañada con carbonara de hierbas, velo untuoso, toques de remolacha y queso ahumado’ y podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que este es un fiel candidato a llevarse el oro.
4. Por el postre
Sin duda, se lleva la palma la ‘esencia fría de albahaca con sorbete de lima, granizado de enebro y toques de almendra’. ¡MA-RA-VI-LLO-SO!
5. Por el club clandestino
Fetén Clandestine Club es el primer club privado The Macallan en España, cuyo acceso a las fiestas temáticas con DJ es exclusivo para todos los que se hagan con la tarjeta de acceso. Su glamurosa decoración, también a cargo de Lázaro Rosa-Violán, el mobiliario de terciopelo y las luces tenues recuerdan a los bares clandestinos que se enfrentaban a las restricciones de la Ley Seca. A ello hay que sumar la amplia carta de cócteles y bebidas premium, así como los espectáculos y sesiones con la música de los años 60 y 80. Perfecto para culminar la noche madrileña.
6. Por la misteriosa bolera
Entre los secretos que guarda Fetén Calendestine Club también se encuentra una galería de arte y una impecable bolera. Después de bajar 22 escalones y atravesar una puerta de servicio, te espera este rincón de ocio para que juegues a los bolos al más puro estilo James Bond.