Fotos movidas, rostros agotados frente al ordenador, jóvenes poniendo muecas en clase y caras sudorosas en el gym. También bastantes emails abiertos, platos de comida muy poco foodies, instantáneas en el bus o intimidad al descubierto. Toda esta aparente naturalidad te recibe al entrar en BeReal, la app del momento que quiere derrocar el postureo de las redes sociales. Pero al toparte con toda esa nebulosa de aparente realidad te asalta irremediablemente la duda de si es naturalidad todo lo que reluce.
Con 53 millones de usuarios en todo el mundo, BeReal se promueve como el anti-Instagram. Sin embargo, el porcentaje de usuarios activos, según Sensor Tower, es únicamente del 9%. Es decir, que muchos la instalan, pero no la usan. Esta aplicación lanzada en 2020 por los franceses Alexis Barreyat y Kevin Perreau anima a dejar de lado las “vidas perfectas” y defender la realidad ante el “postureo”. Para ello, solo tienes 2 minutos para tomarte tus fotografías, buscando así la espontaneidad y naturalidad. Todo ello sin filtros, claro. A priori, la propuesta parece interesante, pero ¿hasta qué punto es real todo lo que ves en BeReal?
Si atendemos a las opiniones de los usuarios de la aplicación, las reacciones oscilan entre los entusiastas y los decepcionados. Uno comenta en Apple Store que “la idea está súper guay, pero estaría mucho mejor si se mandaran más fotos al día: 3 o 4. Para que sea más dinámico”. Otro, sin embargo, vuelca toda su frustración en el comentario: “Fotos malísimas y absurdas. Una App sin sentido alguno, no sirve ni para hacer amistades. Casi sin opciones ni funcionalidades. Una idea que debió surgir fumando cosas”. Y otro alerta de los peligros de seguridad: “Obligados a compartir ubicación en las publicaciones. Foto selfie obligada. Un desastre de App con cero privacidad. No tiene futuro esta App”.
Ante esto, en Mine, hemos decidido probar la aplicación varios días y hemos consultado a varios expertos para analizar hasta qué punto BeReal es tan revolucionaria o, simplemente, una red social más que acabará corriendo la misma suerte que otras como Tuenti o Vine.
Realidad en entredicho
El planteamiento de BeReal es sencillo. Cada día, el usuario recibe un aviso en cualquier momento del día que le informa del momento de “ser real” y le da 2 minutos para tomarse 2 fotografías, una con la cámara frontal y otra con la trasera, para compartir en la app. Según los creadores de la aplicación, lo que se pretende es promover la espontaneidad y hacernos reflexionar sobre los filtros que tantas inseguridades y disforia corporal causan. “Si BeReal sirve para hacernos reflexionar sobre la importancia de la vida real, la no necesidad de poner filtro a todo lo que hacemos y lo bonito de la belleza auténtica, bienvenida sea. Pero no sé hasta qué punto lo está consiguiendo”, duda Laura Davara, abogada, experta en protección de datos y autora de ‘El libro definitivo sobre redes sociales‘.
Esta red fomenta más si cabe la pertenencia a una comunidad a base del “chantaje de contenido”. ¿Qué quiere decir esto? La app te obliga a entrar en la dinámica de tomarte la foto en 2 minutos tras el aviso o no podrás ver lo que sube el resto de tus contactos. Aunque tienes una segunda oportunidad que se han aventurado a llamar late BeReal, que te da la opción de subir tus 2 fotos más tarde, pero estarás señalado por tus seguidores, porque les llegará una notificación de la demora y eso pone en entredicho tu “verdad”, ya que has tenido tiempo de preparar ese “momento real”. Aun así, BeReal logra que la gran mayoría de usuarios participen en su propuesta y termina con los típicos cotillas que no suben nada pero ojean todo y que abundan en otras redes sociales como Instagram o TikTok.
También es destacable su original propuesta de los RealMojis, es decir, emojis que en realidad son fotos de la expresión que te genera determinado momento compartido. Como punto a favor, estos detalles pueden generar una mayor empatía y expresividad en esta red social, abriéndose así un mundo de matices gestuales que muchas veces no podemos percibir con los simples emojis o con un corazón y su “Me gusta”.
El postureo sigue presente
Uno de los puntos fuertes de esta nueva red social es que se presenta como el “anti Instagram”, entendiendo a Instagram como el templo del postureo y el escaparate por excelencia de todos los filtros fotográficos. Es decir, se supone que usando BeReal serás real y verás la vida de tu círculo tal y como es. Pero, usando la aplicación te das cuenta de que, tras unas primeras fotos que parodian la “vida normal”, la mayoría de las publicaciones terminan promoviendo un “postureo” velado que, aunque muestran actividades cotidianas, no distan demasiado de los stories de Instagram.
