Llevan el color, la alegría y la música disco por bandera. Y, ahora, también por Rafaella Carrà. El grupo indie Varry Brava tiene claro que su nuevo tema, Rafaella, va a petarlo este miércoles en el Benidorm Fest y ya sueñan con llegar a Eurovisión. La banda de música, formada por Óscar Ferrer, Vicente Illescas y Aaron Saéz, quiere un billete para Turín el próximo 14 de mayo y tiene claro que su canción puede arrasar en el país del mito italiano. Todo un homenaje a la fallecida Rafaella Carrà con el que la banda quiere que España vuelva a soñar con ganar el certamen.
Vais al Benidorm Fest con todo un homenaje a Rafaella Carrà. ¿Por qué ella?
Siempre hemos tenido en mente la música italo disco. La música italiana siempre nos ha gustado mucho y, desde siempre, ha formado parte de nuestro crecimiento cultural y musical. Al pensar en Eurovisión, quisimos llevar algo que nos representara a nosotros musicalmente y que, también, nos llevara a una emoción que nos gustara y a toda esa cultura musical. Se nos apareció Rafaella y era el gran momento para hacerle ese homenaje y buscar una canción que representara lo que era ella, esa luz, discoteca, baile y cómo apareció ella en mitad de los 70 y llenó todo de sexo, discoteca y bailarines.
He oído que se os apareció en sueños…
Sí, nosotros somos muy devotos de nuestras fantasías y nuestros sueños. Montamos nuestra banda porque teníamos el sueño de montar una banda de música y girar por todo el país con nuestra furgoneta haciendo conciertos. Como nos guiamos por fantasías y sueños, todos vimos que era Rafaella la que nos guiaba.
¿En qué momento decidís que queréis intentar ir a Eurovisión?
Siempre nos pareció un sitio muy guay y que las galas tienen un punto muy guapo. Además, nos recuerda a nuestra infancia, a esa acción de juntarse con la familia a verlo y llevábamos diciéndolo unos años, pero nunca habíamos visto bien cómo se hacía. Creo que antes tenía que ver con las relaciones de las discográficas con Televisión Española y el método de selección no era tan claro como han decidido hacerlo este año. Cuando nos dijeron que iba a ser así, nos lo creímos, nos atrevimos y, gracias a Rafaella, está siendo todo así.
¿Qué opinión creéis que tendría Rafaella de la canción? ¿Podría sacarle algún “pero”?
Ella podría decir de la canción lo que quisiera y si no le gusta, la quemamos —ríen—. Hubiera sido increíble que pudiera escucharla y creo que le hubiera gustado y tiene muchos aspectos de lo que su música transmitía. Le hubiera gustado.
“Ganar con una canción que se llame Rafaella es final de una serie de Netflix cojonuda”
De no haber fallecido, Rafaella habría presentado el festival de San Remo y Eurovisión. ¿Vuestra presencia en Eurovisión sería una forma de tenerla presente?
Sería una fantasía. Si alguien está escribiendo desde algún sitio nuestra historia, el final de la historia es maravilloso en Turín llevando a Rafaella de vuelta a Eurovisión y ganando con una canción que se llame Rafaella. Es final de una serie de Netflix cojonuda, ¿no?
¿Muchos homenajes en la puesta en escena? ¿Qué podéis revelarnos sobre ella?
El espíritu de Rafaella va a estar, sin duda. Lo que no vamos a intentar, al menos, es no ser chabacanos ni obvios. No queremos que el tópico sea demasiado brusco porque creemos que puede perder un poco de gracia. El homenaje a Rafaella va a estar porque es la propia canción, pero será de una forma elegante, bonita y sorprendente. Queremos hacer algo bonito, pero el espíritu de Rafaella estará, sobre todo, en la canción y que la gente la escuche y convencerles de que es la mejor que puede representarnos en Eurovisión este año.
También se habla mucho de la puesta en escena de Rigoberta Bandini, ¿pechos sí o pechos no?
Pechos sí, siempre. Y Rigoberta que haga lo que ella desee y le salga de corazón porque, además, somos muy fans y todas y cada una de las canciones que ha hecho nos gustan, y, también, todas y cada una de sus declaraciones. A tope con ella y todos los compañeros y que puedan poner en el escenario todo lo que tengan en la cabeza y quien se moleste, que se rasque.
Estáis entre los favoritos junto a Tanxungueiras, Rayden y Rigoberta Bandini…
¡Eso se lo dirás a todos! —ríe—. Nosotros creemos que la gente tiene una visión muy sesgada por lo que ve en sus redes o en gente afín, pero una de las cosas curiosas de esta selección y votación es que hay cuatro tipo de votos y estoy convencido de que ni los favoritos somos tan favoritos, ni los que no lo son, son tan no favoritos. Esto está mucho más abierto de lo que la gente cree, lo que le da todavía más emoción y eso también es muy guay.
Como fans del certamen, ¿cuál es vuestra actuación eurovisiva favorita de la historia?
Somos fans de lo que es del certamen, sobre todo, de lo que veíamos de pequeño y los 90. Y también somos fans de algunas actuaciones puntuales que nos han gustado mucho. A mí me gusta mucho, por ejemplo, Sébastien Tellier que en el 2008 llevó Divine y Franco Battiato que en 1985 llevó Treni di Tozeur con Alice. También nos gusta mucho Abba y la parte más antigua. Lo que nos pasa es que nos estamos haciendo cada vez más fans. Vamos a salir de este proceso muy ultrafans —ríe—.
