10 días siendo vegano: pros y contras de un estilo de vida que no deja de sumar adeptos

Un redactor de Mine prueba el reto "Semana sin carne", guiado por una nutricionista, para conocer las ventajas (y algún inconveniente) de este estilo de vida.

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Los estudios están ahí y son innegables. La ganadería y el consumo de animales emite el 20% del total de gases de efecto invernadero. Y, según investigadores de la Universidad de Oxford, el 83% de las tierras de cultivo globales están destinadas a la obtención de productos de origen animal, con el pastoreo o el cultivo de piensos. Sin embargo, puede que no lo sepas, calóricamente los productos animales obtenidos solo suplen el 18% de las necesidades calóricas de un ser humano, aseguran desde ProVeg, asociación para la conciencia alimentaria. En otras palabras, consumen mucho más de lo que proporcionan. Con estos datos no sorprende que, según The Green Revolution, los veganos en España hayan aumentado un 60% en relación a 2019 y ya supongan el 13% de la población adulta.

Ante esta nueva oleada vegana, decidimos introducirnos en el veganismo probando el reto de la ‘Semana sin carne‘ que nos lanzaron desde ProVeg para conocer de primera mano los pros y contras de desterrar los alimentos de origen animal. Y este fue el resultado.

Veganismo no es vegetarianismo 

Lo primero que hay que dejar claro son las diferencias entre ser vegano y vegetariano, porque se tiende a considerar lo mismo ante la falta de información. Como nos indica Ana Micó, coordinadora de la Unión Vegetariana Española (UVE), “vegetarianismo es el término que se utiliza para denominar el tipo de alimentación que excluye de la dieta aquellos alimentos que tengan origen animal. Existen dos opciones, aquella que excluye todo alimento de procedencia animal, denominada vegetarianismo estricto, y otra versión en la que pueden incluirse, lácteos, huevos o miel. La diferencia con el concepto vegano es que este término no solo se centra exclusivamente en la alimentación que es de vegetariano estricto, sino que es un estilo de vida que se extiende a otros ámbitos, como por ejemplo ropa, calzado o actividades recreativas”.

Las dietas veganas son ricas en verduras.

Con el veganismo darás a las verduras el altar que se merecen en tu nevera. Foto: Death to stock.

PRIMER PRO Y CONTRA

Precio asumible vs. Planificar la compra

Según recomendaciones de la OMS, lo ideal para una alimentación saludable es consumir 5 piezas de fruta y verduras al día. “El veganismo nos trae un mayor número de antioxidantes para reparar las células, fitonutrientes únicos de las plantas con sus propiedades antiinflamatorias, fitostesteroles que disminuyen el colesterol y fibra que es el nutriente esencial para nuestra microflora”, defiende la nutricionista colaboradora de Proveg y UVE, Ana Calvo. “Consumir un producto animal es una oportunidad perdida para obtener todos estos componentes”, añade.

El veganismo te exige planificar muy bien tus compras, aunque también es una buena oportunidad para comprar producto local y de temporada. Foto: Death to stock.

Normalmente, cuando vas a hacer la compra primas la carne, el pescado, los huevos, el arroz o garbanzos, y se deja poco espacio para que se te antoje algo verde. Por lo tanto, cuando te introduces en el veganismo debes planificar concienzudamente lo que debes comprar, primando legumbres, frutas y verduras. Algo que de por sí es mucho más barato. Hasta ahí todo genial. Pero, ¿entonces por qué muchos critican que una vida vegana es más cara? Básicamente, por los procesados veggies y demás parafernalia industrial. Comprar vegetales y hortalizas es más económico, al igual que el tofu y el seitán resultan más accesibles que la ternera o el cerdo. Haciendo cuentas, durante los 10 días del reto gasté 65 euros en diversas compras al supermercado y a los puestos de barrio.

Ahora bien, preparados veggies, sustitutivos de la carne o la popular marca Heura o Beyond Meat aprovechan el filón y son mucho más caros, lo que encarece considerablemente el ticket medio de un vegano. Aunque, según la nutricionista Ana Calvo, son productos innecesarios en tu dieta más allá de un capricho sabroso que desees darte.

SEGUNDO PRO Y CONTRA

Descubrir los sustitutivos vs. El hambre de los primeros días

Uno de los principales miedos cuando abordas el veganismo es que al no consumir proteína animal corres el riesgo de perder masa muscular. En mi caso voy 4 días a la semana al gimnasio y me preocupaba mucho que pudiera perder músculo o rendimiento al entrenar, pero la nutricionista consultada me aseguró que con un buen batido de proteínas de origen vegetal o consumiendo legumbres con alto valor proteico como las lentejas, no habría de lo que preocuparse.