Además, ¿quién dijo que la gente esté cansada de los filtros? “No es que la gente esté cansada del postureo –no nos vamos a librar tan fácilmente de los filtros– sino que le llama la atención ese nuevo concepto… o quizá, la posibilidad de usar la cámara delantera y trasera al mismo tiempo, algo realmente novedoso en las redes sociales. Sin embargo, no hay más que darse una vuelta por BeReal para ver que el postureo está presente, solo que los usuarios tienen el reto de practicarlo con dos cámaras al mismo tiempo”, comenta Manuel Moreno, periodista experto en redes sociales y director de TreceBits.com.
Celebrities a bordo
Siempre pasa, cuando una aplicación comienza a tener mucho tirón, que los personajes famosos no tardan en sumarse a ella. Y viceversa, al sumarse a ella cantantes, actores e influencers, cualquier red social ve crecer su adhesión como la espuma. “Para una red social supone un espaldarazo, lograr más fama y que más usuarios se la descarguen para seguir en ella lo que publican los referentes a los que siguen”, apunta el experto Manuel Moreno. Y BeReal no iba a ser menos. Cantantes como Rosalía o Harry Styles y modelos como Ashley Graham ya comparten su contenido en esta red social. Aunque, por el propio funcionamiento de BeReal, gran parte del contenido se comparte de forma privada con su círculo de contactos y un pequeño porcentaje termina en el apartado Discovery.
soy amiga de la rosalia en el be real vosotros que tenéis pic.twitter.com/KoQtuq9vF1
— andrea 🧚🏼♀️ (@andreahl02) August 16, 2022
“Asumo que los famosos editarán las fotos, pero lo harán ‘de la manera más discreta posible’ para mantener esa ‘normalidad’. Los famosos también tienen ‘vidas reales’ y ‘problemas reales y cotidianos’, otra cosa es que no lo muestren y que, por supuesto, no lo hagan en redes sociales”, supone Laura Davara.
Ansiedad por las fotos
Si estás acostumbrado a hacerte varios selfies antes de decidir con cuál te quedas, te advertimos que con BeReal la ansiedad se agudizará. Una vez te llega el aviso, solo tienes 2 minutos para tomar las fotografías. Sin darte cuenta, estás más pendiente del móvil y pensando en el aviso, que cuando esperas la llamada de tu ex.
“BeReal es ansiedad en su esencia. Es estar preparado para la exposición social y, por supuesto, para la comparación”, recalca Carlos Villoria, psicólogo sanitario y profesor en la Universidad Alfonso X El Sabio. “Los creadores de esta red social conocen el llamado síndrome FOMO, acrónimo en inglés de ‘miedo a perderse algo’ y ser excluido socialmente. Lo que hace esta aplicación es aprovecharse de este síndrome que conlleva mucha ansiedad y frustración para forzar una actividad que, en muchas ocasiones, resultará complicada, bien por falta de tiempo o porque durante los dos minutos se esté haciendo una actividad que, a priori, no se quiera trasladar, pero que posiblemente se traslade para evitar el efecto psicológico de no participación o exclusión social”, critica Villoria.
Comparaciones odiosas
En Instagram y otras redes sociales ya hemos asumido que gran parte del contenido que se comparte pertenece a la cara amable y bonita de nuestras vidas. Damos por hecho que no todo son festines, grandes viajes, amplias sonrisas y vidas perfectas. Pero, si estamos ante una red social que, supuestamente, muestra la vida como es, puede ocurrir el mismo efecto comparativo. ¿Qué ocurre si nuestro entorno sube fotografías de una vida cotidiana más entretenida y peculiar que la nuestra? “Si bien puede impedir el postureo, provocará un impacto emocional para que el usuario ‘siempre’ esté haciendo algo muy atractivo para el resto, con la consiguiente angustia que eso puede generar, especialmente cuando compruebe que algún otro está haciendo cosas mucho más atractivas que él”, recuerda el psicólogo Carlos Villoria.
Y esta comparación constante, obviamente, puede terminar minando la autoestima de muchos. “La autoestima está muy basada en la comparación y estas redes sociales fomentan la comparación, en el caso de BeReal, de manera espontánea, lo que puede resultar aún más peligroso puesto que la mayor parte del día estamos haciendo cosas ‘normales’. Ese instante de la doble foto conllevará necesariamente una doble comparación, con efectos aún mayores que otras redes sociales”, advierte el psicólogo. “Como Presidente de la Asociación de Psicólogos para el Estudio de las Adicciones Psicológicas (APEAP), puedo asegurar que nos encontramos con una App realmente peligrosa que puede tener efectos aún más graves que otras, casi provocando que el usuario, en su gran mayoría adolescentes, tenga la impresión de que puede ser menos popular y activo que sus amigos virtuales, provocando una gran frustración y reduciendo su autoestima”, añade.
