La cultura pop y las celebridades del papel cuché alimentan las películas biográficas más comentadas, alejadas de los taquillazos en términos de recaudación, pero codiciadas por los actores y actrices con ansia de premios. Basta con observar la cartelera de un cine o bucear en el catálogo de series y películas de tu plataforma preferida para identificar al menos un nuevo biopic recién estrenado. Las películas biográficas han tenido siempre peso en la industria cinematográfica, pero su relevancia ha ido creciendo a medida que las plataformas de vídeo bajo demanda han sacado músculo.
Los ejemplos se suceden con rapidez, y las noticias del estreno de un biopic se solapan con las del rodaje de una nueva historia con nombre propio. La cacareada Blonde (Andrew Dominic, 2022), la última película de Netflix sobre Marilyn Monroe basada en la novela homónima de Joyce Carol Oates, quizá sea el título más comentado del año dentro de esta categoría, pero la cartelera futura está cargada de nuevos proyectos. El próximo año veremos a Angelina Jolie en la piel de la soprano María Callas en una película dirigida por Pablo Larraín (el director detrás de biopics tan sonados como Spencer o Jackie, sobre la princesa de Gales y la exprimera dama de Estados Unidos, respectivamente). Por otro lado, Penélope Cruz ya está inmersa en el rodaje en Italia de un film sobre Enzo Ferrari, donde interpretará a su mujer Dominica Garello, y Sofia Coppola está generando mucha expectación con su proyecto sobre Priscilla Presley (sobre su esposo Elvis, se estrenó el pasado verano otra película, dirigida por Baz Luhrmann).
Más llamativo es el caso del biopic de Madonna, ya que la propia artista ha sido quien ha tomado las riendas de la producción, que contará con Julia Garner como la ambición rubia. O la película biográfica sobre el diseñador Karl Lagerfeld que producirá y protagonizará Jared Leto. “Aunque Hollywood siga siendo la industria referente, tampoco se debe olvidar que otras cinematografías (entre las que se encuentra la europea) sirven igualmente de inspiración tanto en términos de temática como de respuesta en taquilla. Por ejemplo, el biopic sobre Edith Piaf, ‘La vida en rosa’ de Olivier Dahan, marcó una recuperación a nivel mundial de la realización de biopics de artistas musicales. Tras su estreno, en Francia se produjeron otros dos títulos basados en cantantes nacionales de prestigio: Cloclo (Florent-Emilio Siri, 2012) y Dalida (Lisa Azuelos, 2016). Por su parte, Reino Unido ha sido el principal país aportador en coproducciones de gran éxito como ‘Bohemian Rhapsody’ (Bryan Singer, 2018) o Rocketman —la historia de Elton John— (Dexter Fletcher, 2019), o de otras más autorales como Madame Curie (Marjane Satrapi, 2019)”, explica Mónica Tovar, Profesora Ayudante Doctora de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
¿Fenómeno audiovisual o tendencia actualizada?
¿Estamos ante un fenómeno audiovisual sin precedentes o las historias biográficas han tenido siempre cabida en el cine? “Puede que en este momento, con la incorporación de la televisión a un tratamiento más cinematográfico de las historias (en cuanto a complejidad narrativa, actores y directores de renombre y presupuestos cada vez más cuantiosos) ese impulso se haya sumado al propiamente cinematográfico y parezca que hay una presencia relevante de biopics. Pero con todas las opciones de propuestas que tiene un biopic podemos encontrar una presencia recurrente de este subgénero a lo largo de toda la historia del cine y por supuesto, también de la televisión”, explica Cristina Manzano Espinosa, Profesora titular Narrativa Cinematográfica y Narrativa Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid y Directora de ESCINE (Grupo Complutense de Estudios Cinematográficos).
En opinión de Tovar, es más preciso hablar de tendencia que de fenómeno, y asegura que “el reconocimiento por parte de Hollywood de biopics musicales europeos le ha abierto las puertas a producciones del mismo género en esa industria” y remarca que “si se realizara una revisión de aquellos títulos catalogados como biopics, veríamos que es un género que existe desde hace décadas; incluso, de una manera encubierta (pensemos, si no, en las películas protagonizadas por niños cantores o por artistas como Lola Flores, Carmen Sevilla o Miguel de Molina, entre muchísimos otros, y propias de nuestra cinematografía en las que esos artistas interpretaban a personajes que habían seguido un camino profesional muy similar al suyo)”.
Los biopics que han surgido en los últimos tiempos presentan un llamativo nexo en común. En la actualidad, las biografías que interesan están más próximas a la cultura pop que a la Historia. En general, de un tiempo a esta parte los biopics son casi siempre sobre celebridades e ídolos de masas, nombres estrechamente ligados al mundo del entretenimiento, el cine, la música… Las vidas tristes y malogradas, las existencias tumultuosas y las historias polémicas son las que más llaman la atención en las colinas de Hollywood, donde se desembolsan presupuestos millonarios para contar con grandes actores y actrices como reclamo.
