10 lugares nevados que harán que ames el frío aunque seas más de verano

Al pensar en nieve es imposible no pensar en países nórdicos como Noruega. Su clima helado deja paisajes nevados como el de las populares islas Lofoten que cada vez reciben más turistas atraídos por todas las posibilidades que ofrecen. Desde grandes explanadas para esquiar, montañas como el pico Svolværgeita para escaladas o senderismo e idílicas aldeas pesqueras como Henningsvær donde degustar un fresquísimo pescado.

Un Moscú sin nieve en invierno, no es Moscú. Y es que la ciudad no sería lo mismo sin esas capas de nieve que hacen que cualquier rincón parezca sacado de un cuento de Charles Dickens. En la imagen, puedes ver la vista aérea del río Moskva y distritos residenciales de gran altura. 

En el valle de la Engadina y, con una altitud de 1.817 metros, el complejo turístico de St. Moritz es uno de los rincones más nevados del país y ha sido sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en dos ocasiones. Además, es una de las estaciones de esquí más recurrentes de las celebridades y miembros de diferentes monarquías. Asimismo, en estos meses son frecuentes los tours turísticos para visitar los distintos pueblos que lo conforman y dejarse atrapar por toda la blancura que derrochan.

La capital de Laponia se ha hecho muy popular en los últimos años por ser la ciudad natal “oficial” de Papá Noel. Esta población donde la nieve es permanente durante los meses de invierno recibe miles de visitantes en Navidad, sobre todo, familias con niños deseosos de conocer al icónico personaje y su reno Rudolph. Aunque lo cierto es que el espíritu navideño y la alegría que embulle el lugar harían que hasta el mismísimo Grinch quedara fascinado.

Este pequeño pueblo de pescadores presume de tener en su territorio la montaña más fotografiada de Islandia. Se trata del monte Kirkjufell que en la época de las auroras boreales, de septiembre a abril, adquiere este aire espectral, sobre todo, cuando coincide con fuertes nevadas.

La Gran Manzana es una ciudad mágica ya de por sí, pero ver Park Avenue completamente cubierto por la nieve es una instantánea de las que se recuerdan para siempre. Pero no es la única avenida neoyorquina en cobrar un matiz especial con la nieve. El barrio de Broadway, Central Park, Times Square y la Quinta Avenida son otros de los imprescindibles que recorrer cuando la nieve visita a Nueva York.

Los inviernos en Berlin son muy fríos con temperaturas que apenas superan los 0º C y suele nevar de manera frecuente. Aunque es cierto que el clima oceánico templado que posee hace que la nieve se derrita rápidamente, en los días en los que se hace persistente el skyline de la ciudad adquiere una magia navideña única.

Esta aldea islandesa al noroeste del país sufre en estas fechas importantes heladas y nevadas y muchas de sus carreteras quedan recubiertas de nieve y escarcha. Un ejemplo lo vemos en esta carretera que transcurre sobre las cascadas de Koluglufur, una de las principales atracciones naturales de la zona.

El país del sol naciente tiene el honor de acoger las tres ciudades donde más nieva del mundo. Así, Aomori, Sapporo y Toyama superan fácilmente los cinco metros de espesor de nieve en estas fechas. Akita, aunque no encabeza el ranking, también es otro de los lugares donde la nieve es la gran protagonista en Navidad. Si te acercas al lago Tazawa, el más profundo de Japón, tendrás una panorámica increíble de sus tranquilas aguas y las montañas que las rodean espolvoreadas de nieve.

La ciudad del amor y de las luces tiene un encanto único que hizo que en 2020 fuese la sexta ciudad más visitada del mundo. Y toda esta belleza se multiplica exponencialmente los días de nieve. Es cierto que en París no suele nevar, pero cuando esto ocurre, una o dos veces al año, quedan estampas inolvidables como esta que estás contemplando.

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