Mismos riesgos en datos que otras apps
Estas últimas semanas se ha escrito mucho sobre esta nueva aplicación y eran muchos los que ponían el grito en el cielo por la protección de datos o las cookies a terceros. Sin embargo, si la comparamos con Instagram, por ejemplo, no presenta gran diferencia. “BeReal no supone más riesgos a nivel de protección de datos que los que implican el resto de redes sociales. La peculiaridad radica en la ‘rapidez’ con la que hay que compartir el contenido y esa inmediatez puede generar que pongamos en mayor riesgo nuestra privacidad al no pensar lo que publicamos antes de hacerlo”, apunta Laura Davara. Lo fundamental tanto para nuestra intimidad como seguridad es revisar la foto que vas a compartir para evitar mostrar datos personales o filtrar algo comprometido. De hecho, revisando la app una de las cosas que más sorprende son las fotos en el espacio de trabajo con emails abiertos en segundo plano.
En este sentido, ¡ojo con la geolocalización! A diferencia de lo que ocurre con Instagram, en la que la ubicación del usuario se desactiva automáticamente, en BeReal está activada por defecto y es muy específica. Por lo que, si no estás atento puedes terminar compartiéndola sin pretenderlo. Para sortear esta fuga de seguridad, según los expertos, debes desactivar la geolocalización y seleccionar la opción de no compartir ubicación cuando publiquemos contenido.
Cesión de nuestra imagen
El boom de esta red social puede que te haya nublado a la hora de leer las condiciones de uso de la misma y seguramente no sepas que cuando aceptas ser BeReal cedes el derecho para que hagan lo que quieran con las fotos durante 30 años. “Nadie sabe que ha podido firmar esa cesión de derechos durante tanto tiempo. BeReal podría hacer lo que quisiese, desde emplear las imágenes para fines publicitarios hasta vendérselas a otras empresas”, previene el periodista Manuel Moreno.
Pero lo mismo ocurre en Twitter, Instagram y Facebook. “Por desgracia, lo habitual es que nadie –o un porcentaje muy reducido de los usuarios– se lea esas condiciones de uso. Aunque BeReal no me sorprende, la mayoría de redes sociales afirma tener una licencia exclusiva y mundial sobre el contenido que subes. Así que no, no es algo peculiar de BeReal”, lamenta la experta en protección de datos Laura Davara.
Lee lo que firmas
Con todo esto, resulta obvio, aunque la gran mayoría de veces no lo hacemos, revisar bien aquello que firmamos y aceptamos a la hora de entrar en cualquier red social. “En BeReal se proporcionan datos personales y datos de uso como en cualquier otra red social. El problema es que nadie se ha leído el ‘contrato’ que ha firmado con esta app al darse de alta. Sería tan fácil como conocer las condiciones de uso y, si no nos convencen, no emplearla. Pero es algo que ocurre con todas las redes sociales: nadie se lee lo que firma y después se lleva las manos a la cabeza”, acusa Moreno. “Un buen uso sería conocer lo que hemos firmado al darnos de alta y, si estamos de acuerdo y la empleamos, configurar adecuadamente las opciones de nuestro perfil de acuerdo al uso que queramos hacer de ella”, añade Davara.
¿Qué queremos en una red social?
Sin duda, la irrupción de BeReal en el panorama de las redes sociales y todos los defensores y detractores que ha originado, nos hace reflexionar sobre hasta qué punto puede llegar a ser real lo que subimos de forma consciente. Cada uno muestra lo que quiere y eso es solo una parte muy definida de su realidad. Además, ¿buscamos la realidad al refugiarnos en las redes o ansiamos una vía de escape edulcorada? Sería necesario plantearse qué queremos de una red social.
“Hay un problema de base y es que, quizá, no seamos muy conscientes de qué queremos, de qué necesitamos, de qué es bueno para nosotros o de qué buscamos en redes sociales y, en mi humilde opinión, creo que la clave para luchar contra ‘la vida filtrada’ pasa más por formar y concienciar sobre los valores en la vida digital“, plantea Laura Davara. Una opinión que nos sirve de cierre y de premisa. Antes de aventurarte a formar parte de otra red social, ¡valora si esa nueva digitalización de tu vida te va aportar algo!