Son mitos como que ser vegano es más caro, que es aburrido, que no vas a poder ganar fuerza muscular o te van a faltar proteínas u otros nutrientes”, critica la profesional. Eso sí, lo de la carencia de vitamina B12 no es ninguna broma. “Existen algunos alimentos fortificados con B12 que puedes consumir cada día, pero aun así, tanto veganos como vegetarianos, la estrategia más sencilla es suplementar”, agrega.

La nutricionista consultada niega el mito de que a los veganos les faltan proteínas u otros nutrientes. Foto: Death to stock.

TERCER PRO Y CONTRA

Gano energía vs. Antojo de carne cruda

Con todo comprado, solo quedaba definir un menú diario para que todo fuera lo más constante posible. Desde ProVeg, para su reto de la ‘Semana sin carne’, compartieron un menú bastante completo y variado además de muchos consejos de cocinado. Aunque muchos días gran parte del menú se basó en la improvisación, eso sí siempre siguiendo la recomendación de la nutricionista del plato de Harvard, es decir, 25% hidratos de carbono, 25% proteínas vegetales y 50% verduras. Y durante este reto he descubierto y me he aficionado a los smoothies de verduras y frutas.

Uno de los datos oficiales que más me motivaban para seguir con el reto es que, según la OMS, la carne procesada está catalogada como carcinógena del grupo 1, es decir, que el consumo de carne procesada, como el tocino o las salchichas, causan cáncer colorrectal. Pese a las ganas con las que asumí este cambio, reconozco que el tercer día desperté con un deseo de carne voraz. Estaba ansioso de un trozo de fuet, fantaseaba con un steak tartar o un buen chuletón. “Tal vez tu cuerpo quería más consumo de hierro“, supone Calvo. “Aunque hay que recordar que la digestión se adapta a consumos más bajos de ciertos minerales como hierro, aumentando así su absorción”, asegura.

Menú semanal para el reto ‘Semana sin carne’. Fuente: Proveg

En medio de esta fase de ganas insaciable de carne, ayudaron bastante las infusiones relajantes de lavanda o melisa; una ración de crudités (verduras crudas) con hummus; o comer bastantes piezas de frutas y aceitunas para saciarme. “Para estar saciado, aumenta el consumo de fibraañade una fuente de proteína vegetal en cada comida para sentirte lleno durante más tiempo y asegurarte de que estás consumiendo suficientes calorías”, recomienda la nutricionista.

Con el paso de los días lo que más se nota con estos nuevos hábitos alimenticios es el aumento de energía, una reducción de la ansiedad y un estado de satisfacción generalizado. “El tema de la energía es lo primero que noté yo también al hacer la transición, ya no sentía ese cansancio tras las comidas que te deja con necesidad de siesta. Esto puede deberse a que las digestiones se hacen mucho más ligeras pues ahí está la fibra para ayudarnos a mover la comida”, recuerda Calvo. “Y el tema de la disminución de la ansiedad tampoco es la primera vez que lo oigo. Puede ser por el hecho de haber encontrado una rutina en tu elección de alimentos que encaja con tus valores, lo que te da un propósito mayor”, precisa la nutricionista.

CUARTO PRO Y CONTRA

Comidas “aburridas” vs. Creatividad en la cocina

“Aburrido” e “insípido” son dos términos que siempre acompañan a las comidas con poca chica y mucho verde. Pero la nutricionista Ana Calvo, mi guía en esta aventura, me reveló el secreto de los veganos: las especias son unas grandes aliadas. “Los veganos no rechazamos sabores, sino la explotación animal. Al principio puedes echar de menos esos sabores y texturas pues es lo que has hecho toda la vida, pero con el tiempo tu gusto también cambia. Además, puedes usar las especias y añadir pimentón a unas lentejas para ese sabor a chorizo o sal negra al tofu para tener el sabor a huevo gracias a esos componentes azufrados”, aconseja.

También, decidí probar uno de esos preparados veggies que simulan ser una hamburguesa o chorizo. El precio es muy alto con un coste de 4,99 euros para 2 unidades de burger de 110 gramos y supera al de su homólogo cárnico, medio kilo de hamburguesas de vacuno cuestan unos 4,5 euros de media. Pero la sorpresa la encontré en el reverso del producto.

(Un inciso: aviso para veganos, vegetarianos o personas que simplemente quieren comer sano, leer la etiqueta de los alimentos es altamente recomendable. Aquí una guía de cómo hacerlo. Cierro inciso).

