Retroceder significa para Sandra Corcuera avanzar hacia delante. Cada paso que esta corredora catalana da para atrás supone estar unos metros más cerca de la meta. Practica el ‘retrorunning’, backward running o, lo que es lo mismo, correr de espaldas, una modalidad que ya comenzó en los años 20, pero que en los últimos años ha sumado cientos de adeptos, sobre todo, en Italia, Alemania, Cuba y Francia. “Más que a nivel competitivo, se está extendiendo su práctica como complemento a los entrenamientos de carrera hacia adelante o de gimnasio por sus beneficios y por ser una variante divertida en los entrenamientos”, explica la retrorunner. Lo cierto es que varios estudios de universidades como la de Milán y la de Cardyff demuestran que aumenta el gasto calórico y mejora el rendimiento de los atletas y runners.
Pero, ¿cómo empieza esta curiosa modalidad de atletismo? Fue en 2005, cuando un grupo de deportistas austriacos, alemanes, italianos, suizos y franceses crearon la Federación Internacional de Retrorunning para promover esta práctica aún desconocida para muchos y organizar campeonatos mundiales. El primero de ellos se disputó en 2006 en Suiza y, desde entonces, se organizan con una periodicidad bianual. Además de esta competición mundial, cada año se organiza el Circuito Italiano de Retrorunning, que consta de unas 15 carreras anuales, el Campeonato Americano en Centroamérica y varias carreras estatales en países como Cuba.
Corcuera siempre ha sido una aficionada del deporte y desde niña ha practicado ballet, gimnasia artística, tenis, fitness, aeróbic y natación. Pero fue durante el año 2000 cuando descubrió que el atletismo era su verdadera pasión. Sin embargo, nunca podía alcanzar su máximo rendimiento debido a diversos problemas musculares y lesiones frecuentes, por lo que dejó de competir. Pero no paró correr y coleccionar carreras de todo tipo por el mundo. “En 2007, me apunté a una carrera de ‘retrorunning’ sin tener muy claro de qué se trataba. La sorpresa fue que cuando se iba a dar la salida y me dijeron que se tenía que correr hacia atrás. Pensé que era una broma, pero no, se dio la salida y lo pasé fatal”, recuerda.
Entrenadores y médicos recomiendan el ‘retrorunning’ como una forma de recuperarse de lesiones
Pese a ello, tras esta experiencia le pudo la curiosidad y comenzó a informarse sobre esta peculiar manera de correr. Así descubrió que en Estados Unidos varios entrenadores y médicos lo recomiendan como una forma de recuperarse de lesiones de rodillas y para minimizar el desgaste de las articulaciones. Así que se animó a probarlo. “Decidí incluir unos 10-15 minutos al final de mis entrenamientos y al ver que mis lesiones disminuyeron, desde entonces no lo he dejado”, asegura. Tras unos años sin apenas lesiones, se enteró de que existían los campeonatos y que el próximo mundial era en 2012, así que decidió participar y acabó alzándose con su primera medalla de oro. “Desde entonces he disputado cuatro mundiales, consiguiendo 7 medallas de oro, en distancias de 3000 a 10000 metros“, explica la catalana. “Al principio había gente que se me quedaba mirando, pero después de tantos años y tantos éxitos, la gente me ánima, me felicita y me pide fotografías y autógrafos”, añade.
Marcha atrás y con beneficios
Cada vez son más los que apoyan los beneficios de esta práctica y muchas universidades han realizado investigaciones al respecto. Según un estudio de la Universidad de Oregón, previene las lesiones, aumenta el equilibrio y mejora la relación entre los músculos antagonistas y agonistas, ya que al invertir el movimiento comienzan a trabajar otros grupos musculares que, normalmente, no se potencian tanto. La Universidad de Milán, por su parte, demostró con sus investigaciones que aumenta la quema de calorías y reduce el riesgo de lesión. De hecho, Corcuera ha experimentado estas mejoras. “Me lesionaba mucho más con el running, de hecho corriendo hacia atrás apenas me lesiono y mis lesiones corriendo hacia adelante han disminuido considerablemente”, afirma. Cuenta que en trece años solo se ha lesionado en dos ocasiones. Una durante una demostración para un programa y otra, en una carrera cuando una corredora la empujó y terminó rompiéndose la muñeca.
Aunque también hay quienes critican que aumenta el riesgo de lesiones cervicales y de columna, lo cierto es que, como complemento, está demostrado que funciona. Sin embargo, ya que no se ve y no se puede girar la cabeza, siempre hay que tomar precauciones como correr en pistas y circuitos sin peligros y con líneas marcadas que sirvan de orientación. Teniendo en cuenta esto, solo hay que empezar a entrenar y afrontar el nuevo movimiento como un reto. “El otro hándicap es el tema de la orientación, el equilibrio y la confianza, ya que al no ver por dónde vas, ya que no se gira la cabeza, te tienes que acostumbrar a unas sensaciones muy distintas a correr hacia adelante”, advierte la siete veces campeona mundial de ‘retrorunning’. En este caso, parece que ir de culo no es precisamente ir mal.