Hasta ahora los tejidos ‘antitodo’ eran utilizados en sectores muy tecnificados, como la industria militar, la medicina, la automoción o el deporte, por lo que Federico se planteó ofrecer al usuario medio las mismas ventajas. Tras conseguir la financiación gracias al programa de aceleración de startups ‘Lanzadera’, creada por el dueño de Mercadona, Sepiia puso en marcha la tecnología. El secreto de estas supercamisas radica en sus materiales. Por un lado, está la fibra de poliéster, intrincada en forma de trébol para que pueda circular el aire y la humedad con mayor facilidad. Esto dota a las camisas de capacidad para ser transpirable y eliminar el agua, ya sea corporal o con otro origen.
Para combatir el mal olor se ha contado con las partículas de plata, que actúan de antibacteriano y ayudan a eliminar el tufo del sudor corporal. “El tratamiento antimanchas ha sido desarrollado en colaboración con el Instituto Tecnológico Textil de AITEX y posee una formulación única para conseguir la máxima repelencia a los líquidos del día a día: cafés, zumos, salsas o vinos”, explica Federico. Pero advierte que el antimanchas es menos eficaz “en líquidos muy calientes, líquidos con mucho azúcar, alcohol o aceite y líquidos derramados a grandes distancias”. Las propiedades antiarrugas y antiolores duran para siempre, mientras que el antimanchas es un 10% menos efectivo tras 60 lavados.
La hemos probado
Como no es lo mismo contarlo que vivirlo, decidimos someter a una dura prueba de líquidos a una de las camisas que Sepiia nos cedió gustosamente. Tras verter sin ningún tipo de contemplación una buena cantidad de vino, agua, café, zumo y medio bote de kétchup la camisa soportó tremendo chaparrón sin sufrir grandes estragos.
El vino, el agua, el café y el zumo los repele sin problema y las pocas gotas que logran adherirse al tejido se pueden retirar con la mano. En el caso del kétchup, un líquido más denso, no es capaz de repelerlo como los líquidos anteriormente mencionados, pero no llega a manchar. Tras pasar un trapo, el surco que aparece se desvanece mágicamente (más bien científicamente) tras secarse. Como puedes imaginar el hedor que desprende tal mezcla de productos es de primeras intolerante. Pero pasado un día colgada en un perchero, el olor ya no está presente y la camisa se queda nítidamente presentable y planchada. Conclusión: certificamos que el test ha sido más que superado.
Marca España
Desde el hilo a la confección final tienen una producción 100% española, un valor del que están muy orgullosos en Sepiia. “La cercanía nos facilita poder acudir a las fábricas con asiduidad y poder trabajar mano a mano con ellos. Además, nos ahorra costes y tiempos de transporte, con los impactos correspondientes. España es uno de los países con la normativa medioambiental más exigente en el sector textil lo que nos da gran seguridad”, explica Federico Sainz.
Para el CEO de Sepiia el futuro de la moda debe tender hacia una producción más funcional y responsable, ya que “tal y como está planteado actualmente no es sostenible a largo plazo”. Federico reconoce que alguna gran marca ha contactado con ellos para comercializar sus camisas pero se han negado. “Su modelo de negocio y estructura chocan en muchos aspectos con el modelo que nosotros planteamos”, asegura.
De momento Sepiia ya ha vendido 1.800 camisas a través de su web. A finales de abril se incorporaron polos y en septiembre llegará la colección final de mujer. “El resto de prendas del armario irán apareciendo próximamente”, adelanta el CEO de la empresa.
*Artículo originalmente publicado en el número 35 de Mine. Pide tu ejemplar en papel en tienda.ploimedia.com o descarga la edición digital interactiva para iOS o Android.