En este contexto, las historias de mujeres, limitadas casi en exclusiva a grandes monarcas en el caso de las películas biográficas de tinte histórico (María de Escocia, Isabel la Católica o la Reina Victoria son algunas de las mujeres cuya vida se ha adaptado recientemente al lenguaje audiovisual), son algo más variadas con esta nueva perspectiva. “El biopic no deja de ser un reflejo de la importancia o la atención acaparada por una persona en un momento determinado de la Historia. Siguiendo la lógica de una Historia de la humanidad que reseña más logros y aportaciones masculinas que femeninas, es consecuente el hecho de que haya más biopics de historias masculinas que femeninas. Que de unos años a esta parte se haya iniciado una pequeña compensación no influye de momento en el resultado total”, dice la profesora Manzano Espinosa.
Talismán para los premios
La taquilla no siempre respalda estas películas, que rara vez consiguen ocupar las primeras posiciones en términos de recaudación, pero la falta de interés del público general se compensa en la temporada de premios. En el caso de las producciones de Hollywood, las papeletas para hacerte con un Oscar se multiplican si eres protagonista de un biopic. La lista de ejemplos se sigue nutriendo año tras año. Por ejemplo, en la última década encontramos el caso de Meryl Streep (ganadora en 2012 por su interpretación de Margaret Thatcher en ‘La dama de hierro’), Renée Zellweger (cuyo regreso triunfal al cine con un biopic de Judy Garland le proporcionó su segundo Oscar en 2019) o Jessica Chastain (ganadora por ‘Los ojos de Tammy Faye’, película biográfica de una famosa telepredicadora estadounidense).
La tendencia se confirma con los papeles masculinos: en 2018, Ramy Malek se llevó el premio gordo por su papel de Freddy Mercury en ‘Bohemian Rhapsody’. Un año antes lo lograba Gary Oldman por ser Winston Churchill en ‘El instante más oscuro’ y en 2014, Eddie Redmayne se convirtió en uno de los actores del momento por su actuación como Stephen Hawking en ‘La teoría del todo’.
Habrá que esperar para saber si en la ceremonia de este año las quinielas aciertan y la actriz Ana de Armas recibe su primera estatuilla, pero de momento todavía no se han dado a conocer las nominaciones. Con todo, incluso cuando no se consigue el ansiado galardón, el hecho de protagonizar un biopic de un personaje polémico y famoso, proporciona gran visibilidad mediática, todavía más si el estreno se produce en una plataforma de televisión y los potenciales espectadores se cuentan por millones. En este sentido, el gran momento profesional de Lily James en 2022 ha venido de la mano de Pam&Tommy, una miniserie de Hulu (en España, disponible en Disney+) que aborda la vida de Pamela Anderson y Tommy Lee, una de las parejas más icónicas de los 90. La actriz, caracterizada al milímetro como Pamela, estuvo nominada al Emmy por su actuación, y aunque no se hizo con el premio, la campaña publicitaria en torno al proyecto le ha traído jugosos réditos económicos, entre ellos ser la imagen de Versace en su campaña de este otoño/invierno.
Los ‘biopics’ en España: series y papel cuché
En España, la producción de biopics se circunscribe de forma casi exclusiva al mundo de la televisión. En opinión de Manzano Espinosa, esto podría explicarse porque “esas historias presentan más riesgo económico en el cine. La televisión es una ventana más accesible para el espectador, más cómoda. Miniseries como ‘La Duquesa’ o ‘Marisol’ son enfoques que se adaptan mejor a una narración televisiva que a una película para el cine”. Igual que sucede con los grandes estrenos procedentes del otro lado del charco, las historias biográficas preferidas en nuestro país indagan en la vida de personajes muy populares, en muchos casos celebridades de alcance transversal, conocidos entre jóvenes y mayores, con una vida salpicada de controversias y secretos.
Entre los estrenos más esperados está la serie inspirada en Miguel Bosé, estrenada en Paramount+ el pasado 3 de noviembre, pero sin fecha de estreno confirmada en España. De momento, sí se ha podido ver el tráiler de la ficción, protagonizada por José Pastor e Iván Sánchez.
La serie ‘Cristo y Rey’ (ATRESplayer Premium), donde Jaime Lorente y Belén Cuesta se han convertido en Ángel Cristo y Barbara Rey en un biopic creado por Daniel Écija; ‘El inmortal’ (Movistar+), sobre el clan de Los Miami o ‘Veneno’ (ATRESplayer Premium), la exitosa creación de Los Javis, son otras de las pruebas de que el fenómeno biopic español se nutre de la nostalgia con los famosos más queridos del papel cuché.
En palabras de Tovar, los nuevos enfoques de las películas y series biográficas están provocando “cierta desmitificación de algunos personajes, ya que nos permiten conocer a la persona y no tanto al personaje llevándole a una posición cercana a la del espectador que incluso, de algún modo, puede sentirse identificado en él, por el hecho de superar barreras o alcanzar un sueño”.