1- Frutos secos
Con una media de entre 500 y 600 calorías por cada 100 gramos, los frutos secos son un enemigo de las dietas hipocalóricas pese a sus cuantiosos beneficios. Aunque por su aporte en minerales y fibra y su capacidad para saciar el hambre, sí que puede ser útil incluir una pequeña cantidad en nuestra dieta a la hora de adelgazar. ¡Pero mucho cuidado con excederse, o arruinarás cualquier rutina de gimnasio!
2- Zumos de frutas
¿Te acuerdas cuando de niño te decían que el zumo tenía muchas vitaminas? Pues ni tiene tantas ni es tan saludable como nos han hecho creer. Hay investigaciones que hasta los califican de bebidas azucaradas, al aportarnos más de 50 calorías por cada 23 centilitros. Además, al ser usada en zumos, la fruta pierde su fibra y no sacia ni absorbe el azúcar igual. Lo ideal es comértela entera y si no te la pelas, mejor.
3 – Aceitunas y aceite de oliva
La joya por excelencia de la dieta mediterránea podría considerarse el mejor aliado de un corazón saludable. La reducción del colesterol malo, la mejora cardiovascular y la correcta mineralización de los huesos son algunas de sus virtudes, pero si te excedes en la dosis, los michelines se notarán más de lo deseado.
4 – Aguacate
El oro verde que tan de moda se ha puesto y tantos defensores en redes sociales atesora, es una auténtica bomba calórica. Cierto que los beneficios que aporta son enormes pero, pese a sus poderes antioxidantes, 100 gramos de esta fruta –porque sí, es una fruta– contienen 160 calorías. Aprovecha sus propiedades, pero en pequeñas dosis, y conseguirás esa tableta que tanto ansías.
5 – Barritas energéticas
El marketing hace mucho y muestra de ello es que las populares barritas energéticas son vistas como un snack saludable y nutritivo. La gran mayoría están repletas de azúcares y conservantes y pueden tener hasta 300 calorías. Si lo que quieres es picar entre horas, cómete una manzana o un poco de avena.
6 – Hamburguesas vegetales
Es cierto que, comparada con una de carne, es mucho más saludable y aporta muchísimo menos colesterol. Pero muchas usan queso para unir sus ingredientes o están formadas a base de legumbres fritas. Así que mucha atención, y no nos atiborremos a ellas con la excusa de que son veggies.