La espera ha valido la pena y, tras varios retrasos en su producción y estreno debidos a la pandemia actual, el pasado 2 de mayo se estrenó en HBO la nueva temporada de ‘El cuento de la criada‘, la brillante ficción inspirada en la novela de Margaret Atwood. Si estás leyendo esto probablemente seas un fan incondicional de la serie y su fuerte mensaje feminista, sus inspiradores diálogos y sus magníficas interpretaciones ya te hayan conquistado. Esta temporada tiene todo esto, pero, además, cuenta con muchas otras razones para verla. Porque Gilead ahora es un polvorín y el estallido está cerca.
Tensión sobrecogedora
La tercera temporada terminó de manera épica con una estoica June herida de gravedad, más de 80 niños fugados de Gilead y un país furioso y clamando venganza. La nueva temporada retoma justo donde se quedó con la protagonista debatiéndose entre la vida y la muerte y fugitiva junto a sus otras compañeras rebeldes. La fuga, los claustrofóbicos escondites y el aislamiento en una alejada granja mantienen al espectador en tensión y es inevitable preocuparse por su apresamiento, aunque a ratos lo deseas y te preguntas qué pasará si las cogen.
Ambiente de pesadilla
Las miradas terroríficas de la actriz Elizabeth Moss, el frío mutismo del resto del reparto, la luz que se filtra por las ventanas e ilumina todo de una manera espectral… son algunos de los elementos que conforman una atmósfera aterradora que te deja sin aliento. El color verde y rojo que el espectador reconoce al instante habla sin decir nada. Además, nuevos personajes, como la joven adolescente y esposa de un comandante con claros rasgos psicopáticos, ayudan a aumentar más los sobresaltos en escena.
Brutalidad in crescendo
Uno de los sellos identitarios de la serie es su desgarradora crueldad y realismo en escena que nada tiene que envidiar a la cinta más sangrienta de Quentin Tarantino. En las temporadas pasadas hemos visto ahorcamientos con todo lujo de detalles, ojos arrancados, bestiales vejaciones y violaciones, entre otras muchas escenas que a más de uno le han hecho abandonar la serie. Y, por si acaso lo dudabas, esta nueva temporada tampoco se queda corta. De hecho, ya en el primer capítulo descubrimos el testimonio desgarrador de una niña que te pondrá los pelos de punta.
Serena y Fred
Otro de los puntos fuertes de la nueva temporada es la continuación de la trama del comandante y su esposa. El plan inicial de Serena, promovido por el amor incondicional a su hijo adoptivo, se ve frustrado y ella también es detenida. Al comienzo hay muchas tiranteces entre ellos pero, a partir del tercer capítulo, las tornas pueden empezar a cambiar cuando admitan que, para salir bien parados del proceso judicial, deben aunar fuerzas. En cualquier caso, ver la transformación de este matrimonio y todas sus aristas sentimentales es algo sublime.
Activismo sin límites
Ahora más que nunca cobran protagonismo los activistas de Canadá que luchan por derrocar el despiadado gobierno de Gilead. Si antes vimos una actitud muy combativa dentro del tirano régimen, ahora son Moira, Emily y Rita quienes inician una labor propagandística contra los ideales de Gilead e intentarán, desde fuera, terminar con tanto salvajismo. Además, es muy curioso como en algunos casos sus argumentos e ideas discrepan y cada uno interpreta a su modo los actos hechos por June.
Los niños ya tienen protagonismo
La maternidad y los niños son parte del eje central de esta historia y, siendo honestos, en esta cuarta temporada adquieren más protagonismo. Ya no solo se verá cómo los niños se adaptan a un nuevo país, sino que surgirán ciertas contradicciones sobre el bienestar de estos niños que invitan a reflexiones muy profundas. Entre ellas, la dicotomía que supone la liberación de unos niños de una tiranía opresora, y, al mismo tiempo, el desamparo que sufren ya que no conocen otra realidad ni familia que no sea la de Gilead. En muchos casos, esos niños, lógicamente, echarán de menos a esos padres y esto abre un importante debate.
La ansiada revolución
En esta nueva temporada por fin comienza lo que tanto se ha esperado: la revolución. Aunque en las anteriores ya comenzaron a darse ciertos sabotajes y acciones de protesta, es en esta cuarta temporada cuando se ponen todas las cartas sobre la mesa y se decide el porvenir de Gilead y todas sus mujeres.