1. Pólvora mojada (1978, Brasil vs. España)
Los lectores veteranos recordarán el “no gol” de Cardeñosa como uno de los fallos más garrafales de la historia de la selección española. Durante el Mundial de fútbol de Argentina de 1978, España tuvo en su mano vencer a la todopoderosa Brasil en el mismísimo estadio de Maracaná. Sin embargo, la mala puntería de Julio Cardeñosa, uno de los jugadores con más talento del Betis de aquellos años, hizo que el gafe continuara ligado a “La Roja” durante muchos años más. Solo, frente a una portería prácticamente vacía, el centrocampista golpeó la pelota prácticamente sin fuerza y justo hacia el lugar donde se encontraba el defensa carioca, Amaral. Tal fue el shock del gol fallado que muchos aficionados españoles llegaron a pedir prisión para su jugador.
2. Genio y desastre (1990, Colombia vs. Camerún)
El nombre del portero René Higuita quedó grabado en la memoria de todos los aficionados por hacer paradas dignas de un malabarista, pero también por ser el protagonista de uno de los errores más graves de la historia del fútbol. Durante el Mundial de Italia 1990, Colombia y Camerún se jugaban el pase a cuartos de final. Corría el minuto 108 de la prórroga y los cafeteros buscaban el empate que les llevara a los penaltis. Higuita, que se encontraba en el medio del campo con la portería totalmente descubierta, perdió el balón en un exceso de confianza al intentar regatear al delantero Roger Milla. El camerunés, que había marcado el 1-0, solo tuvo que empujar el balón al interior de la portería.
3. Baggio, a las nubes (1944, Brasil vs. Italia)
En la final del Mundial de Estados Unidos de 1994, Brasil e Italia decidían su suerte en los penaltis. Tras 120 minutos sin goles, los cariocas aventajaban a los italianos por tres a dos desde el fatídico punto de cal. En ese momento, Roberto Baggio, ídolo italiano y líder de la Squadra Azzurra, se dirigió hacia la portería defendida por el portero brasileño Taffarel para lanzar su correspondiente pena máxima. Ante él, la responsabilidad de permitir que su país aún soñara con el ansiado título mundial o ceder el trono a la Brasil de Romario, Bebeto y compañía. Respiró, cogió carrerilla, lanzó…, y el balón salió disparado hacia las nubes.
4. El fin de un portero (1998, España vs. Nigeria)
Durante el España vs. Nigeria del Mundial de Francia 1998, los españoles partían como claros favoritos. La selección comandada por Javier Clemente era un equipo con talento y experiencia a partes iguales. El encuentro comenzó bien, con un gol de falta de Hierro que, pocos minutos después, igualarían los nigerianos de un potente cabezazo. Raúl, de volea con la zurda, volvió a adelantar a España hasta que un centro forzado sin peligro terminó en gol a causa de un error garrafal de Zubizarreta. El portero vasco no supo atajar el balón y lo introdujo con su mano derecha en la portería. Aquel gol fue el principio del fin. España perdió el partido y acabó eliminada a las primeras de cambio sin pasar tan siquiera la fase de grupos.
5. El ogro de manos blandas (2002, Brasil vs. Alemania)
La final del Mundial de Corea y Japón 2002 será recordada siempre por dos motivos. El primero, por el resurgir futbolístico de Ronaldo Nazario; y el segundo, por el fallo del imbatible portero alemán Oliver Kahn, considerado uno de los mejores guardametas de la historia. En el minuto 21 de la segunda parte, Rivaldo lanzó un potente disparo que Kahn no acertó a atrapar. ‘O Fenômeno’, que seguía de cerca la jugada, aprovechó el rechace para marcar el primer tanto de los brasileños. El muro alemán había caído y, con él, el estandarte de su selección. A pesar de la derrota, el guardameta germano fue galardonado con el Balón de Oro del Mundial que premia al mejor jugador del torneo.
6. De héroe a villano (2006, Italia vs. Francia)
Si hubo una figura que destacó por encima del resto durante el Mundial de Alemania de 2006, esa fue la de Zinedine Zidane. El astro francés, al que muchos daban por retirado, encumbró a su equipo hasta la final del campeonato en lo que fue una masterclass de liderazgo y elegancia con el balón en los pies. Sin embargo, el destino quiso que Zizou fuera recordado aquel campeonato por propinarle un salvaje cabezazo al italiano Materazzi. Al parecer, el defensa, polémico donde los haya, se pasó toda la final comentándole al Bleu diferentes lindezas sobre su hermana hasta terminar con su paciencia. Un final trágico para una carrera de leyenda.
7. “Brasil, decime que se siente” (2014, Brasil vs. Alemania)
Durante el Mundial de Brasil 2014, entre los aficionados argentinos se hizo popular el cántico de “Brasil, decime que se siente tener en casa a tu papá”. Producto de una rivalidad histórica, la hinchada blanquiazul entonó la canción durante todo el campeonato, pero muy especialmente el día en que Alemania le endosó siete goles a la ‘canarinha’ en la semifinal. Aquel partido se recuerda como una de las mayores humillaciones del fútbol. Brasil, que aparte de ser el país organizador tenía muchas esperanzas en su equipo, vio como todas sus ilusiones se esfumaban en apenas 30 minutos de puro espectáculo alemán. Y sentir, seguro que no se sintieron muy bien.
8. Antes de tiempo (2014, Alemania vs. Argentina)
Gonzalo Higuaín es uno de esos jugadores que tiene tantos seguidores como detractores. De él dicen que es capaz de lo mejor y lo peor. Transcurridos 30 minutos de la final del Mundial de Brasil 2014, Argentina aprovechó un contraataque rápido para plantarse en el área germana. Un centro impecable desde la banda derecha fue aprovechado por ‘el Pipita’ para marcar con impecable remate. La celebración que precedió al tanto fue tan efusiva como reivindicativa. Tras un mal campeonato, Higuaín había logrado el gol con el que todo delantero sueña. Desafortunadamente para él y Argentina, el tanto fue invalidado por fuera de juego y el delantero se convirtió en la diana de miles de ‘memes’ que se burlaban de él y su celebración. El “decime que se siente” pasó de argentinos a brasileños en menos de una semana.