Los eurofans son muy intensos y críticos. ¿Estáis preparados para todo el eurodrama?
Nosotros tenemos muchos amigos cercanos al mundillo de Eurovisión y nos ponían sobre aviso muchas veces pero, la verdad, es que lo mejor que nos hemos llevado a día de hoy es la comunidad eurofan. Nos parece gente súper pasional, entregada a la música y con mucha ilusión por el concurso y los artistas. Aunque si te pones a escarbar siempre encuentras comentarios malos de cualquiera canción, nos han tratado increíblemente bien y se han dejado llevar por la ilusión de este nuevo certamen y estamos todos en bastante sintonía. Ojalá otros sectores de la música aprendieran de esa pasión que ellos le ponen a la música.
¿Os da miedo la demonización que sufren muchos artistas que participan en el certamen?
No tenemos ningún problema porque hemos sido siempre una banda muy libre y sin prejuicios. Vamos a este concurso porque queremos ir a Eurovisión y nos lo vamos a pasar muy bien, pasemos o no pasemos. Quien tenga prejuicios que no venga y quien no quiera mirar, que apague la tele. Nosotros vamos a disfrutar en un certamen muy sano.
“Quien tenga prejuicios que no venga y quien no quiera mirar, que apague la tele”
De no ir vosotros a Eurovisión, ¿quién os gustaría que nos representara?
Si no vamos nosotros, me gustaría mucho, por ejemplo, que se cancelara —ríe—. O vamos nosotros o que no vaya nadie. No, creo que si no vamos nosotros, quien gane debería hacer una especie de coalición y llevar a un miembro de cada propuesta —ríe—. No sé, en verdad. Hablando en serio, nos gustan mucho las 14 canciones y se ha hecho una selección muy variada y es muy difícil quedarme con alguna. Hemos hecho nuestra canción pensando en qué podría funcionar en Eurovisión, pero tampoco sé que podría funcionar. Como Eurovisión es un mundo tan raro y, a veces, apareces con una balada y revientas o llegas con una canción muy discotequera y no le gusta a nadie. No sé, no sabría decirte.
Si no fuera con España, ¿os plantearíais la opción de intentar ir representando a otro país, por ejemplo, Italia?
El otro día, de hecho, lo hablábamos. Lo que vamos a hacer es, vayamos o no este año, todos los años presentarnos a la previa de distintos países —ríe—. Así, pasamos todos los años nuestra canción a Eurovisión por cualquier país.
Lo indie solo ante el peligro
Con cinco discos y más de 10 años de carrera sois un grupo indie indispensable en los festivales españoles. Como grupo festivalero, ¿qué ha supuesto y supone la pandemia?
Ha cambiado mucho todo. La música está cambiando a muchos niveles y los artistas nuevos que están saliendo son, de repente, artistas que no han tocado nunca en directo, pero tienen muchísimas visualizaciones. El mundo está cambiando y esta pandemia ha sido un empujón a ese cambio que se estaba haciendo con las redes sociales e Internet. Nosotros lo hemos pasado regular porque sí somos de directo y de la escuela de tocar. Somos de una generación que nos gusta más estar en el escenario y en la carretera que en casa componiendo o grabando. Como somos animalitos de escenario, lo hemos pasado muy mal estos dos años y solo tenemos ganas de que nos abran la jaula.
“No hay ninguna duda de que el Benidorm Fest hace que llevemos un mes y pico sonando mucho en todos lados”
¿Presentaros al Benidorm Fest es una forma de daros a conocer al gran público y publicitaros?
Claro, claro. Uno hace canciones porque quiere expresarse, tocar en directo y llevárselo al mayor número posible de gente, siempre. No hay ninguna duda y, por supuesto, esto hace que llevemos un mes y pico sonando mucho en todos lados, con entrevistas, teniendo más seguidores en redes… Cuanta más gente llegue, más gente puede decidir si le gusta o no lo que hacemos.
Tenéis cinco discos pero es cierto que no sonáis tanto en las cadenas como otros grupos. ¿Ser indie supone más dificultad para darse a conocer?
No, creo que cada vez menos. La crisis que llevamos en la industria discográfica ha igualado un poco el mercado en ese aspecto y el acceso a sitios comerciales se tiene, más o menos igual, seas o no independiente. Influye más que tengas un buen manager, una agencia de publicidad o que hayas tenido repercusión en redes. Se ha abierto un poco más el tablero de lo que te hacía llegar a lo comercial.
En Youtube he visto que muchos de vuestros temas no cuentan con videoclip. ¿Es complicado financiar un proyecto musical cuando no se tiene un gran sello detrás?
Te da cosas buenas y cosas no tan buenas. Nosotros hemos tenido muchas veces la opción y, desde la agencia, siempre se baraja el buscar o no una discográfica. Nosotros no tenemos discográfica por decisión propia porque, hasta ahora, hemos funcionado bien y la discográfica te puede dar en un momento dado un apoyo económico o de posición, pero también hace que todas las decisiones de tu carrera pasen por el filtro de la discográfica. No tenerla nos hace tener total libertad, sacar los discos cómo y cuándo queremos y funcionar con total libertad, compaginando las decisiones con nuestra agencia de management y contratación. Es una opción como cualquier otra con sus pros y sus contras. Pero por ahora, en este camino sin discográfica hemos caminado bien, pero no quiere decir que en unos años decidamos cambiar.