La sorpresa me reveló que esos preparados tenían bastantes aditivos y un alto aporte calórico para un aporte proteico bastante más inferior al de la carne. “Siempre han existido productos veganos que no entran en la categoría de productos saludables. Los recomiendo para ese 20% de comidas donde te das libertad a consumir algo más procesado. Aunque siempre puedes hacer hamburguesas de alubias o un filete de tempeh”, sugiere Calvo.

Heura es una de las alternativas a la carne más competente del mercado, está hecho con ingredientes 100% de origen vegetal, fundamentalmente agua, proteína de soja concentrada, aceite de oliva, sal, aromatizantes, especias (pimentón, pimienta, jengibre, nuez moscada, macis, cardamomo) y vitamina B12. Foto: Cortesía de Foods for Tomorrow.

QUINTO PRO Y CONTRA

Buena filosofía de vida vs. Dificultad para una vida social

Hasta el octavo día hice todas las comidas en casa, pero al noveno fui a cenar fuera. Para elegir una buen templo vegano acudí a la app HappyCow que, al introducir tu código postal o ciudad, te muestra restaurantes veggies cercanos. Pero en la zona sur de Madrid en la que vivo no encontré ninguna opción, puesto que la mayoría de restaurantes veganos recomendables se concentran en el centro y zona norte de la ciudad. Al final opté por ir a un restaurante del barrio confiando en que podrían adaptarse a mis exigencias alimenticias. Al final acabé comiendo una ensalada previo aviso de que quitaran el atún y rechazando la alternativa del camarero, que por desconocimiento creyó que una tortilla francesa saciaría mis gustos.

“Recomiendo preguntar al hacer la reserva si tienen opciones y si no, ver qué platos tienen y sugerir la adaptación de estos, por ejemplo, si ves que tienen pasta en el menú, preguntar si te la pueden hacer con unas verduras y sin queso”, insinúa Calvo.

En restaurantes vegetarianos como Sanissimo podrás disfrutar de burgers veggies, como esta con berenjena y calabaza. Foto: Sanissimo.

Mi mala experiencia cenando fuera me hizo reflexionar sobre lo duro que tiene que ser a veces para los veganos adaptarse y poder salir con los amigos o, incluso, tener una cita. Pero indagando descubrí aplicaciones como Grazer o Veggly, una especie de Tinder para veggies que permite a sus usuarios ampliar los contactos sociales con un estilo de vida vegano. “Es horrible ser juzgados y criticados cuando nuestra misión es crear un mundo mejor para todos. Hay que darse cuenta de que el veganismo no es una dieta sino un principio ético que busca evitar en la mayor medida posible la crueldad hacia otros seres sintientes e inocentes“, defiende la nutricionista.

Y después de 10 días…

Finalizado el reto son varios los cambios que voy a empezar a introducir en mi vida. Primero, quiero precisar que después de estos 10 días no voy a hacerme vegano, al menos de momento. Sin embargo, me ha servido para ser más consciente de mi consumo anterior de carne o pescado, que a partir de ahora relegaré a una vez por semana. “Siempre es mejor que mucha gente haga el esfuerzo por reducir a que una o dos personas eliminen el consumo de productos animales por completo”, concluye Calvo.

Y recordaré los principales beneficios de implementar hábitos alimenticios sin origen animal: sentirme mucho más enérgico, notar un gran cambio en el estado de mi piel que luce mucho mejor, ser consciente de que tu alimentación está siendo mucho más saludable y respetuosa con el medioambiente y, sobre todo, descubrir que no hay que estar supeditado a los productos cárnicos ni el pescado, lo que abarata la lista de la compra. Es cierto que el veganismo no solo se limita a lo alimentario y un vegano lo es también a la hora de vestir, consumir entretenimiento y demás. Por ahora, solo me centré en la comida pero, quién sabe, igual pronto pruebo todas sus vertientes.

7 recetas veggies para introducirte en el veganismo

1. Curry de garbanzos y berenjenas:

Puedes ver aquí la receta.

Foto: Unión Vegetariana Española.

2. Pasta asiática con tofu:

Puedes ver aquí la receta.

Foto: Unión Vegetariana Española.

3. Fajitas de seitán:

Puedes ver aquí la receta.

Foto: Unión Vegetariana Española.

4. Hummus de remolacha:

Puedes ver aquí la receta.

Foto: Unión Vegetariana Española.

5. Galletas de garbanzos:

Puedes ver aquí la receta.

Foto: Unión Vegetariana Española.

6. Tarta de limón:

Puedes ver aquí la receta.

Foto: Unión Vegetariana Española.

7. Mugcake protéico:

Puedes ver aquí la receta.

Foto: Unión Vegetariano Española.